Las 243 medidas unilaterales impuestas por Washington han sido el principal obstáculo, tales como la suspensión de viajes crucero y la reactivación o recrudecimiento de otras regulaciones que entorpecen una necesaria recuperación del turismo
Alberto Acevedo
“Uno de los objetivos centrales de Cuba es que la isla se convierta en uno de los principales mercados de turismo, no solo por su población, sino por su cultura, factores a los que se agrega el carácter afable y solidario de su pueblo”.
Así lo expresó el titular de la cartera de Turismo de Cuba, Juan Carlos García Granda, durante un desayuno de trabajo realizado el pasado 24 de junio en la Casa Dann Carlton de Bogotá, ante un auditorio compuesto por funcionarios de la cancillería colombiana, así como de diversas empresas y entidades gremiales de turismo en Colombia.
La reunión, a su vez, hizo parte de una extensa agenda que el funcionario de la isla antillana llevó a lo largo de su visita de varios días a nuestro país y que se extendió a otros países del continente.
El ministro señaló que se lleva a cabo una especie de reingeniería en la estrategia por atraer nuevas plazas para el turismo en la isla. Afirmó que existen razones para sentirse optimistas en esta reactivación, aunque admitió que los pasos han sido lentos y venciendo enormes dificultades, derivadas de las sanciones, recientes y antiguas, impuestas por distintas administraciones norteamericanas, especialmente la del presidente Trump.
País hermoso
¿Qué ofrece Cuba en estos momentos para reactivar el turismo?, se preguntó el ministro ante un nutrido auditorio en Bogotá. García Granda respondió que, con una población de once millones de habitantes, la isla tiene 280 playas, 5.746 kilómetros de costa, 900 kilómetros de balnearios, cuatro mil cayos y pequeñas islas, además de una hermosa arquitectura, atracción de propios y extraños.
El ministro García Granda comentó que Cuba posee once sitios declarados por la Unesco como patrimonio de la humanidad; seis sitios reconocidos como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, entre estos, la rumba cubana. Tiene también 14 parques nacionales, seis reservas de la biosfera, entre otros atractivos.
La disertación del funcionario estuvo acompañada de varios videos institucionales, en los que se afirma que la nación caribeña cuenta en la actualidad con 84 mil 164 habitaciones hoteleras, con la mayor concentración en el balneario de Varadero (22 mil 990), La Habana (14 mil 301) y la provincia de Ciego de Ávila (13 mil 300). El turismo cubano opera con diez aeropuertos internacionales, igual número de marinas, y tres terminales para cruceros.
Brega por la recuperación
Desde los años 90 del siglo pasado hasta 2019, se experimentó un crecimiento de 500 mil hasta cuatro millones quinientos mil visitantes, muy cerca del récord de cinco millones. No obstante, factores como el covid-19 y las sanciones impuestas por Estados Unidos, interrumpieron ese desarrollo.
De hecho, las 243 medidas unilaterales impuestas por Washington han sido el principal obstáculo, tales como la suspensión de viajes crucero y la reactivación o recrudecimiento de otras regulaciones que entorpecen una necesaria recuperación del turismo.
Sin ir más lejos, la semana pasada, Estados Unidos negó la visa de ingreso al país al brasileño Hugo Calderano, actual campeón de la Copa Mundo y subcampeón mundial en Qatar en la modalidad de tenis de mesa, obligándolo a cancelar su participación en el WTT Gran Smash en Las Vegas, debido a que el afamado deportista visitó Cuba en 2023, para competir en el Campeonato Panamericano y las eliminatorias a los Juegos Olímpicos de París.
A pesar de hechos como este, que solo se explican en la histeria anticubana de las autoridades estadounidenses, el turismo en la isla sigue ganando espacios. En estos momentos, los principales emisores de viajeros a Cuba son Canadá, Rusia, Estados Unidos, España, Alemania, México, Francia, Italia, el Reino Unido y la comunidad de cubanos residentes en el exterior.
De Varadero a Zipaquirá
El Ministerio de Turismo de Cuba trabaja en mercados latinoamericanos, en particular, en la captación de viajeros en Colombia, México, Argentina, Brasil, Chile, Perú y Venezuela. En lo interno procura resolver las interrupciones en el suministro eléctrico, generando un sistema autónomo de generación para la hotelería, lo mismo que obstáculos en el reaprovisionamiento de bebidas, alimentos, insumos y combustible.
Colombia, por su parte, espera un crecimiento significativo en el turismo en el presente año, impulsado por un aumento en la llegada de turistas internacionales y un mayor gasto turístico. Las tendencias apuntan a un turismo más sostenible, personalizado y experimental con un enfoque en la conexión con la naturaleza y la cultura local.
Durante la conversación con representantes del sector en Colombia, el ministro de Turismo de Cuba comentó que, el día anterior, había visitado por primera vez la Catedral de Sal de Zipaquirá, y expresó su asombró por la belleza del lugar.
Las nuevas condiciones favorables, tanto en Cuba como en Colombia, auguran posibilidades prometedoras, si las autoridades de ambas naciones consiguen resolver trabas y procedimientos burocráticos dispendiosos que aún perduran y entorpecen esta intención.
De hecho, el titular de esa cartera en la isla antillana anunció que, a partir de este mes, habrá un vuelo directo Santiago-Barranquilla, que las agencias de viajes de las dos naciones esperan mantener.
Durante la conversación en Bogotá, representantes de Wingo, Copa, Avianca, Anato, C.M. Tropican y un importante grupo de agencias de turismo regionales intercambiaron iniciativas con el ministro cubano, quien prometió recoger con atención. Uno de los planteamientos más reiterados fue la falta de información en Colombia sobre las bondades del turismo en Cuba.
Cuba no solo es playas y turismo; tiene una inmensa riqueza cultural y un patrimonio sorprendente. Sobre este aspecto en particular, el ministro García Granda indicó que su cartera ya adelanta agresivos planes de difusión a nivel continental.