Alertamos a todas la comunidades por los abusos que se vienen cometiendo en varios departamentos y pedimos a todas las autoridades ambientales obrar contra quienes quieren apropiarse del bien común, el agua.
Aída Avella
Popularmente, los ciudadanos, llaman trincheras a los hombres armados que cuidan el agua secuestrada por los propietarios de cultivos de banano y palma africana. Me denunciaron con nombres y apellidos, quiénes están realizando estos crímenes ambientales.
En las zonas bananeras los propietarios de grandes fincas, forman hasta pequeñas represas como sucede en el municipio de Orihueca, la familia Cadavid se ha tomado los caños Mocho y el Iberia. Tienen 125 hectáreas de reservorio de agua para cultivos de banano y palma africana y formaron la trinchera, que impide que los campesinos levanten las talanqueras que desvían el paso del agua hacia la Ciénaga. De seguir así está en peligro de muerte la Ciénaga, los pescados y demás riquezas de mar.
También me cuentan que uno de los alcaldes de Ciénaga, Magdalena, en contubernio con la Corporación Autónoma Regional del Magdalena, Corpamag, concesionaron a la Drummond el caudal de los ríos Córdoba y Toribio, dejando sin agua a buena parte del campesinado.
En ciénaga, los campesinos están sin agua. Es decir que el señor Alfredo Vengoechea se llevó el río Córdoba para el banano y tienen una trinchera (hombres armados) que defienden en este sector el secuestro del agua.
Todo esto repercute sobre Santa Marta, que tiene además la demanda que requiere el turismo que se mueve en la ciudad. La semana pasada vendían el metro cubico de agua en esta ciudad turística a $30.000. Pueden presentarse muertes por sed como en la Guajira.
Cuando Salvatore Mancuso reinaba en Córdoba construyó su propia represa ubicada entre los límites de Montería y Tierra Alta, en el Departamento de Córdoba, levantó un muro de cemento, tan ancho que pueden pasar carros, impidiendo la circulación del agua por el cañón de Betania y nadie hace nada para quitar ese muro paramilitar. El ambiente se deterioró afectando todos los cultivos de la zona, los peces desaparecieron y ahora anuncian que será una ciénaga turística, los habitantes no están de acuerdo porque acabarían con la Región.
Alertamos a todas la comunidades por los abusos que se vienen cometiendo en varios departamentos y pedimos a todas las autoridades ambientales obrar contra quienes quieren apropiarse del bien común, el agua.