viernes, junio 27, 2025
InicioEconomíaAparecen otras monedas

Aparecen otras monedas

El caos y la incertidumbre provocados por la política arancelaria de Estados Unidos sugiere la necesidad de un nuevo sistema monetario internacional, cuyo medio de transacción no dependa del dólar

Iván Posada P.

Con el fin de impulsar su desarrollo, la mayoría de las economías adoptaron el proteccionismo como estrategia, es decir, limitar al máximo la importación de bienes y mercancías para incentivar su producción interna y alcanzar la autosuficiencia. Por ello, se imponían altos aranceles a los productos importados.

De hecho, durante las primeras etapas de su desarrollo, las economías de Europa, Japón y Estados Unidos aplicaron con éxito esta estrategia, conformando el denominado centro desarrollado. El resto de las economías quedaron relegadas a la denominada periferia.

Por el contrario, el libre mercado plantea que el comercio debe operar bajo la ley de oferta y demanda; sin la intervención del Estado en la regulación de la actividad económica. En la década de 1990, se introdujo la apertura económica y la globalización como mecanismos para controlar el mercado mundial, fijar precios de monopolio y especializar a la periferia en el papel de suministrar materia prima y recursos naturales a las naciones industrializadas a precios que imponen las transnacionales.

Los Tratados de Libre Comercio, TLC, suscritos entre las economías desarrolladas y la periferia ─que no podía competir ni con la agricultura ni con la industria de las potencias─ provocaron la quiebra de estos sectores en muchos países. En este contexto, Estados Unidos jugaba como la primera economía mundial y su moneda, el dólar, como el medio más aceptado en el comercio mundial, por esto, los países tienen sus reservas internacionales en esta moneda. En Colombia, por ejemplo, constituyen cerca del 80 por ciento de estas.

Al igual que los bonos del tesoro estadounidenses, los dólares son ampliamente aceptados por la seguridad que ofrecían hasta hoy día. En la práctica, eran activos, una especie de cheque en blanco que se podía transar muy fácilmente. No obstante, esta hegemonía del dólar tiende a terminar, incluso a acelerarse a causa de la política arancelaria que está adoptando EE. UU. y a la cambiante situación en la economía mundial.

Inesperado competidor

El rápido crecimiento de China en las últimas tres décadas la posicionó como la primera potencia comercial del mundo por su capacidad para producir bienes de consumo y de capital, y exportarlos a precios que sus socios comerciales no pueden competir. Un ejemplo de ello es el auto eléctrico BDY, menor en costo en 8.000 dólares que el de su homólogo de Tesla, cuyo propietario, Elon Musk, debe estar muy preocupado, lo mismo que el gobernante de la Casa Blanca, Donald Trump.

La desesperada medida del presidente de Estados Unidos de imponer aranceles a sus socios comerciales, especialmente a China, busca revertir la situación de hace tres décadas. Su objetivo es intentar el retorno de las empresas norteamericanas que migraron a otros países en forma de maquilas para minimizar costos en mano de obra, impuestos, aranceles, etc. Por eso, se dice que la fábrica del mundo hoy está ubicada en China.

Impacto regional

Todo indica que, al igual que con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA), Estados Unidos no modificará las tarifas arancelarias establecidas en los TLC firmados con Colombia y otros países de América Latina. Estas condiciones fueron acordadas de manera bilateral y no pueden ser modificadas en forma unilateral. Además, resulta cada vez más evidente que estas medidas se van a devolver contra la propia economía de EE. UU.

Colombia y Estados Unidos

Estados Unidos es el principal destino de las exportaciones colombianas, por lo tanto, cualquier incremento de aranceles no acordado, se trasladaría a los consumidores finales. En 2024, según el DANE, la balanza comercial entre Colombia y EE. UU. finalizó con un déficit de USD 10 mil millones, a causa de que se incrementaron las importaciones y al mismo tiempo se redujeron las exportaciones.

De mantenerse el incremento del diez por ciento sobre las exportaciones colombianas a EE. UU., el 18 por ciento de estas se verán afectadas y podrían reducirse hasta el ocho por ciento, esto es, unos 1.100 millones de dólares, según lo anota El País (2025).

La Cámara de Comercio Colombo Americana estima que el 40 por ciento de la canasta exportadora tendría alguna oportunidad de expandir su capacidad a causa de que productos chinos como material eléctrico, textiles, confecciones y confitería, enfrentarán aranceles más altos que los aplicados a productos colombianos. Sin embargo, frente a México, Colombia se encuentra en desventaja en productos como el aguacate, el cacao y el limón. Esto se debe a que Estados Unidos resolvió, a última hora, mantener las actuales tarifas arancelarias en el marco del Tratado de Libre Comercio, NAFTA.

Según estudios de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF), el sector minero-energético podría ser impactado por el incremento de los aranceles, debido a su alta participación en las exportaciones colombianas hacia EE. UU., que representan el 59 por ciento del total.

Con respecto a Ecuador y Países Bajos, que enfrentarán aranceles más altos que Colombia, sectores como las flores y plantas, el café, el aluminio y los plásticos podrían salir ganadores. Son solo algunos ejemplos de cómo la política arancelaria errática de EE. UU. puede distorsionar el comercio mundial.

Secuelas y alternativas

La política arancelaria de Estados Unidos está debilitando aún más el actual sistema monetario internacional, construido en el dólar como moneda dominante en las transacciones globales. A esto se suma la creciente inoperancia de la Organización Internacional del Comercio, OIC, como ente regulador del comercio mundial.

Estas medidas del presidente Trump están acelerando las condiciones para que bloques económicos como los BRICS (Brasil, Rusia, India, Sudáfrica y otros socios recientemente vinculados) avancen en la creación de su propia moneda y fortalezcan sus relaciones comerciales sin el dólar como medio de transacción.

Como consecuencia, el otrora poderoso dólar sigue perdiendo valor y presencia en el comercio mundial, debilitando así la propia economía estadounidense. Monedas como el euro y el renminbi (moneda oficial de la República Popular China) podrían ganar mayor protagonismo internacional.

RELATED ARTICLES

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Most Popular

Recent Comments

Fernando Acosta Riveros en Manifiesto por la paz mundial
esperanza moreno gutierrez en Carta de lector
Fernando Acosta Riveros en La democracia judicial mexicana
William Fortich Palencia en Cortar el césped, arrasar la tierra
Fernando Acosta Riveros en El megaproyecto del siglo XXI
Fernando Acosta Riveros en Francisco, el papa del sur
Fernando Acosta Riveros en Solidaridad con RTVC
LUZ HELENA VARGAS en Una jueza indómita
Fernando Acosta Riveros en Las chazas de la Che
WLDARICO FLOREZ -PEÑA en La metamorfosis del conflicto armado
Andrés Arévalo en Una serie con tedio anunciado
Eder José Scaldaferro Silvera en 50 ediciones de amor y lucha
Isaac Rafael Garcia en 50 ediciones de amor y lucha
Jorge Albeiro Gil Panesso en ¿Qué hay detrás de la COP16?
Alba Rocío Gomez Ramírez en El comunismo decrecentista
Luis Alfredo en Una ministra de racamandaca
Rodrigo en No hay dos demonios
Rodrigo en Petro en la mira
Rodrigo en 30 años sin Manuel
Rodrigo en ¿No se dan cuenta?
Rodrigo Carvajal en Elefantes blancos en Coyaima
Rodrigo Carvajal en No Más Olé
Rodrigo Carvajal en ¡A hundir el acelerador!
Rodrigo Carvajal en Semana contra el fascismo
Rodrigo Carvajal en Ucrania, ¿Otro Vietnam?
Rodrigo Carvajal en ¿Quién es Claudia Sheinbaum?
Rodrigo Carvajal en Odio y desinformación
Rodrigo Carvajal en La inflación y sus demonios
Rodrigo Carvajal en No cesa la brutalidad sionista
Rodrigo Carvajal en Putin gobernará hasta el 2030
Rodrigo Carvajal en De Bolsonaro a Lula