Nelson Lombana Silva
Solo para decirlo de una manera coloquial y sin mucha literatura: Álvaro Uribe Vélez es una vergüenza tanto a nivel nacional como internacional. Los Estados Unidos lo señalaron en importancia como el narcotraficante número 82; siendo gobernador del departamento de Antioquia fundó las Convivir (paramilitarismo) y a la sombra de la tétrica política de la seguridad democrática le dio estatus político y afianzó sus ocho años de terror a punta de estas criaturas en estrecho contubernio con el militarismo de extrema derecha.
Datos estadísticos señalan que durante su oscuro mandato se presentaron mal contados más de 60 mil desaparecidos, seres humanos como cualquiera de nosotros con padres, madres, hermanos, novias, novios, amigos, que todavía esperan expectantes su regreso.
La sombra de los más de 3.200 falsos positivos, es decir, asesinatos extrajudiciales de humildes colombianos solo para decir que estaba derrotando a la insurgencia y de paso cobrar sumas exageradas justificando de esta manera los millonarios dólares procedentes de los Estados Unidos, en desarrollo del mal llamado “Plan Colombia”.
El dolor de patria que hay en quienes amamos a Colombia al entregar la soberanía nacional a las multinacionales y transnacionales y a las periqueras fuerzas militares de los Estados Unidos, permitiendo la instalación de siete bases norteamericanas en la patria de Bolívar, José Antonio Galán, Policarpa Salavarrieta, Antonia Santos, Antonio Nariño y tantos héroes y mártires.
Convertir el solio de los presidentes, la Casa de Nariño en un verdadero antro de delincuentes y narcotraficantes, donde éstos salían y entraban como Pedro por su casa avergonzando nuestra dignidad a nivel nacional e internacional.
Ese personaje siniestro, seguramente agente de la CIA ahora se va lanza en ristre contra la hermana República Bolivariana de Venezuela y con verdadera saña arremete en las sombras contra la patria de Simón Bolívar. Se coloca al servicio de la CIA y busca por todos los medios desestabilizar el gobierno democrático de Nicolás Maduro con el mismo ímpetu que lo hizo con Hugo Chávez Frías. ¡Qué vergüenza! ¡Qué falta de grandeza!
La CIA viene utilizando los mismos libretos que antaño utilizó contra los gobiernos democráticos de América Latina y en otros países del mundo. Esos mismos libretos los utilizó los Estados Unidos en Chile cuando era presidente Salvador Allende; en Nicaragua, en Cuba, etc. Quizás lo novedoso sea que entre sus más obsecuentes peones del mal cuente con el señor Álvaro Uribe Vélez y seguramente muchos más señoritos de la rancia oligarquía.
Sin embargo, así como Estados Unidos fracasó en Vietnam, en Cuba y en otros países de corte democrático y socialista, también fracasará en la hermana República Bolivariana de Venezuela. El pueblo unido a su gobierno democrático dará la batalla y vencerá. El proceso venezolano no tiene reversa.
Desde el departamento del Tolima, tierra de la tribu pijao que vendió cara su derrota ante el imperio español, lanzamos un saludo de solidaridad al gobierno de Nicolás Maduro y al pueblo patriota. Le decimos a este pueblo luchador que nos avergüenza que un mal colombiano de la talla de Uribe destroce la unidad de los pueblos latinoamericanos y se ponga al servicio del imperialismo norteamericano.
Es una desfachatez que rechazamos y condenamos los tolimenses con decisión y coraje. Ese hijo de mala madre jamás podrá enlodar la admiración que el pueblo colombiano y tolimense le tributa al pueblo venezolano. Pueblo venezolano, ahora y siempre: ¡Unidad, lucha, resistencia y socialismo!
