Una salida a la ausencia de proyección y planificación académica de la Universidad Distrital.
Desde el mes de agosto la comunidad académica de la Universidad Distrital, inició formalmente un proceso que había sido aplazado por más seis años. Se trata de una Asamblea Constituyente para la Universidad Distrital, UD, con el objetivo de generar diálogos internos hacia una reforma orgánica del campus.
Según venía expresando la multiestamentaria, espacio en donde trabajan mancomunadamente docentes, estudiantes y trabajadores, la universidad atraviesa por una crisis estructural, está permeada por la corrupción y sufre malos manejos administrativos por parte de los miembros del CSU. Algunos de ellos señalados de llevar más de 20 años en este cuerpo colegiado.
Fayber Piñero, fue vocero en un paro que se realizó el año pasado en esta institución, y en donde exigían espacios democráticos como la constituyente para formular una mejor universidad. Él le contó a VOZ: “La academia la están dejando a un lado para repartiese los poderes internos, a la investigación no se le da impulso, y si revisamos la relación social de la universidad con la ciudadanía, es casi nula”.
Para este estudiante, era muy importante que el cese de actividades del año pasado, se llevara a cabo, pues por varios medios se le había exigido a la administración que contara con la participación de la comunidad para la toma de decisiones y nunca fue posible. “Contrario a lo que pedía la comunidad, la administración adelantó una reforma orgánica a espaldas de todos los estamentos. Esa reforma era la 008, que iba en detrimento de la democracia interna, definía el rumbo de la Universidad, pero bajo los interés clientelares y corruptos del CSU”, afirma el estudiante.
Según Piñeros, el mismo desmán de esta reforma, obligaría a estudiantes a tener que trasladarse de una faculta a otra para poder ver sus materias: “Si eso hubiera pasado, los estudiantes estuvieran viendo, cálculo en El Vivero, física en Ciudad Bolívar, etc. Quien elaboró la reforma no conocía la universidad”.
Para la multiestamentaria es claro que el proceso de la constituyente, es una salida a la ausencia de proyección y planificación académica de la Universidad. “Miles de estudiantes están desertando de sus carreras, el bienestar institucional cada vez es más ausente, los acompañamientos para elevar el nivel académico no son funcionales. Estos elementos hacen parte de la proyección de una verdadera academia, y tiene que pensarse el cómo lograr que los estudiantes terminen sus carreras, con rendimiento académico, que ayuden a evitar la deserción de los jóvenes, y no que se les haga sencillo que muchos deserten”.
También menciona que existen proyectos como las tecnologías en civil y electricidad que no tienen registro calificado y la administración no muestra un interés por resolverlo.
Piñeros invita a la ciudadanía de Bogotá: “A apoyar el proceso de la constituyente, a que nos apropiemos de la UD como el patrimonio y legado de la ciudad, y hacer de esta un lugar de paz, debate, cultura, ciencia, y arte de cara a la ciudad”.