miércoles, junio 25, 2025
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La clase trabajadora recuperó derechos

Gracias a la presión que ejerció en el Congreso de la República la propuesta de Consulta Popular y la movilización social, se revivió y aprobó la reforma laboral

Redacción Laboral

El miedo que causó en congresistas de la derecha que el pueblo decidiera mediante una consulta popular, sumado a las movilizaciones en todo el país, provocó que revivieran la reforma laboral proveniente de Cámara para ser discutida en Senado.

No obstante, desde la oposición integrada por la senadora Angélica Lozano, el Centro Democrático y el Partido Conservador con direccionamiento de gremios empresariales, se intentó imponer una contrarreforma laboral con aspectos más regresivos que los actuales en cuanto a relaciones obrero-patronales y sobreexplotación laboral.

Varios aspectos que Álvaro Uribe como presidente le había arrebatado a los trabajadores con la Ley 789 de 2002, fueron recuperados. En consecuencia, el expresidente y su modelo están entre los grandes derrotados.

Aspectos a destacar

Entre los principales derechos recuperados con la reforma, están el carácter laboral del contrato de aprendizaje; los recargos nocturnos a partir de las 7 de la noche, pagos al 100%, sin excepciones; y el ciento por ciento de los dominicales y festivos.

De esta manera lo reconoció el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, Fabio Arias a VOZ, quien, sobre las formas de contratación de la nueva ley, agregó: “Quedaron las dos normas. Primero la general, todo contrato laboral se entenderá como indefinido en término generales, y un contrato a término fijo, después de cuatro años se vuelve indefinido”.

Acerca de las jugadas de Angélica Lozano, Arias comentó: “Ella nos metió tres temas absolutamente regresivos, por eso en ese momento la llamamos una contrarreforma patronal: el contrato por horas que acaba con la estabilidad laboral; la unidad de trabajo especial, que es trabajo en el cual se pueden contratar por debajo del salario mínimo y la jornada semanal de 4 x 3, cuatro días de trabajo por tres descanso, con lo cual se acaba el pago de horas extras y se vienen jornadas extenuantes de 11 horas”.

Para Arias, hubo asuntos que la reforma laboral no mejoró, como los derechos colectivos, el derecho de asociación, de negociación y de huelga; la formalización de los transportadores de carga, que había sido un acuerdo entre el Gobierno en el pasado paro camionero; el contrato agropecuario; y las licencias para las mujeres menstruantes, que quedó solo bajo dictamen médico.

También se ganó la formalización de las madres comunitarias, de trabajadoras domésticas, de trabajadores de la cultura en general y de deportistas.

Los aprendices

Los miles de aprendices del SENA también son beneficiados con la dignificación de su contrato de aprendizaje. Foto archivo

Para entender lo que recuperaron los aprendices del Servicio Nacional de Aprendizaje, SENA, María Fernanda Alfonso Vega, presidenta de la subdirectiva Bogotá de Sindesena, explica que actualmente las empresas están obligadas a contratar un aprendiz por cada 15 trabajadores formales: “Cuando la empresa decide no contratar un aprendiz, debe pagar una multa de monetización al SENA que antes de la reforma estaba en un salario mínimo legal y con la reforma y la conciliación quedarían 1.5 salarios mínimos, que se debe pagar cada mes”.

Para María Alfonso, los empresarios que se opusieron a la reforma hacen una suma equivocada al pretender hacer ver la laboralización del contrato de aprendizaje y el pago de la multa solo en etapa productiva: “El empresario le va a pagar al aprendiz en etapa lectiva, solo el 75% del salario mínimo y esto es menos de la cuota de monetización. Además, el empresario va a tener un trabajador calificado haciendo aportes a la producción de su empresa y, por supuesto, eso implica ganancias para el sector empresarial”.

La dirigente sindical comentó que con la Ley 789 de Álvaro Uribe, el empresario tenía que pagar el 75% del mínimo sin prestaciones sociales o hasta un salario mínimo, aunque sin prestaciones.

“Esto, por supuesto, configura mano de obra barata porque el empresario tiene un aprendiz del SENA haciendo todo lo que hace cualquier trabajador, pero pagándole menos”, concluyó María Fernanda Alfonso al resaltar lo que se conquistó.

Los jóvenes del estallido

Por su parte, el dirigente nacional de Sindesena, Juan Pablo Montero, también recordó que la Ley 789 deslaboralizó el contrato de aprendizaje y que siempre ha estado en los objetivos de los trabajadores y de la CUT, la creación de un estatuto del trabajo. Ahí la importancia de recuperar el contrato de aprendizaje.

“Una vez llega el Gobierno de Petro, en cabeza de la ministra Gloria Inés Ramírez, ese punto se planteó de entrada y siempre se ha convertido en un tema central, el devolver los derechos a los aprendices del SENA y a los aprendices en general”, anota el dirigente de Sindesena.

Para entender la importancia de la conquista, hay que tener en cuenta que el SENA cuenta con alrededor de 270 mil aprendices, y que con la laboralización del contrato de aprendizaje se les va a pagar un salario mínimo con prestaciones sociales.

“Alrededor de 1.5 billones de pesos anuales se le van a devolver a los jóvenes trabajadores del SENA y a los jóvenes trabajadores, que más o menos es el restante de los 350 mil pesos que hoy no les pagan. Pero si miramos ahora que se reconozca salud y pensión, anualmente se le está reconociendo alrededor de tres billones de pesos a la juventud trabajadora”, indica Montero.

Agrega que la férrea oposición que hubo a la nueva ley, por parte de gremios económicos, se debe más que a lo económico, a la posibilidad de que esta cantidad de jóvenes se sindicalicen.

“Eso demuestra el antisindicalismo que siempre ha existido en los sectores de la oligarquía, estar en contra de los derechos de los jóvenes, fueron los jóvenes los del estallido social a quienes les quitaron los ojos, a quienes encarcelaron, persiguieron y hoy ese contrato de aprendizaje es una realidad y una consigna que también salió del estallido social, y que los sindicatos y nosotros los trabajadores siempre hemos respaldado y que estaba dentro de las líneas rojas de la reforma laboral. Afortunadamente se llegó a buen puerto”, concluye Juan Pablo Montero.

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