El próximo 24 de enero se realizará la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELAC, en Buenos Aires. El semanario VOZ dialogó con el pensador latinoamericanista Atilio Borón a propósito de los retos del encuentro continental
Diana Carolina Alfonso
@DianaCaro_AP
¿En qué reside la relevancia histórica de la CELAC?
-La CELAC es una de las iniciativas más importantes que se han venido planteando en el marco de América Latina y el Caribe. Todos, como sabemos, compartimos en este hemisferio nuestras vivencias, nuestras realidades, nuestras riquezas, con la gran potencia imperial del mundo que es Estados Unidos.
Ya antes de la Doctrina Monroe de 1823, Thomas Jefferson siendo el tercer presidente de los Estados Unidos, había dicho que Estados Unidos necesitaba un hemisferio para estabilizarse, para prosperar, para crecer, para su grandeza. Ese hemisferio somos nosotros. Evidentemente con la Doctrina Monroe y, sobre todo después con la creación de la OEA en 1948, EE.UU. obtuvo prácticamente un control institucional muy fuerte en toda esta parte del mundo.
En el contexto de la VII Cumbre de la CELAC, ¿cuáles son los retos más importantes para la región?
-La OEA, como sabemos nosotros, como lo dijo Fidel, como lo dijo El Che, como lo dijo Hugo Chávez, como lo dijeron tantos, es un ministerio de colonias y por eso tiene que ser reemplazado por una institución diferente. Esa institución es la CELAC. Claro, es muy difícil que pueda prosperar porque el veto americano es muy grande. No hay que olvidar que de los treinta y tres países que la conforman, hay por lo menos quince que son extremadamente dependientes de los Estados Unidos. Estos son países que tienen población migrante radicada allí. Por lo tanto si el señor Washington dice que las remesas que van, por ejemplo, a Jamaica, a Santa Lucía, a San Vicente y las Granadinas, a Honduras o al Salvador, van a pagar una sobretasa o va a haber alguna limitación, esos países van a tener enormes dificultades para oponerse a los designios de los estadounidenses. Pero esto no solamente le ocurre a los países más pequeños de la región. Hay países que tienen una dimensión diferente como es el caso de Argentina.
Argentina no puede devolver el avión que está secuestrado acá; un avión de carga de Venezuela que fue fundamental para llevar medicamentos, medicinas, vacunas en la época de la pandemia, simplemente por que hay una orden de un juez o un fiscal -no se sabe muy bien quién- del sistema judicial norteamericano que dice que ese avión fue utilizado para transportar terroristas. ¡Lo cual es una canallada mayúscula!
Esas son las dificultades que tienen los países de Latinoamérica para lograr su efectiva independencia.
La CELAC entonces es un mecanismo que si logra plasmarse, si se logra articular, logra institucionalizarse. Porque acá el riesgo es que predomine la tesis que decía Sebastián Piñera por contraposición a la de Raúl Castro, cuando afirmaba que la CELAC tenía que ser un foro donde los presidentes se reúnan cada dos años para conversar; mientras que Raúl Castro plantenba la tesis de que tiene que ser una institución como lo es la OEA pero sin EE.UU. y sin Canadá.
¿Por qué sin Estados Unidos y sin Canadá? Porque EE.UU. es el agente opresor número uno del mundo, porque es el jefe del imperio y porque quieren apoderarse de estas enormes riquezas que tienen todos los territorios al sur del Río Bravo. Y Canadá porque como sabemos es simplemente un apéndice, carente de ningún tipo de autonomía en relación a los asuntos que tienen que ver con América Latina y el Caribe.
¿Qué se espera de esta Cumbre?
-Ojalá que esta reunión que se hace en Buenos Aires logre consolidar a la CELAC como una institución, que pueda formar un grupo de gente permanentemente estudiando la problemática de los países del hemisferio sobre cómo contrarrestar la ofensiva de los Estados Unidos, que por la voz de la señora Laura Richardson, nada menos que la jefa del Comando Sur, ha dicho que en este vecindario, y la cito, “hemos convivido armónicamente durante dos siglos estadounidenses y el resto de los pueblos y las naciones de América Latina y el Caribe”, lo cual no es cierto. Es una falacia, una mentira brutal. No ha habido tal convivencia armónica. Estos países han sido invadidos, saqueados, desestabilizados, [han] sufrido golpes de Estado y bombardeos a causa de esa vecindad. No hay manera de que esto pueda tener un papel diferente porque son un imperio, y lo que quiere un imperio es apoderarse de todo lo que puede. Por eso es importantísima la reunión de la CELAC.
Estamos esperando con enorme expectativa el discurso que pueda hacer el presidente Gustavo Petro, que ha hecho unas intervenciones realmente muy dignas de elogio desde que asumió la presidencia. Veremos qué es lo que dicen los otros presidentes que van a venir. En algunos casos no vienen los presidentes sino los ministros de relaciones exteriores. Pero más allá de eso, hay mucha expectativa de que la CELAC pueda encontrar en esta Cumbre de Buenos Aires un punto de relanzamiento que es absolutamente necesario y fundamental para el futuro emancipatorio de Nuestramérica.