viernes, septiembre 5, 2025
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“No vengo de las élites, vengo del pueblo trabajador”

VOZ publica el discurso de la exministra Gloria Inés Ramírez en la presentación oficial de su precandidatura presidencial. En el multitudinario evento también se lanzó la campaña de María Eugenia Londoño al Senado y de Gabriel Becerra a la Cámara de Representantes

Gloria Inés Ramírez

La política es un acto de amor por la vida y por la dignidad. Por eso declaramos que nuestra propuesta es un compromiso nacional por el respeto a la vida. Un mandato para que nadie más tenga que llorar a sus hijos por la violencia o por el hambre. El principio de una Colombia digna, dialogante, soberana y popular.

Asistimos al inicio de un proceso de unidad significativo para la izquierda política, los movimientos sociales, las comunidades de base, el Pacto Histórico y la democracia.

Hoy competimos en una consulta. Mañana estaremos unidos enfrentando a quienes quieren devolvernos al pasado. La fuerza del cambio está en nuestra diversidad, pero sobre todo en nuestra unidad. Este debate no es para dividirnos, si no para fortalecer al Pacto Histórico como la alternativa del pueblo colombiano.

No vengo a hablarles solo como candidata, sino como mujer trabajadora, sindicalista, feminista, maestra, hija de este pueblo que nunca se rinde. He crecido en la política democrática defendiendo los derechos humanos y la construcción de paz, buscado acompañar los procesos de unidad desde el respeto a la diferencia. El objetivo siempre ha sido una Colombia con derechos y justicia social, que combate la desigualdad y la pobreza.

Soy una mujer trabajadora, sindicalista, feminista, maestra y luchadora por la paz. Aprendí que los derechos no se mendigan, se conquistan con organización, ternura, movilización y firmeza. Me presento a esta consulta del Pacto Histórico para contribuir a que el cambio no sea un episodio, sino un proyecto democrático de largo aliento.

No vengo de las élites, sino del pueblo trabajador. Hoy no presento un nombre, presento una causa: que Colombia sea, por fin, un país justo, dialogante, digno y popular. Venimos a continuar y a profundizar el cambio, con una mirada renovada que escucha, convoca y construye con la gente.

Mi voz ha estado en las calles, en los debates del Congreso, en el Gobierno, en los campos y en los territorios olvidados.

Como ministra de Trabajo aprendí que en la tarea política de construir una reforma laboral y pensional, tenían que estar la voz de los excluidos, de quienes no son escuchados por las élites políticas. Por eso en el centro del debate no solo estuvieron las propuestas del movimiento sindical que exigía contar con un reconocimiento colectivo como sujeto político y víctima reconocida de un genocidio, así como recuperar los derechos laborales arrebatados por los gobiernos neoliberales. Pero también estuvieron las voces de mujeres, jóvenes, informales, personas con discapacidad, artistas, transportadores, campesinado, trabajadoras domésticas y todos aquellos que viven en relaciones de trabajo sustentadas en la explotación o la precarización.

Gracias a eso y a la reforma laboral, el contrato indefinido es la regla, los recargos nocturnos se reconocen desde las siete de la noche, el trabajo dominical y festivo son remunerados al 100 por ciento, los aprendices del SENA recuperaron su contrato laboral y sectores históricamente olvidados como el trabajo doméstico, rural y plataformas digitales reviven la seguridad social y garantías básicas.

Hace unos años el pueblo colombiano se levantó para decir basta a la desigualdad, a la exclusión y al miedo. Ese grito se convirtió en el Gobierno del cambio. Por eso estoy aquí: para decir que el cambio no se detiene, que vamos a profundizarlo con más fuerza, con más ternura y con más valentía.

Somos ejemplo de que la política, sumada a la capacidad técnica, pueden lograr consensos para la aprobación de los cambios que le prometimos al país y que hoy deben continuar. Tenemos aprobadas dos reformas sociales para la vida. Una laboral con nuevos derechos y que fortalece al movimiento sindical y al pueblo trabajador. Y también una pensional que por fin sacará de la pobreza extrema a alrededor de tres millones de adultos mayores. Nuestro compromiso es implementarlas y sacar adelante la reforma a la salud y otros proyectos de transformación social.

No obstante, estamos a medio camino. No es posible vislumbrar el efecto positivo de estas medidas si no se continúa el camino del cambio social con trabajo más digno y decente para todas y todos.

El momento político actual en Colombia se define por la intensificación de la disputa en torno a la continuidad del cambio o el retorno de la derecha.

En este contexto el Pacto Histórico consolida su unidad como la principal fuerza política de izquierda y progresista del país. Su consolidación orgánica trasciende lo coyuntural, proyectándose como un instrumento de transformación estructural con objetivos de largo alcance. Actualmente gestiona su personería jurídica ante el consejo nacional electoral tras concertar acuerdos programáticos, estatutarios y de fusión partidista. El gran reto es erigirse como herramienta de acción de las mayorías populares, disputar el sentido común, social y garantizar la continuidad del proceso del cambio, y conquistar un congreso con mayorías.

Esta candidatura representa una oportunidad para continuar y profundizar los cambios iniciados por el actual gobierno, pero con una mirada renovada, dialogante, plural y comprometida con los territorios, las mujeres, los jóvenes, los trabajadores, y los sectores históricamente excluidos. Desde esta posición, no solo buscaré liderar un proceso de continuidad democrática hacia un país más equitativo y soberano, sino también profundizar las conquistas sociales que conducen hacia una Colombia más justa, diversa y sostenible. Creo firmemente en un proyecto que pone en el centro la justicia social, la dignidad humana y la paz. Así, nuestros énfasis serán los siguientes:

Justicia Social y Lucha contra la Desigualdad: La pobreza es el principal obstáculo para el ejercicio de los derechos. Por eso haremos de la justicia social el corazón del gobierno: implementaremos la reforma laboral y pensional con enfoque de trabajo digno; empleo productivo; redistribución para cerrar brechas; y una economía popular, solidaria y comunitaria que deje de ser invisible y se convierta en protagonista del desarrollo.

Acuerdo por la Sostenibilidad y la Equidad: Proponemos impulsar una transformación fiscal con sentido social. La estabilidad de las finanzas públicas será una prioridad, la cual tendrá como principios la justicia social y económica, la corresponsabilidad y la eficiencia. Este acuerdo parte de la legitimidad social y un enfoque redistributivo.

El Campo como Motor de Desarrollo: La soberanía nacional depende del desarrollo del campo y de una reforma agraria. La propuesta incluye seguir trabajando por una reforma agraria que garantice la transformación del campo colombiano, permita la titulación y entrega de tierras, consolide una política agroalimentaria para alcanzar la seguridad y soberanía alimentaria, y una comisión para la regulación de precios de los alimentos. Además, se impulsará la Educación Popular y la apropiación del conocimiento en las zonas rurales.

Seguridad para la vida: Nuestro enfoque de seguridad será la seguridad para la vida, centrada en la protección de liderazgos sociales, la participación política sin miedo y la garantía de derechos en todo el territorio nacional. Impulsaremos una política integral de seguridad ciudadana y convivencia, con prevención, justicia comunitaria y presencia institucional cercana. Reformaremos de manera democrática el sector seguridad y defensa, desmontando la doctrina del enemigo interno y construyendo una nueva institucionalidad basada en la soberanía, el control civil, la inteligencia para el desmantelamiento de redes criminales, la ciberseguridad y la justicia territorial. Fortaleceremos la cooperación transnacional para enfrentar el crimen organizado desde una perspectiva de soberanía, corresponsabilidad y derechos humanos. La seguridad será para el pueblo, no contra el pueblo.

Paz Integral: La paz integral será el centro de nuestro gobierno, no es solo el silencio de los fusiles: es presencia del Estado, oportunidades y dignidad cotidiana. Será una apuesta estructural por garantizar la realización efectiva de los derechos humanos, buscar la salida negociada al conflicto, cumplir lo acordado en los Acuerdos de Paz y superar todas las violencias que afectan al pueblo colombiano.

Las artes, las culturas y los saberes para una narración de país: Las artes y los saberes son derechos y son el relato vivo de la nación. Un país sin cultura no tiene alma. Vamos a apoyar a los artistas, a reconocer los saberes ancestrales y a caminar juntos hacia una cultura de paz. Reconociendo las Culturas, las artes y los saberes como derechos fundamentales y como la narración viva de nuestra identidad, se implementará una estrategia integral para su protección y democratización.

Reindustrialización: Se fortalecerá y profundizará la política de reindustrialización de la economía colombiana, para consolidar la transición desde un modelo extractivo hacia un modelo productivo, sostenible y basado en el conocimiento. Esta apuesta permitirá dinamizar sectores como la agroindustria, la salud y las energías limpias, integrando las capacidades productivas del país con las demandas de un desarrollo inclusivo y bajo en carbono desde una apuesta por la justicia económica. Con un enfoque territorial, la política buscará potenciar vocaciones productivas regionales, aumentar la competitividad, cerrar brechas de desarrollo y generar empleo digno en los territorios con garantía de derechos. Además, se articulará de manera integral con las políticas de empleo, educación y ciencia, tecnología e innovación, como parte de una estrategia nacional para aumentar la productividad y fortalecer la competitividad del aparato productivo colombiano.

Juventudes, sujetos de la participación y la transformación: A la juventud quiero hablarle con el corazón: no son el futuro, son el presente. Ustedes serán protagonistas del cambio, no espectadores. Proponemos no solo escuchar las voces jóvenes, sino institucionalizar su poder de decisión, transformando su participación en el motor de las políticas públicas que consolidaran la profundización de los cambios.

Justicia de género: Impulsaremos un crecimiento económico y social que sitúe a las mujeres y diversidades en el centro de las políticas públicas, fortaleciendo así la democracia. La justicia de género constituye el horizonte para cerrar las brechas persistentes en el país, actuando como motor de igualdad en todas las esferas sociales. Bajo el principio de que cuando una mujer avanza, ningún hombre retrocede, invertiremos en equidad de género para que las mujeres superen brechas históricas, las personas LGBTIQ+ sean incluidas sin discriminación y los hombres construyan masculinidades no hegemónicas ni violentas, avanzando hacia una sociedad en paz integral.

Salud para la Vida y la Dignidad: La salud será garantizada como un derecho fundamental mediante la consolidación de un sistema público, universal, descentralizado y preventivo que ponga en el centro la vida y el bienestar de las personas.

Sociedad del Conocimiento, para el impulso de la justicia social: Impulsaremos una Sociedad del Conocimiento a través de una transformación educativa integral que, desde la primera infancia hasta la educación superior, busque el cierre de brechas territoriales, digitales y de género.

Política exterior: Se propone una política exterior que parta del principio de soberanía y siga reposicionando a Colombia como un referente a nivel global de la defensa de la paz, los derechos humanos y la justicia climática. Se promoverá una diplomacia orientada a fortalecer la integración regional mediante alianzas con países afines en defensa de la autodeterminación de los pueblos, la cooperación Sur-Sur y el fortalecimiento de organismos como la CELAC, UNASUR y los BRICS. Tendremos una política exterior para consolidar las relaciones estratégicas con Asia, África y Europa en clave de comercio justo, ciencia, tecnología, transición energética y protección del medio ambiente. Defenderemos una política migratoria basada en la dignidad y el respeto a los derechos de los colombianos en el exterior.

Colombianas y colombianos asistimos al comienzo de un proceso de unidad significativo para la izquierda política, para los movimientos sociales, para las comunidades de base, para la democracia en sí misma, hoy somos Pacto Histórico, somos unidad.

Compañeras y compañeros del Pacto Histórico: no olvidemos que nuestro adversario no está aquí, entre nosotros. La derecha y los poderes económicos son quienes quieren devolvernos al pasado. A ellos debemos enfrentarlos unidos, con la fuerza de un pueblo que ya decidió que el cambio es irreversible.

Colombia merece un destino distinto: un país donde la riqueza se reparta con justicia, donde el campo sea orgullo y futuro, donde las mujeres vivan libres y con derechos, donde la juventud tenga oportunidades, donde nadie tenga que elegir entre comer o estudiar, entre trabajar o cuidar. Vamos a construir esa Colombia con esperanza y con disciplina, con firmeza y con ternura.

Frente a esta coyuntura el Partido Comunista como parte del Pacto Histórico articula sus campañas electorales en todo el territorio nacional para garantizar la continuidad y profundización de los procesos del cambio, mantener y ampliar la representación parlamentaria en el Senado y la Cámara, donde estaremos con nuestra compañera María Eugenia Londoño y Gabriel Becerra, entre otros, buscando consolidar al Pacto Histórico como fuerza dirigente del proceso transformador.

A quienes hoy nos escuchan en barrios, veredas y ciudades: esta campaña no es de una persona, es de un pueblo que decidió levantarse. Les convoco a organizarse, a cuidar el voto en la consulta, a conversar con la vecina, con el trabajador informal, con la maestra y con el joven que busca su primer empleo. Cada voz cuenta, cada mano suma.

Nuestro propósito tiene un sentido práctico, estamos mejorando la vida de millones de personas, por eso cuenten conmigo, cuenten con la continuidad de las transformaciones por la vida, no podemos aflojar pues apenas estamos floreciendo.

Somos un pueblo que no se resigna y que quiere vivir con dignidad.

Esta no es una candidatura personal, es la continuidad de una lucha colectiva. No vengo a dividir: vengo a multiplicar.

Convocamos a todos los sectores sociales, políticos y ciudadanos a unirnos en este Compromiso Nacional por el Respeto a la Vida y por la continuidad de los cambios.

Vamos juntas y juntos, hasta la victoria.

Esa es mi propuesta y la pongo al servicio de este país de este proyecto colectivo.

Hoy no les pido solo el voto, les pido la confianza, la organización y la esperanza. Les pido que caminemos juntas y juntos hacia una Colombia digna, dialogante, soberana y popular.

No podemos aflojar, pues estamos floreciendo.

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