La fotografía busca, más que ser un testimonio del instante, ser un reflejo visual del tiempo que le ha tocado en suerte para bien o para mal al fotógrafo
Carlos Yusti
No es casual que estos tiempos de cambios acelerados e inteligencia artificial galopante la foto en su sentido tradicional sea un anacronismo.
Hoy cualquiera puede hacer fotos desde sus móviles y convertir un hecho intrascendente (o relevante según el caso) en tendencia en cuestión de minutos. Fotógrafos con sus cámaras tecnológicas son hoy una especie casi extinta; una singularidad por no decir una rareza en este tiempo de lo inmediato.
Cazador de fragmentos
Yuri Valecillo es un fotógrafo que pertenece a ese extraño grupo de cazadores del presente fragmentado en una pieza llamada foto. Yuri hace fotos donde incluye su bagaje de lecturas, su copiosa información de otros fotógrafos, sus periplos urbanos y con un sentido de la mirada educada en una estética que combina cruda belleza y metafórica realidad.
No siempre hace fotos como un espectador pasivo, sino como un protagonista punzante y quisquilloso; en ocasiones como militante político y otras como un esteta que mira la suciedad metida en las uñas de la sociedad. Yuri cuando no hace fotos escribe y sus textos tienen el aroma de lo irónico para desmenuzar las contradicciones políticas del presente que parecen inundarlo todo/y a todos estos días.
El trabajo fotográfico de Yuri ensaya, por lo general, estar en el centro de la polémica, meter baza en esos espacios de confort. Su última exposición fotográfica denominada “Sentido contrario” en los espacios de Café Cinema. En estas fotos Yuri explora la sexualidad desde esa trinchera de lucha y que no siempre es tan sacrosanta ni “normal” y que como es lógico no es aceptada en consenso.
Desenmascarar prejucios
La sexualidad siempre ha sido un tabú en nuestra sociedad y existen conductas sexuales inapropiadas que se llevan a cabo en la sombra mientras una fachada luminosa se teje para no molestar a la administración y todos felices.
Las fotografías de “Sentido contrario” captan la lucha en la calle de las minorías sexuales y que buscan una aceptación social sin prejuicios. Homosexuales, lesbianas, transexuales y un variado etcétera buscan no tanto visibilizar sus gustos sexuales, sino desenmascarar todos esos recelos prejuiciosos y denigrantes en torno a una sexualidad no admitida como normal.
A Yuri le interesa la gente en las ciudades, la gente como alegato de lucha o abatida por las contradicciones sociales y políticas. Las personas que son un tejido de ideales y sueños en las ciudades del mundo, y sobre todo en Latinoamérica.
“No hago paisajismo”
No sin razón en una entrevista Yuri ha dicho: “En mi caso, la fotografía es la vida cotidiana. He tomado como sujeto a las grandes ciudades del mundo urbano. Me gusta la figura humana, me gusta explotar el detalle, me gusta el entorno y el contorno de la figura humana; me gusta verla como parte fundamental de la imagen que realizo. No hago paisaje, no hago paisajismo, no hago fotografía de arquitectura… Hago fotografía donde la figura humana es el centro de la imagen. Lo fundamental, en todo caso, es que me gusta hacerla y realizarla con atención y cuidado. Me gusta el movimiento social, los hombres y las mujeres, los seres humanos que luchan por causas que parecen generalmente perdidas”
Travesía en sentido contrario
Para un fotógrafo como Yuri los cambios siempre efervescentes y esas causas perdidas siempre latentes y nunca postergadas son el combustible de su trabajo fotográfico. Yuri siempre viaja en sentido contrario y como el Ulises homérico sabe que los ciclopes y los monstruos de todo tipo aguardan su momento para que su viaje nunca sea cómodo ni placentero.
A pesar de ello sigue en su travesía sin atarse al mástil de las convenciones y escuchando, sin medir las consecuencias, de las sirenas que embelesan con su canto para desviarnos del camino.
Ya Kavafis lo había escrito en unos versos de su muy citado poema Ítaca: “No temas a los lestrigones ni a los cíclopes/ ni al colérico Poseidón, / seres tales jamás hallarás en tu camino,/ si tu pensar es elevado, si selecta/ es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo”.







