La Universidad de Nariño es la única universidad pública de Colombia que elige democráticamente de manera directa entre sus estamentos de docentes y estudiantes, a sus autoridades académico-administrativas. La única universidad pública reacreditada en alta calidad del departamento de Nariño se prepara para los comicios electorales que se llevarán a cabo este 9 de octubre.
Corresponsal en Nariño.
Culminando los años noventa el movimiento estudiantil y universitario gestó un verdadero proceso constituyente, único en el país, que más tarde se convertiría en una proeza jurídica, refrendada también por variada jurisprudencia, en el cual los resultados del proceso electoral son plenamente acatados por el Consejo Superior Universitario. La votación se realiza de manera ponderada de tal manera que el voto de los estudiantes es igual al 50% del total, y el 50% restante corresponde al voto de los docentes.
El proceso de democratización universitaria ha continuado avanzando y profundizándose a procesos a través de la Reforma Profunda que institucionalizaría la Asamblea Universitaria con carácter deliberante, decisorio y permanente, incluyendo por primera vez al estamento de los trabajadores, y posteriormente emanando de ella los nuevos estatutos universitarios, bajo un criterio de permanente construcción.
El más reciente proceso de democratización, coincidiendo con el primer Gobierno de origen popular y de cambio, es el denominado de regionalización, bajo el paradigma Universidad Región que busca consolidarse en las subregiones del departamento en las cuales se ha avanzado, para llegar definitivamente a los territorios del Nariño profundo.
El proceso de regionalización llevó, desde el año 2012, a que las extensiones de la Udenar superarán un estado de proceso de retiro, a pasar, en el caso de Ipiales, de 1 programa académico con menos de 50 estudiantes, a 6 programas y más de 1200 estudiantes, e igualmente la extensión de Túquerres, de 1 programa con 46 estudiantes a 4 programas y cerca de 1000 estudiantes. Sin embargo, entre el año 2010 y 2012 fueron cerradas las extensiones de la subregión Abades en Samaniego, y de La Unión en el norte de Nariño. De esta última se ha garantizado su proceso reapertura a partir de este año 2024.
El Semanario Voz dialogó con la candidata a la rectoría de la Universidad de Nariño, para el periodo 2025 – 2028. La doctora Martha Sofía González Insuasty. Bióloga de la Universidad de Nariño, Magister en Biología Sistemática de la Universidad Nacional de Colombia y Doctora en Ciencias de la UNAM. Su liderazgo en favor de la educación superior la convierten en un referente nacional.
Desafíos presentes y futuros de Universidad de Nariño
¿Para usted cuáles son los principales desafíos de la Educación Superior en Colombia?
Yo creo que son varios los desafíos, pues vivimos tiempos de cambios vertiginosos que demandan mucha creatividad e innovación. Un tema fundamental para la educación superior en Colombia es saldar la deuda histórica de desfinanciación que han sufrido las universidades desde hace tres décadas. El proceso de desfinanciación estructural ha sido la principal causa de las brechas de impacto y de cobertura de la educación superior en los territorios, saldar esta deuda de manera adecuada implica reformar el modelo de distribución de los recursos entre las universidades públicas.
El Sistema Universitario Estatal debe ser consciente que las metas de aumento de cobertura de educación superior, que buscan pasar del 54% al 62% conforme al Plan de Desarrollo del Gobierno Nacional, requieren diseños milimétricos para que la universidad llegué allá, a la Colombia profunda donde, por ejemplo, en nuestro caso, en el área rural del departamento la cobertura ni siquiera alcanza a ser del 8%.
El tema de la financiación no lo es todo, por supuesto que es imperativo desplegar un gran debate nacional sobre el tema de la democracia y el gobierno universitario. En el caso de la Universidad de Nariño estamos orgullosos de tener importantes avances en esta materia. También un desafío sumamente relevante es la discusión profunda sobre el modelo pedagógico y la pertinencia de las universidades en los territorios, se requiere poner en cuestión el modelo de universidad que se piensa el territorio y el medio ambiente como fuente inagotable de recursos para el mercado.
Creo pertinente que, ante los desafíos de las nuevas tecnologías de la comunicación y la información, si bien es cierto que su manejo es indispensable, estas no deben terminar siendo los factores paradigmáticos, sino herramientas que nos permitan el cultivo del pensamiento crítico y la materialización de paradigmas que fomenten el cierre de brechas sociales y la defensa de la vida.
¿Cuáles son las principales conquistas políticas de la Universidad de Nariño en materia de educación pública superior?
Nuestra alma mater, orgullosamente este año cumplirá 120 años de fundación, sin lugar a duda representa un acumulado histórico no solo de grandes pensadores, artistas e intelectuales de nuestro sur, sino también el resultado de trascendentales gestas y movilizaciones sociales en defensa de la educación. Pues desde aquellos tiempos existe una conciencia generalizada de que la educación constituye la principal herramienta de movilidad social. Y es así como hemos logrado en primer lugar ser la única, y esto es de subrayarlo, universidad pública que elige democráticamente de manera directa sus autoridades académico-administrativas.
Nos preguntan ¿esto cómo se logró? pues la respuesta es muy sencilla, fue gracias a la capacidad de lucha del conjunto del movimiento social universitario que en aquella época no solamente se concentró en la movilización, sino también en el debate y el estudio juicioso de los argumentos políticos y jurídicos que conjugaron esta gran conquista.
Se ha logrado la consolidación de un espíritu dialogante de acuerdos y consensos triestamentarios, gracias al fomento de una política universitaria participativa, por eso desde el 2008 en el marco de la construcción del Plan de Desarrollo 2008 – 2020, se crea la Asamblea Universitaria, que hace las veces de constituyente universitaria que hoy cuenta con un reconocimiento y reglamentación institucional, y de la cual hacen parte representantes de los tres estamentos, docentes, estudiantes y trabajadores de la sede central y de las sedes regionales. Esta Asamblea ha logrado la consolidación de una identidad, una filosofía institucional propia, que se ha materializado en la expedición del PEI, el Estatuto General y actualmente se encuentra en la importante labor de discusión y redacción del Estatuto Académico, el Estatuto Administrativo y el de Investigación e Interacción Social.
El paradigma Universidad – Región, quizá la mayor conquista social, consiste básicamente, en que los seres humanos, ciudadanos y profesionales que realizan su paso por esta institución se piensan el regreso a casa desde el acontecimiento mundo, desde una interculturalidad, desde el pensamiento propio y el pensamiento crítico, desde el desarrollo alternativo, en favor de la región, en favor de un bienvivir y en defensa de la vida en los territorios.
A partir la función misional de interacción social, que en algunas universidades se conoce como extensión, hoy hemos avanzado con dos unidades de suma importancia para la región, la Unidad Especial para la Paz creada mediante Acuerdo del Consejo Superior este año y la Casa de Pensamiento Propio que está próxima a formalizarse su creación.
Retos y dificultades
¿Cuáles son los principales retos o dificultades que tiene para el futuro la Universidad de Nariño?
Dificultades y retos hay muchos, y por supuesto que hay demasiado por hacer en cuanto a educación superior en nuestros territorios, sin embargo, creo que las principales dificultades se pueden clasificar en dos vías, por un lado, las dificultades que por su complejidad externa dependen de diversas voluntades y dinámicas ajenas, y en segundo término, las que efectivamente se pueden solventar mediante estrategias internas o institucionales, sin decir que obviamente en mayor o menor medida toda problemática sobre educación es compleja.
Se podrían identificar, entre otras: la consolidación de un sistema de bienestar universitario integral que cobije a los tres estamentos e impacte de manera eficiente a cada uno, otro elemento importante son los resultados de la investigación y la academia en el territorio, y esto básicamente pasa por el fortalecimiento de la cualificación docente y el fomento de semilleros y grupos de investigación desde el aula de clase, el tema de violencias basadas en género es igualmente importante.
En la segunda vía, donde los determinantes externos como el de la financiación tienen un papel protagónico, más allá del tema de infraestructura y conectividad, está la demanda permanente de la presencia de la Universidad a lo largo y ancho del departamento, así como la formalización de las plantas de docentes catedráticos, pero también de los trabajadores.
¿Cuáles son las principales apuestas de su plan de trabajo para la Universidad de Nariño en el periodo 2025 -2028?
En primer lugar, la firme defensa de la autonomía y la democracia universitaria. Preservar este carácter de la Universidad de Nariño constituye un imperativo ético pues es el resultado de un acumulado colectivo de luchas históricas sobre las que no se puede titubear ni retroceder. Hay que tener presente que, en la diversidad de formas de ver la Universidad pública, acechan algunas personas que consideran que el paradigma universitario no debe ser la región o el desarrollo alternativo, sino únicamente el libre mercado, piensan la academia en función solo de la oferta y la demanda.
En el 2020, con la influencia decisiva en el Consejo Superior Universitario, del entonces gobierno nacional de Duque, y en lo departamental de Jhon Rojas, trataron de pasar por encima de la democracia directa universitaria y pisotearon nuestras luchas históricas universitarias, pero no lo lograron y no pasarán.
En segundo lugar, está mi compromiso de defender y sacar adelante los procesos y proyectos que ya están en marcha, como los nuevos estatutos universitarios y el despliegue de los objetivos misionales de docencia, investigación e interacción social en cumplimiento de la hoja de ruta el Plan de Desarrollo Universidad Región, 2021 – 2032.
Buscaremos articular efectivamente la academia al servicio de la sociedad en general y del entorno del sur occidente. La regionalización será una estrategia para fortalecer la presencia de la Universidad de Nariño en las subregiones del departamento, de modo que se facilite la ampliación de cobertura, con programas pre-existentes y nuevos. Implementaremos planes y políticas de bienestar institucional para todos y todas, en la idea de habitar el campus universitario haciendo prevalecer las estrategias de inclusión. Será una prioridad. Realizaremos una gestión financiera y del talento humano sumamente responsable, eficiente y transparente en pro de la academia.
Se adelantarán todos los esfuerzos posibles para el desarrollo físico y de la infraestructura que permita espacios amigables con el ambiente para el desarrollo de las funciones misionales y administrativas en condiciones de dignidad, y también se fomentará los procesos de internacionalización del currículo, la acreditación internacional, la movilidad externa e in situ, la investigación e interacción social, la cooperación académica y cultural.
Sin el más mínimo titubeo mi compromiso como candidata está en la firme convicción de seguir construyendo una universidad del tamaño de nuestros sueños, la universidad del bienvivir, del desarrollo alternativo, antipatriarcal, critica, feminista y popular que renueve la imagen de una academia enclaustrada en las aulas, para fundamentar los cambios estructurales que requiere nuestro territorio.
Busco representar con altura ética, moral, académica y de liderazgo social a nuestro departamento, demostrar que acá en la Colombia profunda tenemos un gran potencial de transformación, por eso nuestro proyecto de Universidad para nuestra región, es una invitación dialogante, dialógica y democrática, referente para todas las universidades públicas del país.
Quiero agregar, un cordial saludo para todo el equipo del Semanario Voz, en especial sus lectores y lectoras.
