martes, abril 8, 2025
InicioEdición impresaLa táctica de la lucha de clase

La táctica de la lucha de clase

Rubiel Vargas Quintero

Lenin, en el artículo sobre Carlos Marx que escribió en 1913 para el Diccionario Granat, en la parte final, expone la táctica revolucionaria del pensamiento de Marx. “Marx dedica durante toda su vida, paralelamente a los problemas teóricos, gran atención a las cuestiones de táctica de la lucha de clase del proletariado”. Estos temas esenciales sobre la táctica del proletariado se encuentran documentados en la correspondencia de Marx.

Ilustracion Ajedrez pag teoría

Solo considerando objetivamente el conjunto de las relaciones de todas las clases, sin excepción, que forman una sociedad dada, y considerando el grado de desarrollo de esta sociedad, podemos tener una base que nos permita trazar la táctica acertada de la clase revolucionaria. Esto permite estudiar todas las clases de un modo dinámico y no estático, permitiendo mirarlo en movimiento, dialécticamente.

En la correspondencia del 9 de abril de 1862, dice Marx a Engels, “en los grandes procesos históricos, veinte años no son sino un día, si bien luego pueden venir días en que se condensen veinte años”. En la táctica se deben tener en cuenta varios elementos: I) grados de desarrollo de la correlación de fuerzas en un momento determinado, II) desarrollo de la conciencia, III) la fuerza y la capacidad combativa de la clase avanzada, IV) capacidad para resolver las grandes tareas al llegar los grandes días “en que se condensan varios años”.

El maestro Álvaro Vásquez del Real, en el texto De la resistencia a la alternatividad, agrega elementos que se deben tener en cuenta para elaborar la táctica: I) actitud de las clases, II) grado de sus contradicciones, III) tendencias inmediatas, IV) coyuntura de la economía, V) estado de ánimo de las masas), VI) grado de organización, VII) grado de unidad y de espíritu de lucha, que están todos ellos en movimiento y ligados entre sí.

Manifiesto comunista

En el Manifiesto del Partido Comunista, Marx establece como postulado de táctica de la lucha política: “los comunistas luchan por alcanzar los objetivos e intereses inmediatos de la clase obrera; pero, al mismo tiempo, defiende también, dentro del movimiento actual, el porvenir de ese movimiento”.

En las luchas se parte de objetivos claros, que logren transformar la correlación de fuerzas para hacer favorables los objetivos propuestos, acompañados de programas políticos, que no se queden en el pasado, sino que logren el desarrollo de la correlación de fuerzas en los sectores democráticos, avanzados y revolucionarios. Sobre esta base se determinan las tareas, las formas de acción, las formas de lucha, los grados de organización, el resumen del momento político expresado en consignas, la política de alianzas, los compromisos, el análisis con aspecto de ofensiva o repliegue de acuerdo a las exigencias del momento.

En un país agrario –escribía Engels en 1865, “es una bajeza alzarse exclusivamente contra la burguesía en nombre del proletariado industrial, sin mencionar para nada la patriarcal explotación del palo, a que los obreros rurales se ven sometidos por la nobleza feudal”. Esto permite tener una visión de unidad con aliados naturales que posibiliten el avance en períodos definitivos.

Marx consideraba ciertas situaciones del momento político, como la “derrota de la acción revolucionaria, desde el punto de vista del materialismo dialéctico, un mal menor en la marcha general, no se puede aceptar el abandono de las posiciones ya conquistadas, a la capitulación sin lucha, ya que la capitulación hubiera desmoralizado al proletariado y su combatividad”. La táctica puede definirse como el conjunto de las orientaciones por las cuales ha de guiarse el movimiento durante una etapa o fase de lucha de clases, teniendo en cuenta la correlación de fuerzas de clase, los flujos y reflujos del movimiento.

Cartas sobre la táctica

El 7 de abril de 1917, Lenin escribe una carta demostrando su dosis política en la táctica. En la apreciación del momento, el análisis marxista exige de nosotros el análisis más exacto, objetivamente comprobable, de la correlación de las clases y de las peculiaridades concretas de cada momento histórico.

Lenin se hizo la siguiente pregunta: ¿Cuáles son los hechos objetivos, establecidos con exactitud, que deben servir hoy de guía al partido del proletariado revolucionario para determinar las tareas y las formas de su actuación? Y se puede contestar, ganar las masas para las ideas transformadoras, como creadoras en la acción de los cambios sustanciales y profundos de la sociedad.

Flujos y reflujos

El nivel de organización de las masas, su capacidad de lucha y su conciencia en un momento dado, son fundamentales en lo que se denomina acumulación de fuerzas. En procesos históricos determinados, las formas de lucha no pueden permanecer estáticas, y orientadas bajo una sola dirección. En un momento determinado una forma de lucha supera a las otras, y la que estaba en ascenso puede sufrir reflujos; en otro momento la que esta golpeada, derrotada, se impone sobre las otras.

Estos procesos son difíciles de entender en un periodo determinado.

Los sectores, como los denominaba Lenin, atrasados, democráticos, intermedios, avanzados y revolucionarios, oscilan de acuerdo a los flujos y reflujos, toman decisiones políticas y organizativas que pueden ser cooptados por el sistema imperante, entre ellos el sector atrasado, donde juega la opinión de los medios de comunicación oficial; el de repliegue asumido especialmente por los sectores democráticos y avanzados, que toman ciertas derrotas como definitivas; y las decisiones políticas de los sectores revolucionarios, que no ven entre el flujo y reflujo, el desastre, sino que por medio del análisis, la reflexión, los balances, permiten mirar cuáles son los avances y retrocesos, saber pasar de una tarea de formación y movilización dirigida a ganar fuerza, y la definitoria donde lo esencial es ganar la ofensiva, que logre entender de manera dialéctica las diferentes formas de lucha en procesos determinados, para ir acumulando en la lucha de masas.

RELATED ARTICLES

Most Popular

Recent Comments

Rodrigo en No hay dos demonios
Rodrigo en Petro en la mira
Rodrigo en 30 años sin Manuel
Rodrigo en ¿No se dan cuenta?
Rodrigo Carvajal en Elefantes blancos en Coyaima
Rodrigo Carvajal en No Más Olé
Rodrigo Carvajal en ¡A hundir el acelerador!
Rodrigo Carvajal en Semana contra el fascismo
Rodrigo Carvajal en Ucrania, ¿Otro Vietnam?
Rodrigo Carvajal en ¿Quién es Claudia Sheinbaum?
Rodrigo Carvajal en Odio y desinformación
Rodrigo Carvajal en La inflación y sus demonios
Rodrigo Carvajal en No cesa la brutalidad sionista
Rodrigo Carvajal en Putin gobernará hasta el 2030
Rodrigo Carvajal en De Bolsonaro a Lula