Martha Bolívar
Del 28 al 30 de abril, en el municipio de Pradera Valle, se llevó a cabo la 48 Asamblea de la Central Nacional Provivienda, constituida en 1961, es sin duda la organización bastión de las luchas por la vivienda en Colombia, escuela de distintas generaciones de luchadores y luchadoras sociales, que no en pocas ocasiones ofrendaron su vida, en pro de los intereses de las comunidades y de los sectores populares. Escoger el Valle del Cauca, como sede de este evento es significativo, teniendo en cuenta que es precisamente en este territorio donde se gesto originariamente el proceso reivindicativo en cabeza de compañeros como Julio Rincón y Alfonso Barberena.
Mucho a pasado con el trasegar de los años, con la lamentable constante de que la problemática social continua con nuevos y viejos matices, agudizados por el modelo neoliberal, de modo que hoy la Central en más consciente que nunca de la pertinencia de su legado y vigencia, bajo la consigna de entender la Vivienda como una necesidad humana y no como una mercancía. A pesar de que la constitución de 1991 en su Art.51 instituyo de manera expresa el derecho a una vivienda digna, su materialización tanto cuantitativa como cualitativa sigue postergada.
El déficit de vivienda según el DANE para el 2018, era de 5.144.445 unidades, tanto para vivienda nueva como mejoramiento integral. Al menos 350.000 hogares han perdido la vivienda ante el sistema financiero, en especial en la década de los 90s, modelo de despojo al que se le suma 1.850.000 hogares desplazados forzosamente en ocasión del Conflicto Social y Armado. Se estima que en la actualidad son cerca de 5,3 millones de hogares (4,9 millones de hogares pobres y 1,2 millones en pobreza extrema) los que en la actualidad no han alcanzado el cierre financiero para acceder a una vivienda.
Frente al diagnóstico CENAPROV refirma su relevante papel en la organización y movilización de la población alrededor de sus más sentidas necesidades, y acoge la propuesta de un proceso constituyente, donde en la más amplia convergencia se garantice la puesta en marcha de políticas y reformas que garanticen los derechos de las y los colombianos, y permitan superar los órdenes instituidos como barreras de acceso y de cambio. Que hoy han impedido la concreción del mandato popular que llevo hasta el Palacio de Nariño a Gustavo Petro Urrego.
Por tanto, para la Central se hace necesario exigir y allanar los medios y mecanismos de implementación del Plan Nacional de Desarrollo, en particular en la formulación y desarrollo de una Política Publica de Vivienda por autogestión y auto construcción para los sectores populares (art. 208 y 210 del PND), el fortalecimiento del tejido social solidario, el desarrollo de la economía popular. Elevar y concretar la discusión alrededor por una Reforma Urbana Integral, que se constituya sobre la base de la lucha contra la segregación, la precarización, la gentrificación, el despojo, la especulación y la depredación. Así mismo integrar la lucha por la Vivienda Digna en la implementación de la Reforma Agraria. Y dar soporte a la implementación de estrategias de desarrollo territorial y desmercantilización de los servicios públicos domiciliarios.
Se propone en este proceso consolidar escenarios de articulación con las luchas de otros sectores sociales que le ayuden a fortalecer el tejido social y el poder popular; integrando al que hacer organizativo la constitución, consolidación y reconocimiento de los sistemas comunitarios de cuidado, de movilización y activismo de los jóvenes, las mujeres, los adultos mayores, las infancias y las diversidades.