Editorial 3291
Muchas cosas se podrían decir de las accidentadas y aceleradas decisiones que el Pacto Histórico, PH, ha tenido que tomar. Muchas interpretaciones se podrían desarrollar extensamente, muchos reclamos, exigencias y demandas se podrían seguir haciendo contra el Consejo Nacional Electoral, CNE, pero hoy la realidad es que se realizará la consulta este 26 de octubre y hay dos candidatos y una candidata: Iván Cepeda, Daniel Quintero y Carolina Corcho. Ellos conforman una terna de donde las bases del Pacto Histórico deben escoger quién las representará en la consulta de marzo de 2026, en el marco del Frente Amplio por el cambio.
Arranca una nueva fase de del debate político electoral con el que Pacto Histórico se disputará la continuidad del proceso de transformaciones. Tres objetivos se divisan en la estrategia: Primero, darle continuidad y profundidad al proceso de cambio, segundo, derrotar a la extrema derecha fascista y tercero, profundizar la democracia interna del PH y en la sociedad colombiana.
El Partido Comunista, impulsor incansable de la unidad de la izquierda y del pueblo excluido, en una reflexión tranquila y con la mirada puesta en el paso estratégico, pone a disposición su política y sus capacidades para superar las diferencias. Aplicando una crítica dialéctica, asume el nuevo escenario de cara a la consulta entendiendo que deben mejorarse los métodos internos, buscando una mayor construcción colectiva y consensos entre las fuerzas que lo componen, pero sin perder de vista los objetivos estratégicos que se ha propuesto.
La consulta popular es un nuevo momento de una primera fase de campaña. El 26 de octubre será un paso importante en la consolidación del Pacto Histórico como la fuerza popular transformadora, dirigente y triunfadora en la coyuntura político electoral. Las bases del PH y las ciudadanías participantes, además de trabajar minuto a minuto en esta consulta con una pedagogía popular y participativa, deben vigilar y denunciar la posible compra de votos y el oportunismo de la derecha, que buscará actuar para distorsionar el resultado final.
No arrancamos de cero. Todas las encuestas ubican al PH como la principal fuerza política que los y las colombianas ven como su opción preferida. En medio de diferencias y vicisitudes propias de las complejidades de un proceso de unidad entre diferentes, se engrandece y se consolida un bloque democrático, alternativo, amplio, de poder que impulsará nuevas y más potentes reformas y cambios para un mejor vivir del pueblo colombiano.
En la estrategia es muy importante el acuerdo que se consolidó el domingo 28 de septiembre en Bogotá, hacia la conformación del Frente Amplio entre vertientes de izquierda de Unitarios, partidos, movimientos de centro izquierda, y corrientes sociales y comunitarias. Avanzan los intercambios, las aproximaciones programáticas, políticas y de estrategia electoral que ya cuentan con documentos conjuntos en consolidación. Este Frente prepara un encuentro para definir la conformación de una lista conjunta al Senado, concertar los más amplios acuerdos del progresismo para la Cámara y reiterar el respaldo a la consulta de marzo de 2026 que defina una candidatura presidencial unificada entre todas las precandidaturas de las vertientes de izquierda y progresistas.
No hay disyuntiva en la tensión entre cambio democrático o neofascismo. Los comunistas, la izquierda y en universo plural de fuerzas democráticas ya tomaron posición. Vamos con toda por el segundo piso de las reformas y los cambios democráticos hacia la justicia social.