El Movimiento Social por la Paz, MSPaz, en el que convergen más de 200 organizaciones de carácter nacional y local, le apuesta a la construcción de paz desde los territorios
Prensa CPDH
Una invitación al presidente de la República Gustavo Petro y a los comandantes de las organizaciones armadas irregulares para que hagan un redireccionamiento de sus estrategias de diálogo hacia la paz; vuelvan a las exploraciones y los diálogos; cumplan e implementen todos los acuerdos suscritos entre el Estado, el Gobierno actual y los procesos suspendidos; y a escuchar a las comunidades de base y a las iniciativas regionales y nacionales de paz hizo, mediante carta pública, el Movimiento Social por la Paz, MSPaz.
El llamado se da, “Ante la creciente sensación de fracaso de la propuesta de la paz del gobierno del presidente Petro, en el último año, expresado en reacciones con lenguajes prioritariamente de fuerza, tanto de las voces oficiales y de las comandancias de los grupos armados irregulares”. Pero también, porque ninguna de las partes ha renunciado al diálogo de manera definitiva.
“No somos ilusos, pero entendemos que se trata de una pequeña luz que queremos y debemos aprovechar. Los mensajes del presidente afirmando que no ha cerrado la puerta del diálogo, las declaraciones de las organizaciones armadas irregulares insistiendo públicamente en su voluntad de diálogo, indican que una acción audaz y decidida de la sociedad civil con las comunidades más afectadas por las violencias puede ser el factor catalizador de un nuevo momento de la paz sistémica en el campo y la ciudad”, expresa la misiva.
Propuestas
En la comunicación, el MSPaz propone la reglamentación de la Ley 2272 de 2022 y acciones urgentes que permitan cambiar el escenario; asumir que la política de paz debe ser una política de Estado con todos; retornar a las coincidencias sobre la forma y el contenido de la paz, que en su momento fue formulado como transformaciones socioeconómicas, institucionales y políticas profundas; reconstruir la confianza de las comunidades, que pasa por reconocer las causas de los incumplimientos; y reconstruir la confianza entre el Gobierno y los grupos irregulares con la participación de las comunidades.
Asimismo, ante las fases de estancamiento en la exploración, el MSPaz propone: evaluar profundamente las causas del rezago en el cumplimiento del Acuerdo de Paz de 2016 con las extintas FARC-EP y realizar los ajustes de fondo necesarios para lo que resta del Gobierno con perspectiva para los próximos años; la reactivación de la Mesa de diálogos de Paz con el ELN; que la Mesa de Diálogo con el Estado Mayor de los Bloques y Frentes, EMBF, escuche los planteamientos de la población directamente afectada por decisiones como las Zonas de Ubicación Temporal; la Mesa de Diálogo con la Coordinadora Ejército Bolivariano sobre cultivos de coca y transformación territorial pueden resultar poco creíbles por el formato en que fueron suscritos, la carencia de una lectura sistémica de la economía regional y la ausencia de todos los actores involucrados. Que los acuerdos y medidas verificables son claves.
Diálogos con otros grupos
Asimismo, las organizaciones participantes del espacio dicen que ante la ausencia de exploraciones y fases de diálogo con EMC y la Segunda Marquetalia hacen un llamado a la aplicación del Derecho Internacional Humanitario, DIH. Frente a los Espacios de Conversación Socio-jurídica es sustancial evitar la frustración comunitaria, reactivar la fase de exploración con el autodenominado Ejército Gaitanista de Colombia, EGC; y descongelar la fase de diálogos con las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada, ACSN.
Asimismo, desarrollar una operacionalización eficaz de los Espacios en Medellín y Valle de Aburrá, Buenaventura y Quibdó, cumpliendo con precisión las demandas comunitarias comprometidas por el Estado y fortalecer las medidas humanitarias son acciones urgentes, en medio de la ausencia de un Marco Jurídico de Transición al Estado de Derecho, postergado para el próximo gobierno.
De la misma manera, exhortan al Gobierno nacional a cumplir los compromisos adquiridos con las y los jóvenes del Estallido Social, entre otros: mesa de diálogo, constitución de una comisión de la verdad y el cumplimiento del programa jóvenes en paz y el servicio social para la paz.
Algunas tareas
“En muchas zonas del país la crisis humanitaria es profunda. Todos ustedes han manifestado la disposición de aplicar y respetar el DIH y de respetar derechos fundamentales. Para dar cumplimiento a su disposición es necesario que el gobierno reconozca y autorice explícitamente los esfuerzos que hacen las comunidades afectadas para concretar acuerdos humanitarios y que las organizaciones irregulares procedan a adoptar compromisos debidos.
“Los invitamos a asumir un principio elemental: no todo vale en la guerra. Este es un mensaje humanista mundial en medio del genocidio que perpetra Israel y las potencias occidentales contra el pueblo palestino, la guerra en Ucrania, las tensiones en India Pakistán, Sudán, Congo, Somalia, Nigeria, entre otros”, expresa la carta.
El MSPaz se viene organizando para generar propuestas humanitarias y estructurales. “Tres tareas centrales vamos a emprender, y esperamos que ustedes las acojan: La realización de 100 Acciones por la Paz hasta marzo de 2026. Pretendemos poner la paz en el centro de la vida política. No vamos a permitir que la urgencia de la paz se diluya en los afanes de la coyuntura electoral. Convocamos a los partidos y demás actores políticos que la incluyan en sus propuestas y debates.
“La formulación de documentos-propuestas dirigidos a ustedes, para que los utilicen en sus exploraciones y diálogos, aunque la mayoría están dirigidos al país en su conjunto; y una propuesta metodológica y estratégica de modelos de diálogos humanitarios y de paz entre el Estado y las organizaciones irregulares”.
El MSPaz es un proceso autónomo que nace de comunidades locales, territoriales y nacionales que sufren la conflictividad armada y que han desarrollado iniciativas humanitarias y de paz, para impactar en el ámbito nacional y ser escuchadas por los actores armados y el Gobierno nacional.
