miércoles, abril 24, 2024
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Apropiación de los acuerdos

Leerlos es la primera labor que es necesario asumir con responsabilidad

La pedagogía de la paz es clave para demostrar el significado político y social de los acuerdos
La pedagogía de la paz es clave para demostrar el significado político y social de los acuerdos

Rubiel Vargas Quintero

Una de las principales dificultades que tiene el proceso de La Habana es el bloqueo mediático, la propaganda de guerra, la información que brindan los grandes medios de comunicación y sobre todo el desconocimiento político de los acuerdos por parte de los sectores democráticos y populares de la sociedad colombiana. En este último aspecto se centra el presente escrito.

Por desconocimiento político se puede entender: la inocencia entre el juego de la verdad de lo real y el ejercicio de la libertad, impericia para apoderarse de algo, incompetencia de interpretación del momento político, nulidad para seguir el curso del tiempo, la insensibilidad en relación con lo pactado. Es la dificultad de salir de un cierto estado de nuestra voluntad que nos hace aceptar la autoridad del conocimiento de otro.

Salir de ese estado es la principal tarea del movimiento social y popular. Es preguntarse política y filosóficamente ¿qué es lo que pasa hoy?, ¿qué es, en concreto, este presente que me pertenece?, ¿qué papel juega la transición de un estado de guerra a un estado de implementación de unos acuerdos?, ¿en qué consisten los acuerdos? La referencia es el presente de un proceso de paz como acontecimiento político, económico, cultural y social. Es un acontecimiento que vive en permanente tensión y negación.

Leer e interpretar

Leer los acuerdos es la primera labor que es necesario asumir con responsabilidad, con el llamado y sentido que hace Nietzsche al final del prólogo de la Genealogía de la moral (1887), y en el capítulo de la primera parte de Zaratustra que se llama “de leer y escribir”.

Al final del prólogo de la Genealogía de la moral, el filósofo de la sospecha reflexiona sobre el hombre moderno, que vive en función del tiempo, es el hombre que está de afán, que no tiene tiempo para una lectura lenta, que quiere rápidamente asimilar sin ninguna preocupación; “por el contrario, mi obra requiere de lectores que tengan carácter de vacas, que sean capaces de rumiar, de estar tranquilos”. La aproximación al texto se aborda de manera desprevenida, sin tensiones, sin preocupaciones si es entendible o no, lo importante es llegar a él. Lo que nos falta es discusión con el texto.

Estanislao Zuleta en su texto “sobre la lectura” dice: “No se trata, sin embargo aquí, como podrían hacer pensar éste y muchos otros textos del “afán del hombre moderno” que requiere informarse lo más rápidamente posible y al que debiérase oponer una lectura lenta, cuidadosa”, y ante todo porque ningún saber es ajeno al conocimiento, a la interpretación del lenguaje, rumiante. Si no somos capaces de interpretar la realidad, no entendemos nada.

Interpretar es el proceso que exige un mayor esfuerzo de comprensión para buscar un sentido, o significado, para el presente caso –criterios políticos- y es por lo tanto un proceso creador, innovador y trasformador, designa una metodología para discernir las pretensiones que se tiene de lo verdadero o de lo falso en el marco de sus propias contradicciones.

Desafíos metodológicos

En Cuadernos Filosóficos (1914-15), Lenin muestra su forma de estudio, en él realiza resúmenes, y extractos de libros, hace observaciones y valoraciones, selecciona grandes debates para forjar críticas acerca de distintos aspectos de filosofía marxista; incluye también notas, acotaciones, y otros materiales filosóficos y de las ciencias naturales. En sus apuntes aborda notas, comentarios sobre varios autores y subrayando sus puntos de vista. En ellos dedica su atención a la filosofía marxista y a la dialéctica que proporcionaban una base para hacer un análisis marxista de las contradicciones del imperialismo para revelar el carácter imperialista de la guerra, para desenmascarar el oportunismo, y para elaborar la estrategia y táctica de lucha del proletariado.

En el caso de la apropiación de los acuerdos, el auto-estudio, individual, donde se hace una lectura desprevenida, una aproximación al texto, sacar nuestros propios apuntes y palabras claves, y subrayar palabras que no se entienden, y posteriormente buscarlas en el diccionario, es el primer paso. El segundo es el estudio colectivo crítico y el tercero es la pedagogía con los movimientos sociales y populares, donde participan las comunidades de manera más activa.

La selección de los grandes debates. Es la comprensión de conceptos, categorías que se encuentran en los acuerdos. En el primer acuerdo “política de desarrollo agrario integral, se puede ver un primer debate, que entendemos por “ordenamiento democrático territorial”, y se puede decir que es la reorganización del Estado desde los territorios con cada uno de sus espacios específicos, se hace una ruptura con la centralidad del Estado. Otro concepto es “paz territorial” como lo explicó el profesor Sergio de Zubiría en la separata Ideología del semanario VOZ.

Algunos de los debates pueden ser: primero, qué entendemos por participación política, garantías de la oposición, garantías de seguridad, democratización de los medios de comunicación, garantías para la movilización y la protesta social, reforma del régimen y organización electoral. Segundo, problemas del consumo, salud pública, sustitución concertada y voluntaria de los usos de cultivo ilícito. Tercero, esclarecimiento de la verdad, reparación del daño causado, justicia restaurativa, organizaciones democráticas y revolucionarias que son sobrevivientes del conflicto y que no se consideran víctimas.

Son algunos de los debates y confrontación en el campo de la batalla de ideas con sectores de la clase dominante. El conflicto político continuo, por ello hay que estudiar, estudiar, estudiar.

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