Israel mantiene la agresión en Gaza; ocupa tierras de Libia; agrede a Irán; amenaza a Irak; ataca a Yemen y pone en tela de juicio la actual correlación de fuerzas en el Oriente próximo
Ricardo Arenales
El recién nombrado jefe de la Guardia Revolucionaria de Irán, Mohamad Pakpur, a quien correspondió asumir el cargo en medio del fuego israelí, prometió ‘abrir las puertas del infierno’ a Israel, que horas antes había iniciado una seguidilla de bombardeos y ataques contra instalaciones estratégicas iraníes, que se saldaron con la muerte de su antecesor, el general Hossein Salami.
La expresión, que es una amenaza y promete vengar la muerte de varios altos cargos iraníes, muestra además la gravedad de una aventura bélica, liderada por el primer ministro Benjamin Netanyahu, que puede catapultar un conflicto de enormes proporciones en Oriente Medio.
En la madrugada del pasado 13 de junio, el régimen sionista de Netanyahu inició una serie de bombardeos, acompañados de actos de sabotaje, como el estallido de carros bomba y la acción terrorista de unidades del servicio de inteligencia israelí que, previamente, se habían infiltrado en el territorio del país islámico.
Los destrozos iniciales fueron de enormes proporciones. De entrada, las autoridades del país persa reportaron la muerte de 78 personas y 320 heridos, incluyendo 20 niños.
Víctimas iraníes
Según el Ejército israelí, se trata de un “ataque preciso y preventivo” contra instalaciones nucleares iraníes. Sin embargo, los misiles también impactaron barrios residenciales en Teherán, Isfahán y otras provincias. Entre los fallecidos están Hossein Salami, comandante de la Guardia Revolucionaria; Mohammad Bagheri, jefe del Estado Mayor del Ejército y al menos diez destacados científicos nucleares iraníes.
Irán respondió con el lanzamiento de cientos de drones Shahed hacia Israel. El líder del país persa, Alí Jamenei, calificó la acción de ‘sucio crimen’ y prometió una ‘represalia dura y decisiva’.
El ataque coincidió con una próxima ronda de negociaciones entre Irán y Estados Unidos sobre el acuerdo nuclear. Según diversas fuentes, Israel busca torpedear esas conversaciones y debilitar militarmente a Irán, antes de que se llegue a una solución diplomática.
La supuesta amenaza de armas nucleares iraníes no tiene credibilidad. Israel sabe que Irán no tiene capacidad para ello. Lo que tal vez busca provocar con esta guerra es un conflicto en toda Asia Occidental para comprometer militarmente a Estados Unidos y a la OTAN ‘en defensa de Israel’.
Se altera correlación de fuerzas
La operación militar contra Irán trae afectaciones geopolíticas insospechables. Unas horas después de iniciado el ataque, que se ha mantenido hasta el cierre de la presente edición, Israel también bombardeó a Yemen, buscando disuadir una ofensiva de los hutíes, en rechazo a la agresión a Irán. Los hutíes yemeníes lanzaron varios misiles hipersónicos contra Israel.
Otra fuerza insurgente, el grupo Hezbollá iraquí, amenazó a Estados Unidos, si interviene en forma directa en la guerra contra Irán. Así, Israel mantiene la agresión en Gaza; ocupa tierras de Libia; agrede a Irán; amenaza a Irak; ataca a Yemen y pone en tela de juicio la actual correlación de fuerzas en el Oriente próximo.
Arabia Saudita denunció, en este sentido, que Israel hace todo lo posible por “arrastrar a Estados Unidos al conflicto” contra Irán, en momentos en que muchas potencias árabes transitaban un camino de normalización de sus relaciones comerciales con Irán. Por su parte, el gobierno de Pakistán, que posee armamento nuclear, llamó al mundo musulmán a unirse contra Israel.

No quiere negociaciones
Mirando lo acontecido, se deduce que unas fueron las razones expuestas por Israel para atacar a Irán y otras sus verdaderas intenciones. A esto, precisamente, se refirió el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Seyed Abbas Araghchi, al asegurar que el país hebreo quería socavar las negociaciones pacíficas entre Irán y Estados Unidos sobre el programa nuclear de la nación persa.
“Israel no quiere negociaciones, y la agresión contra Irán en medio de ellas demuestra la oposición del régimen israelí a cualquier negociación. Esto ha sucedido muchas veces en años anteriores”, aseguró el canciller.
La comunidad internacional se ha mostrado sorprendida por la dimensión de los ataques de parte y parte en el conflicto del Medio Oriente y pidió detener las acciones y privilegiar el diálogo diplomático y las negociaciones. Cuentan, en este sentido, las declaraciones del papa León XIV exhortando a detener el baño de sangre, o las del secretario general de las Naciones Unidas António Guterres: “Bombardeos israelíes sobre sitios nucleares iraníes. Impactos de misiles iraníes sobre Tel Aviv. Basta de escalada, es hora de parar. La paz y la diplomacia deben prevalecer”.
Rusia como mediador
En el camino a la normalización del conflicto, que la humanidad entera anhela, queda por verse el papel que puede jugar Moscú. “Rusia puede desempeñar un papel clave en la mediación del conflicto entre Irán e Israel”, afirmó el pasado domingo el representante especial del Kremlin para inversiones y cooperación económica con países extranjeros, Kiril Dmítriev. Sus declaraciones responden a las afirmaciones recientes de Donald Trump, quien se mostró ‘abierto’ a que Putin actúe como mediador.
Un rotativo norteamericano destacó, en forma acertada, que Putin es único jefe de Estado de una potencia, que mantiene conversaciones en forma simultánea con Estados Unidos, Irán e Israel.
Trump indicó que, durante una conversación telefónica el sábado pasado, ambos líderes abordaron el conflicto en Oriente Medio y coincidieron en que la Guerra entre Israel e Irán debe acabar. Sobre una eventual mediación de Putin, Trump declaró a ABC News: “Él está dispuesto. Me llamó para hablarme de ello. Tuvimos una larga conversación al respecto. Hablamos más de esto que de su situación. Creo que es algo que se va a resolver”.