«No es Rusia, sino el régimen de Kiev y sus padrinos de la otra orilla del océano los culpables de la creciente tasa de muertes de civiles en las regiones orientales [de Ucrania]», afirma la cancillería
La nueva ronda de sanciones contra Rusia tiene objetivo de vengarse de Rusia por su política independiente y evitar la responsabilidad del trágico desarrollo de la situación en Ucrania.
«Parece que la presión de las sanciones de EEUU, que ya ha pasado al nivel sectorial, tiene el solo objetivo de vengarse de nosotros por una política independiente e incómoda para EEUU. Llamamos la atención sobre los obvios elementos de una competencia comercial y económica desleal en las acciones de EEUU», dicta la declaración oficial de la cancillería sobre la última ronda de sanciones introducida por EEUU y la Unión Europea por su posición en la situación en Ucrania.
«Parece que la UE está dispuesta a experimentar graves costos económicos por la realización de planes geopolíticos dudosos, en vez de los suyos. Las sanciones en el sector energético provocarán inevitablemente el aumento de los precios en el mercado europeo de la energía», indica la cancillería.
En en informe se subraya que EEUU sentirá «consecuencias tangibles» por sus «sanciones miopes».
«No es Rusia, sino el régimen de Kiev y sus padrinos de la otra orilla del océano los culpables de la creciente tasa de muertes de civiles en las regiones orientales [de Ucrania]», afirma la cancillería subrayando que Washington, que cubre «la sangrienta operación» de Kiev, sigue presentando demandas sin fundamento contra Rusia.
Este martes la Unión Europea acordó imponer a Rusia sanciones económicas que afectan a su industria petrolera y de defensa, a productos de doble uso y a tecnología de extracción petrolera. Por su parte Washington impuso sanciones a tres entidades bancarias rusas: Bank Moskvy, Bank VTB y Rosseljósbank, informó el Departamento de Finanzas de EEUU.