Por la vocación de paz, que siempre nos ha impelido a mantener la puerta del diálogo abierta, atendimos el llamado del Presidente Juan Manuel Santos a explorar una posibilidad de entendimiento. Las FARC propusieron que los diálogos se desarrollaran en Colombia, de cara al país. El gobierno dijo NO.
Solicitamos que el camarada Simón Trinidad se le posibilitara hacer parte de la Delegación de Paz, mirando en que el aporte de su enorme experiencia y su vocación en el ámbito de la reconciliación, fuera catalizador del entendimiento. El gobierno dijo NO.
Propusimos el cese bilateral de fuegos para suscitar en el país un ambiente de tranquilidad que permitiera un avance más dinámico de las conversaciones de Paz. El gobierno dijo NO.
Propusimos, que si no era posible el cese bilateral de fuegos, suscribiéramos un tratado de regularización de la guerra. El gobierno dijo NO.
Invitamos al Ministro de Agricultura a entablar un diálogo que permitiera esclarecer los planteamientos que en materia agraria se vienen desarrollando en paralelo a la mesa de diálogos. El gobierno dijo NO.
Invitamos al Ministro Pinzón y al General Navas a que de manera serena analizáramos la necesidad de un cese bilateral de fuegos y hostilidades, o en su defecto un Tratado de Regularización de la guerra. El gobierno dijo NO. Su Ministro de Defensa agregó que no hablaba con bandoleros, mas sin embargo la insurgencia prosigue dialogando con voceros gubernamentales en la Habana.
Al contrario de la visión gubernamental que mira como bochinche la presencia de la gente del común en la Mesa de Conversaciones, propusimos posibilitar la plena participación ciudadana en todos los momentos del proceso. El gobierno ha dicho NO.
Planteamos la realización de una Asamblea Nacional Constituyente como mecanismo refrendario que ponga al constituyente primario como protagonista cimero de un nuevo contrato social de Paz y justicia social. El gobierno dijo NO.
Ya son múltiples y estridentes los NOES del gobierno a todas nuestras iniciativas en favor de la Paz de Colombia. De complemento, el pueblo colombiano ha escuchado a través de los medios de comunicación, la reiteración de la orden gubernamental de arreciar la guerra, que extrañamente ahora se hace acompañar de quejas por sus consecuencias, mientras se nos llama cínicos.
Pero, ¿quién ha institucionalizado el conflicto armado y la guerra sucia en Colombia, quién es el victimario en esta confrontación que viene despojando al campesino desde los años cuarenta; quién aniquiló a la Unión Patriótica; quién ha realizado las masacres o crímenes de lesa humanidad que eufemísticamente son llamados falsos positivos?
Frente al escalamiento de la guerra que ordena el gobierno, desde nuestra legítima resistencia, nuestra insistencia es que escalemos los intentos por alcanzar la Paz y que hagamos una gran campaña para proteger la Mesa de Conversaciones, entendiendo que es preferible darle tiempo suficiente a una iniciativa de diálogo, que perpetuar la injusticia y la guerra sin otra opción.
DELEGACIÓN DE PAZ DE LAS FUERZAS ARMADAS REVOLUCIONARIAS DE COLOMBIA, EJÉRCITO DEL PUEBLO (FARC-EP).
La Habana, República de Cuba.
Febrero 1 de 2013.
Sede de los diálogos por la Paz con justicia social para Colombia.