El Comité Ejecutivo Central Provisional del Partido Comunista de Colombia (Marxista-Leninista) / Ejército Popular de Liberación respondió, vía internet, a un cuestionario enviado por VOZ. Reflexionan sobre la Paz Total, el Gobierno de Gustavo Petro, la Asamblea Constituyente y la unidad de las organizaciones políticas alternativas
Redacción Política
El Ejército Popular de Liberación, EPL, ha estado un poco ausente de la escena política nacional, pero se sabe que cumplieron 56 años de existencia.
El 17 de diciembre de 2023, el Partido Comunista de Colombia, Marxista-Leninista, y el Ejército Popular de Liberación, conmemoramos los 56 años de constitución de una de las más valerosas guerrillas de Colombia, el EPL. Nuestra organización ha tenido que enfrentarse en estos 56 años de lucha al régimen burgués y al imperialismo, no han podido enterrarnos.
Aquí estamos con la misma convicción revolucionaria, marcadas en los principios del marxismo-leninismo, nuestra línea política y nuestro plan táctico que nos guía en la lucha por la toma del poder.
Venimos de una injustificada guerra con el ELN, que aún no está saldada y aspiramos superar por medio de los diálogos vigentes entre el gobierno del presidente Gustavo Petro Urrego y ELN.
Nuestras unidades continúan en distintos territorios de Colombia, trabajando de manera organizada por un mando central provisional vertical, que desarrolla y aplica los principios de un ejército popular: organiza, educa y moviliza a las masas populares en sus distintas expresiones organizativas en nuestra sociedad.
Paz y conflictos
Desde hace décadas se han adelantado diferentes procesos de paz con las insurgencias, unos fructíferos y otros no, ¿qué piensan de la salida política negociada con el Estado?
Los distintos gobiernos que han intentado procesos de paz a través de la historia de nuestro país, los han realizado solo pensando en silenciar los fusiles de los distintos actores armados y, de manera muy especial, con las distintas insurgencias, olvidando que la situación de guerra en los últimos 60 años surge de acciones que comprometen al Estado, partidos, la burguesía nacional y el imperialismo internacional, de manera especial el yanqui.
La comunidad internacional sabe, y los hechos a diario así lo confirman, que la “paz” de Santos fue un total fracaso. El digno propósito de terminar el conflicto y avanzar en la construcción de una paz duradera contrasta ostensiblemente con la continuidad y agudización del conflicto, la manipulación e incumplimiento de los acuerdos de La Habana por el presidente Iván Duque; así como la negativa a emprender en un marco de amplia y abierta participación de los sectores económicos, partidos políticos, trabajadores, un diálogo con todas las organizaciones guerrilleras.
El gobierno de Gustavo Petro Urrego también cae en ese error, cuando plantea la Paz Total, pensando solo en actores armados, desde insurgencias, paramilitares y bandas de todo pelambre.
El conflicto colombiano tiene una caracterización: es militar, económico, político, social y ambiental, por lo tanto, a la mesa de diálogo con el Ejército de Liberación Nacional le faltan patas para que al futuro se pueda sostener y los diálogos y sus acuerdos se puedan cumplir por parte del Estado y su pirámide de poderes.
Visto de esta manera, al solucionar el conflicto armado nos quedan conflictos como capital vs. trabajo, partidos políticos vs. nación e imperialismo vs. soberanía.
El Gobierno y las reformas
¿Qué posición tiene el EPL frente al gobierno de Gustavo Petro?
El presidente Gustavo Petro Urrego hace esfuerzos por cumplir las promesas de la campaña y el Plan Nacional de Desarrollo, lo cual le permite mantener la credibilidad de sectores populares afines a su gobierno.
Al presidente no le ha funcionado el plan táctico y político como el acuerdo nacional, el cual aún no se consolida muy a pesar de las gabelas burocráticas entregadas a sectores de los partidos como los Verdes, Partido de la Unidad Nacional U, Conservadores, Liberales y otros de minorías.
Petro y sus aliados burgueses supusieron que la burocracia era suficiente para lograr amarrar a los politiqueros, olvidando que las multinacionales y conglomerados económicos de los Ardila Lulle, Santo Domingo, Sarmiento Angulo, los Gilinski y la multinacional de la salud Keralty, cooptaron fracciones importantes de las bancadas de los partidos antes mencionados, además de los declarados en plena oposición como el Centro Democrático y Cambio Radical y la ASI.
Todo esto se convirtió en un obstáculo central en el manejo de la correlación de fuerzas políticas en el Congreso, frenando reformas como la pensional, laboral y la salud, las cuales enmarcan una inmensa importancia social para el pueblo colombiano.
Como revolucionarios conocedores de la política y de las posiciones socialdemócratas del presidente Petro, estábamos convencidos que no se plantearían cambios estructurales, que conlleven a eliminar la violencia política fascista, el manejo mafioso de la justicia en todos sus niveles jurisdiccionales, a profundizar la democratización de la tierra, un verdadero acuerdo nacional que permita la participación amplia de los sectores sociales, gremios económicos y partidos políticos.
La necesidad de la Constituyente
En el país se ha discutido sobre la necesidad de procesos constituyentes y una asamblea nacional constituyente, ¿cuál es la postura de ustedes sobre estos temas?
El Partido Comunista de Colombia Marxista-Leninista, PC de C M/L, tomó la iniciativa de una Asamblea Nacional Constituyente, ANC, y delegó a Óscar William Calvo la tarea de la vocería, la cual presentó en su discurso durante la firma de los acuerdos de cese del fuego y Diálogo Nacional en el entonces Museo Zea de Medellín, hoy Museo Antioquia, un 23 de agosto de 1984. Desde entonces, somos promotores de la propuesta de una ANC de carácter democrático y popular.
Con una Constitución democrática, patriótica y popular construiremos gobiernos al servicio del pueblo, empeñando todos sus esfuerzos por la reconstrucción del aparato productivo del país, actualmente destruido por el neoliberalismo, la globalización imperialista, el pago de la deuda externa y la guerra antipopular.
La Constituyente debe ser precedida de un amplio debate nacional y en ella deben estar representados, de manera amplia, todos los sectores sociales y fuerzas políticas del país.
Siendo un reto grande e histórico, la Constituyente debe contemplar dentro de sus tareas la real y verdadera restitución del poder del pueblo como constituyente primario, devolviéndole sus facultades y poder soberano.
En esa misma línea, debe reestablecerse el concepto de sufragio universal y soberanía popular, el Estado rescatará su función social, debe eliminarse el presidencialismo y el papel preponderante de las Fuerzas Armadas, se debe redefinir la estructura y funciones del Estado, en todas su ramas, a fin de establecer una verdadera división y equilibrio de poderes.
La movilización social
¿Qué visión tienen del movimiento social en Colombia?
Ahí nos surgen cuestionamientos, ¿dónde está el movimiento social colombiano que en el año 2022 estalló en acciones políticas en las calles? ¿Será que ya el pueblo colombiano y sus movimientos sociales, partidos y movimientos políticos alcanzamos la emancipación?
Esto nos indica que no se está haciendo una correcta lectura de la coyuntura política nacional. Los sectores sociales, movimientos y partidos políticos, que confluyeron en el proceso electoral a la presidencia de Gustavo Petro Urrego, no están actuando de manera oportuna para defender al Gobierno del Cambio.
Pero tampoco tienen la capacidad de criticar los errores que viene cometiendo el presidente y su gabinete ministerial, o sea, no hay independencia y autonomía ante el Gobierno.
Lo que observamos es un movimiento social a la cola, sin iniciativa propia, carente de dirección política y conducido a la cooptación por parte del presidente. Las centrales obreras, los sindicatos, las organizaciones campesinas e indígenas, jóvenes y estudiantes y demás no tienen esa dinámica organizativa de agitación y movilización de las masas. Parece que están confiados por los pequeños logros alcanzados de manera parcial y prefieren estar a la saga de la lucha social y política.
Unidad para los cambios
Por estos días se habla de la unidad de los partidos progresistas, alternativos y de izquierda, ¿qué piensan de eso?
¿Cuántas veces en la historia de nuestro país hemos asistido a propuestas como esta?, ya hemos experimentado con el PDA, FSP, PDI y, recientemente, el Pacto Histórico, PH, con la diferencia que hoy tenemos un PH que nos condujo a ganar la Presidencia de la República.
Pero eso no quiere decir que ha sido exitoso en la conducción del Gobierno, por el contrario, el Pacto Histórico solo juega su papel de organismo de Gobierno como bancada en el Congreso. Existen muchas cosas por decir que no ahondaremos.
Esta iniciativa del presidente Gustavo Petro Urrego abre las puertas nuevamente a replantear la posibilidad de un partido único, sin la posibilidad jurídica de poder pensar en un frente amplio popular, que de forma real conduzcan los hilos del Gobierno para los dos próximos años, que serán duros y se necesita manejo y conducción correcta y no seguir incurriendo en desaciertos políticos como el caso Armando Benedetti, Laura Sarabia, el Ministerio del Deporte y otras situaciones de menor relevancia.
Somos partidarios e impulsaremos la creación de un partido único, en el cual puedan converger y conservar sus estructuras los partidos y las distintas expresiones sociales y políticas de corte popular de izquierda. Vamos a desarrollarlo para que se convierta en un faro político de masas, que convoque de manera permanente a la movilización desde lo nacional a los territorios o viceversa y no caer en el electorerismo.
Debe ser un instrumento que eduque, organice y movilice al pueblo colombiano, que sea capaz de ayudar a desarrollar un verdadero gobierno alternativo de cambio y al que el presidente Gustavo Petro Urrego también consulte sobre el quehacer político, económico, social y ambiental del país.
Si la dirigencia política de la izquierda y el progresismo lo utiliza para jugar el papel preponderante en la profundización de la lucha de clases, en el corto plazo estaremos ante los cambios democráticos que el pueblo hoy sigue reclamando.
Estamos convencidos de que es el momento de soltar los egos infantiles de poderes burocráticos en nuestras estructuras y pensar de manera seria en el futuro del país y nuestras generaciones, en tener vocación férrea de poder. Bienvenido el debate.