La expansión de la producción y del consumo de sustancias ilícitas en el ámbito mundial llama a la búsqueda de nuevas fórmulas para su control, como retomar la propuesta de su legalización
Redacción económica
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito – UNODC en su informe Mundial sobre las Drogas, afirma en su informe de junio de este año, que Colombia produce el 70 por ciento de cocaína del mundo con unas 253000 hectáreas sembradas de esta planta y 2.600 toneladas producidas en 2023. Por otro lado, Ana M. Rueda análista sobre la política de drogas de la Fundación Ideas para la PAZ – FIP, afirma que “en 2023 se reportaron 181 municipios con cultivos de coca y 182 con presencia de bandas criminales que en su mayoría coinciden”
Cifras y experiencias fallidas
Una hectárea sembrada de coca produce en promedio 1.120 kilos y el costo oscila alrededor de cuatro millones de pesos ($4.000.000 /kilo) y se vende en Europa en cerca de 35.000 euros, o sea, al cambio actual, unos $168 millones. Esta alta rentabilidad explica la posibilidad de sobornar a las autoridades, aduanas, transportadores para ponerla en el mercado exterior.
Hace diez años se suspendió la fumigación aérea de cultivos de coca con glifosato a, entre otras cosas por el impacto sobre la fauna, la flora, sobre el medio ambiente y sobre la salud de recolectores y cultivadores de esta planta. Ante el aumento de su producción, algunos sectores insisten en reanudar la aspersión como única fórmula. No obstante, la experiencia ha demostrado que esta práctica desató en su tiempo, alto grado de conflictividad entre cultivadores y la fuerza pública, pues para los primeros era la única fuente de ingresos.
También se implementó la extradición como medio disuasivo ante la posibilidad de largas condenas en cárceles extranjeras para los narcotraficantes. Hoy día muchos de estos se acogen a esta medida para obtener beneficios como rebajas de penas y hasta la posibilidad de conservar parte del dinero mal habido y a cambio, delatar a sus cómplices, suministrar información sobre rutas.
Negocio mutante
La actividad del narcotráfico se ha tecnificado, ahora son “empresas” con alto grado de organización que han penetrado el sistema financiero internacional. El proceso de legalizar sus cuantiosos ingresos, el llamado “lavado” ahora es mucho mas sofisticado, se incrusta en la sociedad y en economía de los países con la complicidad de muchos actores. De hecho se habla de una “junta del narcotráfico de Dubái” conformada por criminales colombianos y de otros países, donde planean sus actividades.
Lo anterior da una idea de lo complejo de la lucha contra esta actividad en el país. El primer eslabón de la cadena, productores y recolectores, ante la expectativa de mejores ingresos, son los mas vulnerables. Esta administración está implementando estrategias integrales para atraer al campesinado a los cultivos legales como el pago por cada mata erradicada, la compra directa de la cosecha y créditos blandos. En el Catatumbo, región con grandes extensiones de cultivos ilícitos y epicentro de recientes conflictos entre la fuerza pública y grupos armados ilegales, se esta implementando esta estrategia.
Desde el punto de vista económico, es un tema de oferta y demanda. Se produce la cocaína porque existen potenciales compradores así como se producen televisores porque el mercado ha detectado que hay un segmento de población dispuesta a adquirirlos.
En países productores como Colombia, son muchas las secuelas, una de ellas, las bandas armadas que se eliminan entre si por el control de estos cultivos, el microtráfico, la delincuencia, la posibilidad de obtener dinero rápido y fácil; miembros de la fuerza pública que perecen al enfrentar a las bandas de narcotraficantes.
Participación económica
La firma Raddar, al analizar la participación de los cultivos ilícitos en la economía colombiana, afirma que las exportaciones de cocaína en 2023 alcanzaron la cifra de US13.000 millones, lo que de acuerdo con este monto, serían el segundo renglón de exportación del país después del petróleo. Advierte el mismo informe que esto no quiere decir que esto se refleje en un incremento en el PIB pues no genera empleo ni incrementa el ingreso monetario de las familias.
En cambio, si genera mas dólares en circulación que se convierten en un factor inflacionario, al haber mas circulante. Camilo Herrera, fundador de la citada firma concluye que dichas exportaciones de cocaína corresponderían en forma aproximada al tres por ciento del PIB, pero reitera que este porcentaje no se traduce en crecimiento y desarrollo. (Portafolio, julio 25/2025).
Certificación y soluciones
En septiembre de este año el gobierno de Estados optará por certificar o no a Colombia en la lucha contra el narcotráfico, tema clave en las relaciones entre Bogotá y Washington por la divergencia con que se trata este tema en cada país. Estados Unidos, aduciendo temas de seguridad nacional, califica el narcotráfico como terrorismo y en consecuencia no descarta la intervención militar contra bandas organizadas de narcotraficantes en los países productores. Según la cadena de noticias CNN, habría desplegado en el Mar Caribe 4000 infantes de marina, un submarino de ataque de propulsión nuclear, varios destructores y un avión de reconocimiento.
Lo fallido de las diversas estrategias arriba señaladas para erradicar esta actividad indican la necesidad de recurrir a otras fórmulas mas realistas, por ejemplo, asumirlo como un problema de salud pública mundial y no como un tema de criminalidad. Diversos sectores se pronuncian por legalizar esta actividad en un marco de acuerdos entre países productores y consumidores, a lo que tendrían que sumarse el resto de las naciones ante la masificación del tráfico y el consumo, que la convierte en una verdadera pandemia.