Vientos de unidad suenan en la izquierda colombiana. La paz y la contención a la avalancha neoliberal fueron los temas coincidentes
Hernán Camacho
Un sorpresivo encuentro de diversos sectores de la izquierda, en la capital colombiana, abre la posibilidad para reagruparlos en una fuerza capaz de ser alternativa de poder. Cuatro meses después de las elecciones por el poder local y decantado el mapa político del país se desconocía el pulso de la izquierda, que si bien es cierto tuvo retrocesos importantes como la alcaldía de la capital del país, no está derrotada.
En un hotel del centro de la ciudad, sobre la mítica carrera séptima, se dieron cita, el movimiento Progresistas con el ex alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, exfuncionarios de esa administración como Gloria Flórez, Jorge Rojas, y María Mercedes Maldonado, la excandidata a la alcaldía y presidenta del Polo Democrático Alternativo, Clara López, la presidenta de la Unión Patriótica Aída Avella, Ángela Robledo, Representante a la Cámara por la Alianza Verde, David Flórez vocero nacional de Marcha Patriótica, el Concejal Holman Morris, Jaime Caycedo Secretario General del Partido Comunista, Gabriel Becerra Secretario de la Unión Patriótica en Bogotá, el senador Iván Cepeda y el Representante Alirio Uribe, entre otros.
Unidad en el pasado
No es la primera vez en la historia que se realizan esfuerzos de unidad entre la izquierda. La última vez que se vio ese número importante de fuerzas políticas juntas, fue en el mejor momento del Polo Democrático Alternativo, cuando el maestro Carlos Gaviria Díaz le disputó la presidencia a Álvaro Uribe Vélez en la primera elección de éste en el año 2006. Ese año se eligió una bancada significativa que luchó contra la reforma a la ley de transferencia e hizo una férrea oposición al gobierno de Álvaro Uribe.
La agenda de temas en la reunión del pasado 23 de enero fue diversa y coincidente. El proceso de paz y el nuevo momento político que se avecina tras la firma de los acuerdos tiene inquietas a las distintas vertientes de la izquierda colombiana. Para los dirigentes políticos que asistieron, la paz generará un escenario de apertura democrática para el país, que conduce a que la izquierda sea una alternativa de poder.
Pero antes de darse esa posibilidad, la dirigencia de la izquierda ratificó que se mantiene firme en el compromiso adquirido desde el inicio del proceso de paz y es que este termine de manera satisfactoria en beneficio de los colombianos. La izquierda quiere atraer a los colombianos con los beneficios que acarrea la firma de los acuerdos de La Habana. Según lo dicho en la reunión, todas las fuerzas políticas quedaron comprometidas con reforzar sus esfuerzos de trabajo para que los colombianos conozcan los acuerdos firmados entre el Gobierno Nacional y la guerrilla de las FARC-EP, y sean protagonistas de los cambios para ese nuevo momento político.
“Defender y promover la paz como objetivo de toda la nación”, subrayó Holman Morris. Aunque no se discutió una postura frente al mecanismo de refrendación, sí se escucharon alternativas que van desde el apoyo al plebiscito hasta impulsar la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente.
Contra la privatización
Otro de los temas planteados en la reunión fue la necesidad de ampliar el muro de contención contra el avance neoliberal que pretende desmontar todos los avances sociales que se alcanzaron bajo los gobiernos alternativos en Bogotá y en otras capitales del país. La llegada de mandatarios de derecha con el encargo de entregar el patrimonio público al capital privado como sucedió con la empresa mixta Isagén, no puede repetirse con la joya de la corona para los bogotanos, la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá, ETB. Las fuerzas democráticas y de izquierda cerrarán filas para evitar que las empresas públicas, rentables y de servicio a los ciudadanos no queden en manos inversionistas extranjeros.
Reunión productiva
Aunque en el fondo la reunión no tuvo otro propósito sino el de intercambiar opiniones sobre la coyuntura de la ciudad de Bogotá y el proceso de paz, el balance es tan positivo que algunos asistentes propusieron que ese ejercicio se multiplicara en las regiones. Al respecto, Gabriel Becerra dice: “Fue productivo este reencuentro que tenía como objetivo hablar de temas cruciales para la ciudad, pero creemos que puede ser replicado en cada una de las regiones del país. Analizar el papel que juega la izquierda en las administraciones similares a la de Bogotá y cómo se toman acciones movilizadoras para defender el patrimonio público y enfrentar toda la política privatizadora, pero también los derechos de la gente. La izquierda sufrió un revés pero no está derrotada. La unidad es el camino”.
En ese sentido, el Partido Comunista Colombiano hizo un llamado al sector sindical y a sectores sociales a entrar en un diálogo permanente por la unidad, para enfrentar la embestida neoliberal, que al menos en Bogotá, pretende devolverle al sector financiero e inmobiliario, la ciudad. La reducción en un 40% del presupuesto para los hospitales del distrito, el incremento de las tarifas de servicio público de transporte y detener la construcción del Metro para cambiarle su trazado y capacidad de movilización de ciudadanos son muestra de las prioridades que tienen la alcaldía de derecha de Enrique Peñalosa.
Nuevos llamados
La reunión sirvió para hacerle un llamado al Gobierno Nacional con el fin de entrar de inmediato en la fase de implementación de los acuerdos de La Habana en materia de “Participación Política”. La dirigencia de izquierda se queja del tratamiento mediático de la gran prensa y de la matriz de estigmatización contra sus opiniones. “El gobierno debe dejarnos hablar en los medios o darnos la garantía de tener medios de comunicación que expresen sin sectarismo, caricaturas o sesgos nuestras ideas. Lo sucedido en la campaña presidencial pasada y en las recientes elecciones locales no puede suceder en un país que se jacta de democrático”, dijo Aída Avella.
Mucho se especuló sobre el futuro de este nuevo esfuerzo de unidad. Existe el compromiso de sentarse de nuevo y de ampliar el quórum de la reunión con senadores de otras colectividades políticas con posturas democráticas. Se reiterarán las invitaciones a los senadores Antonio Navarro y Jorge Enrique Robledo quienes no asistieron al primer encuentro.
