martes, septiembre 23, 2025
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La igualdad como herejía filosófica

La obra de Celia Amorós revela que la razón no fue neutral, sino moldeada por el patriarcado, y plantea reapropiarla como herramienta de igualdad y emancipación

Anna Margoliner
@marxoliner

En la historia de la filosofía occidental, los grandes sistemas de pensamiento se han erigido como guardianes de la razón, el conocimiento y la universalidad. Sin embargo, esa universalidad siempre tuvo un límite: dejaba fuera a la mitad de la humanidad.

Desde Aristóteles hasta Kant, las mujeres fueron relegadas al silencio, al ámbito doméstico o a la categoría de “naturaleza”, en oposición a la “cultura” y a la razón, que supuestamente encarnaban los hombres. Frente a este panorama, la filósofa española Celia Amorós, dio un giro fundamental con su obra Hacia una crítica de la razón patriarcal.

Publicada en la década de los ochenta, esta obra es uno de los textos fundacionales del feminismo filosófico, pues desmonta las bases teóricas de un sistema de pensamiento que legitimó durante siglos la subordinación femenina.

El contexto histórico de una ruptura

La obra de Amorós surge en un momento de gran transformación. En España, tras la dictadura franquista, la transición democrática abrió espacios para los movimientos sociales, entre ellos un feminismo emergente que buscaba replantear las bases de la ciudadanía. En el ámbito internacional, las décadas de 1970 y 1980 fueron el escenario de la segunda ola feminista, que cuestionaba no solo la falta de derechos civiles y laborales, sino también la manera en que el conocimiento y la cultura reproducían el patriarcado.

En este contexto, Hacia una crítica de la razón patriarcal se convirtió en una propuesta filosófica disruptiva. Amorós reclamaba que el feminismo no debía limitarse a la denuncia social o política, sino también disputar el terreno del pensamiento, allí donde se había naturalizado la exclusión de las mujeres.

El corazón de la crítica

Amorós parte de una tesis contundente: la razón occidental, lejos de ser neutral, ha sido históricamente una razón patriarcal. Es decir, un sistema organizado para legitimar la exclusión de las mujeres, bajo la apariencia de universalidad.

La autora muestra cómo los grandes pensadores de la tradición —Aristóteles, Rousseau, Kant, Hegel— definieron a las mujeres como seres incompletos, dependientes o incapaces de ejercer plenamente la racionalidad. Esa exclusión filosófica justificó su marginación política, su confinamiento en la esfera privada y su subordinación en la vida social.

Frente a ello, Amorós no plantea renunciar a la razón, sino rescatarla en clave emancipadora. Propone una “Ilustración feminista” que retome las banderas de la igualdad y la autonomía, pero sin las limitaciones patriarcales de la Ilustración histórica. En sus propias palabras: “El patriarcado ha sido la razón organizada en clave de exclusión. El feminismo debe ser la razón emancipada en clave de igualdad.”

Además, Amorós rechaza cualquier esencialismo: las mujeres no poseen una esencia fija que determine su identidad. Lo que existe es una construcción histórica que puede transformarse desde la acción colectiva. Esta crítica al esencialismo abre la puerta a pensar la agencia política de las mujeres y su papel en la construcción de ciudadanía plena.

La filósofa detrás de la obra

Celia Amorós Puente nació en Valencia en 1944 y es una de las grandes referentes del feminismo filosófico en lengua castellana. Doctora en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid, ha dedicado su carrera a investigar las raíces patriarcales del pensamiento occidental y a articular una genealogía feminista dentro de la filosofía.

Fue profesora en la Universidad Complutense y dirigió el Instituto Universitario de Estudios de la Mujer en la Universidad Autónoma de Madrid. Su obra no se limita a Hacia una crítica de la razón patriarcal; destacan también Tiempo de feminismo y La gran diferencia y sus pequeñas consecuencias… para las mujeres, por la que recibió el Premio Nacional de Ensayo en 2006.

Amorós ha sido clave en la institucionalización de los estudios de género en España, pero también en la difusión de un feminismo filosófico que dialoga con la teoría crítica, la Ilustración y las luchas por la igualdad en América Latina.

La vigencia de una crítica radical

Hoy, en pleno siglo XXI, los planteamientos de Amorós mantienen una vigencia innegable. Su denuncia de la razón patriarcal resuena en los debates actuales sobre epistemología feminista, producción del conocimiento y exclusión de las mujeres en los espacios académicos y políticos.

En un contexto global marcado por avances en materia de igualdad, pero también por la reacción conservadora y los discursos antifeministas que proliferan en redes sociales, la propuesta de Amorós cobra especial relevancia. La filósofa insiste en que la igualdad no puede negociarse ni fragmentarse: es un principio universal que debe impregnar tanto las leyes como el pensamiento.

Así, su obra se convierte en una brújula para las generaciones actuales, recordándonos que el feminismo no solo lucha por derechos concretos, sino que también busca transformar las estructuras más profundas del conocimiento y la cultura.

Hacia una crítica de la razón patriarcal es más que un libro: es un manifiesto filosófico que invita a desmontar siglos de exclusión intelectual. Celia Amorós nos recuerda que el feminismo no se limita a exigir igualdad en la política o en el trabajo, sino que también interpela las formas de pensar y razonar que han justificado la subordinación de las mujeres.

En tiempos en que resurgen los discursos que intentan devolver a las mujeres a roles tradicionales, la obra de Amorós se erige como una llamada a no abandonar la razón, sino a transformarla en un instrumento de emancipación. La filosofía, sostiene la autora, no puede seguir siendo un espacio de exclusión: debe abrirse como un lugar de igualdad y justicia.

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