La final de Coppa Italia no se juega, como protesta contra Felice Belloli, presidente de la Lega Nazionale Dilettanti (LND, Liga Nacional Aficionada), por sus palabras hacia las jugadoras llamándolas “cuatro lesbianas”. Patrizia Panico, capitana de la selección italiana, es clara: la dimisión no es suficiente.
De las palabras a los hechos, de las amenazas a la protesta en el campo. En el día que aparece el enésimo escándalo de apuestas en el fútbol que muestra la cara más triste del fútbol italiano, la decisión de las jugadoras de Serie A y Serie B de no disputar la final de Coppa Italia se convierte en un gesto de dignidad de todo el fútbol italiano.
La final de Coppa Italia estaba programada para el sábado 23 de mayo entre el Brescia y el Tavagnacco, pero una reunión de representantes de jugadoras, entrenadoras y directivos de los equipos de Serie A y Serie B ha decretado la huelga del fútbol femenino.
El problema no reside únicamente en la ignorancia de Belloli, sino en una degradación del calcio femminile. El fútbol femenino italiano se encuentra sometido a la LND, correspondiente a la Serie D, quinta división del fútbol, por lo que se trata de una discriminación hacia las mujeres ya que evita que tengan su propia federación.
Tras esta decisión se espera un cambio de rumbo para las mujeres que quieren disfrutar jugando al fútbol.
