Claudia Flórez Sepúlveda
Secretaria General Partido Comunista Colombiano
Colombia vive un momento histórico. El Gobierno del Cambio encabezado por el presidente Gustavo Petro, representa un punto de inflexión en la historia política del País. Por primera vez, un proyecto popular, democrático y comprometido con la justicia social, accede al poder a través de las urnas. Ese proceso, sin embargo, no está garantizado por sí mismo, requiere continuidad, profundización, organización y, sobre todo, unidad.
La experiencia de estos años de gobierno ha demostrado tanto la potencia transformadora del proyecto del Pacto Histórico, como los límites que impone el poder económico, mediático y político de una élite que se resiste a perder sus privilegios. Ante esa realidad, la unidad no es una consigna vacía, es una necesidad estratégica. Es el único camino posible para que el cambio no se frustre, para que las banderas de la justicia social, de la paz total, del derecho a una vida digna para las mayorías, se mantengan en alto y logren materializarse.
En ese contexto, el Partido Comunista Colombiano (PCC) ha tomado una decisión histórica. Nuestro reciente pleno del Comité Central ha resuelto avanzar de manera decidida en el proceso de fusión para construir un único movimiento político amplio y plural bajo el nombre de Pacto Histórico. Esta decisión implica solicitar la pérdida de nuestra personería jurídica, no como un acto de renuncia, sino como una apuesta valiente y coherente con nuestras convicciones, el momento político exige audacia y generosidad, más allá de los sellos, más allá de los cálculos individuales o sectarios.
No es una decisión menor, enfrentamos a una derecha recalcitrante, autoritaria, que ataca al gobierno con mentiras y sabotajes, que busca destruir cualquier expresión de organización popular. Nos enfrentamos también al desafío de una institucionalidad moldeada durante décadas para servir a los intereses de unos pocos, no para garantizar derechos. Por eso, este paso hacia la fusión tiene un carácter profundamente estratégico, es una apuesta por construir un instrumento político unitario más fuerte, más democrático, más conectado con los territorios y las luchas reales del pueblo colombiano.
En esa misma dirección, el pleno del Comité Central del Partido ha tomado la decisión de llevar con firmeza la candidatura de María Eugenia Londoño, sindicalista del magisterio, para la consulta del Pacto a realizarse el próximo 26 de octubre.
La trayectoria de María Eugenia ha estado marcada por el compromiso profundo con los derechos de la clase trabajadora, la defensa de la educación pública, gratuita y de calidad, y con la lucha por el derecho a la salud, entendida como un derecho fundamental y no como un negocio, entre otras. Como dirigente sindical, ha sabido representar la voz de miles de maestros y maestras que, en condiciones muchas veces precarias, sostienen uno de los pilares fundamentales del país: la educación.
Su candidatura representa, por tanto, una oportunidad para seguir fortaleciendo las banderas del cambio desde los territorios, desde el Congreso y desde las bases sociales. Su voz es necesaria en un escenario político en el que la agenda legislativa debe estar al servicio del pueblo y no de los intereses corporativos.
Convocamos, entonces, a toda la militancia comunista, a nuestras direcciones regionales, a los simpatizantes, a los colectivos aliados y a todos los sectores que comparten el ideario del cambio, a volcarse con decisión y entusiasmo a construir iniciativas de campaña que fortalezcan la candidatura de María Eugenia Londoño. Vamos a garantizar la votación significativa, sin vacilaciones y con contundencia que la ubique en un lugar de elegibilidad dentro de la consulta del Pacto Histórico. Esta campaña será una expresión concreta del compromiso unitario, del trabajo colectivo y del sentido estratégico que nos guía como revolucionarios/as.
En estos 95 años de existencia, el Partido Comunista Colombiano, ha sido ejemplo de trabajo colectivo, de firmeza y alegría. Vamos a redoblar esfuerzos en cada rincón del país, a multiplicar la esperanza, a construir desde abajo el nuevo poder popular.