Editorial 3263
La batalla de ideas es un campo en que la disputa política, ideológica y cultural en Colombia se mantiene en tensión. Es la lucha de clases por construir la democracia defender derechos y ganar la justicia social. En medio de este combate de ideas, los indignados y excluidas, comienza a alzarse y disputar la verdad. El “sentido común” cobra vida y las masas hambrientas de cambios saben a dónde dirigirse para fustigar el poder tradicional.
Aquí, los medios de comunicación son protagonistas de primera línea. La política y la economía asumidas desde los medios masivos de información, traducidas a las claves de la comunicación, son tanques que inciden en lo que algunos llaman la opinión pública, expresión que atraviesa el ejercicio político moderno, y que debe ser entendido como expresión soberana de la voluntad popular sobre un proceso o tema de interés que afecta la vida de una mayoría de la sociedad.
RTVC con sus nuevas políticas, línea editorial e innovaciones, ha logrado incidir y configurar una opinión publica favorable al cambio, las reformas, la denuncia y lucha contra la corrupción, por la paz y la justicia social. Esto no obedece solo a una orientación del presidente Petro, que lo es, o a una larga experiencia de periodismo alternativo y de denuncia del director Holman Morris, que también lo es, sino, se debe especialmente al espíritu y conciencia de cambio de una opinión pública, popular, social, acallada, excluida y eliminada históricamente, que hoy se reconoce y se refleja en la línea editorial y el sistema de ideas que coloca en circulación RTVC.
Es allí, donde radica la razón del odio y el ataque criminal que hoy hacen algunos medios como Blu Radio, incitando a la destrucción de RTVC. El sistema de Medios Públicos ha logrado llegar al corazón de la gente, al centro del debate y la lucha contra el modelo neoliberal. Su capacidad para llegar a vastos públicos y territorios profundos de nuestra geografía está logrando cumplir con ética y creatividad, un rol de desestabilizador de las estructuras informativas de poder tradicional y de derecha. RTVC con la verdad que surge de la gente común, está evidenciando el carácter criminal de la oposición y ella se siente hoy amenazada.
Uno de los periodistas, que a veces parece más un político de derecha y opositor del gobierno, más cuestionados por su ligazón y contubernio con los poderes corruptos y criminales de Colombia, es Néstor Morales. Sus llamados a atacar a RTVC no son de él, son en realidad la voz del uribismo y la extrema derecha, que habla en voz del incongruente periodista.
El semanario VOZ sabe que se siente, ha experimentado no solo el ataque feroz detrás de un micrófono, sino, que ha sufrido en carne propia la censura, la asfixia económica, la amenaza, la persecución, la desaparición y el aniquilamiento físico de voceadores, periodistas y directores. Por ello, hacemos nuestra la lucha por la democracia y la libertad de expresión que lidera RTVC.
A su equipo periodístico, técnico y administrativo, toda nuestra solidaridad y cuenten con el Semanario VOZ, para enfrentar esta nueva arremetida d ellos poderes tradicionales contra el Sistema de medios Públicos. Adelante, no están solos.
