Cada 15 de septiembre se celebra el día mundial de este ritmo que revolucionó a América Latina y es imagen de resistencia, lucha e irreverencia
Redacción mujeres
El reguetón nació en los márgenes, en los barrios populares de Puerto Rico y Panamá, donde los jóvenes mestizos y afrodescendientes, mezclaron el reggae en español, el hip hop y los beats electrónicos en la década de los 80 y 90. Desde allí, se convirtió en la banda sonora de la vida urbana: un grito de identidad frente a la exclusión social y racial.
Aunque por años fue estigmatizado por sus letras explícitas y su origen barrial, el género creció al ritmo de las calles, expandiéndose por todo el Caribe, América Latina y, finalmente, el mundo.
De lo prohibido al mainstream
Con artistas como Daddy Yankee, Tego Calderón, Don Omar y Wisin & Yandel, Tito El Bambino, Ivy Queen, el reguetón entró al mainstream en los 2000. Canciones como Gasolina hicieron evidente que lo que nació como música de resistencia se transformaba en fenómeno comercial, sin perder su fuerza popular.
Aun así, el reguetón mantuvo su esencia contestataria: visibilizó las tensiones de clase, género y raza que lo atravesaban, y se convirtió en un espacio cultural donde las juventudes podían narrar su realidad.
Las reinas del reguetón
Las mujeres también fueron pioneras, con letras sensuales, de amor, y resistencia frente al machismo que cruzaba el género, llevaron el reguetón a otro nivel.
Indudablemente, Ivy Queen fue la voz que abrió el camino para las reguetoneras, su canción “Yo Quiero Bailar” que con una letra contundente y feminista revolucionó el género.
Asimismo, Demphra y Joysi Love de la Factoría, grupo panameño, alcanzaron un vertiginoso éxito mundial con sus canciones. “Perdóname”, fue quizás, su canción más sonada.
Por último, está Natya, conocida por su canción “Tocate Toá” con Big Yamo, que trascendió por su voz dulce y ritmo caribeño colombiano, ahora es científica, tiene tres patentes y lidera investigaciones que transforman la salud, el ambiente y la tecnología.
Reguetón y movilización social
En la última década, el reguetón ha dejado de ser visto únicamente como un ritmo de fiesta, para convertirse también en plataforma de movilización social. Un ejemplo claro es la participación de artistas en luchas políticas, como ocurrió en Puerto Rico en 2019, cuando Bad Bunny, Residente y Ricky Martin salieron a las calles, junto a miles de manifestantes para exigir la renuncia del gobernador Ricardo Rosselló.
Ese momento marcó un antes y un después: el reguetón no solo llenaba discotecas, también llenaba plazas.
Bad Bunny y la apuesta política de Dtmf
Entre los exponentes actuales, Bad Bunny se ha consolidado como una de las voces más influyentes. Su música conecta con las experiencias de las juventudes y no teme señalar injusticias. En su más reciente álbum, Dtmf, el artista apuesta por una crítica frontal al poder político y económico, visibilizando la precariedad social, y cuestionando los discursos de progreso que ignoran la desigualdad.
Asimismo, en su cortometraje Debí tirar más fotos lanza una crítica a la gentrificación por la que está pasando la isla, demostrando la pérdida de tradiciones y cultura.
Con frases como, “quesitos sin queso”, el cual es un postre puertorriqueño, hace referencia a un Puerto Rico sin puertorriqueños, asimismo, la imagen del álbum es el Sapo Concho, una de las dos únicas especies de anfibios autóctonos de la isla, el cual se encuentra en peligro crítico de extinción.
El mensaje es claro: proteger los ecosistemas, la cultura y la resistencia frente a radicales cambios en manos de la gentrificación del país del norte.
Ahora bien, mas allá del espectáculo, Benito Antonio Martínez Ocasio se ha convertido en símbolo de un reguetón que, fiel a sus raíces, no olvida su papel como voz de las periferias.
Sus recientes declaraciones frente, a la exclusión de Estados Unidos en su gira mundial, son muestra de su posición en contra de las acciones que vulneran los derechos humanos de los migrantes.
“Hubo muchas razones por las que no me presenté en Estados Unidos, y ninguna de ellas fue por odio; he actuado allí muchas veces (…) pero estaba el tema de que la jodida ICE podía estar afuera de mi concierto. Ese es un tema del que hablamos y que nos preocupaba mucho” mencionó en entrevista con la revista i – D.