sábado, julio 26, 2025
InicioLa militanciaHomenajeJosé Isaac Mosquera Palacio: disciplina revolucionaria

José Isaac Mosquera Palacio: disciplina revolucionaria

A sus 96 años, el secretario general del PCC en el Quindío sigue militando con la coherencia que ha caracterizado su historia: la de un comunista formado en la célula, forjado en la prensa y templado en la lucha

Sebastián Molina Arias

José Isaac Mosquera Palacio nació el 26 de octubre de 1929 en Cértegui, municipio chocoano con alma de poeta y nervio de lucha. Allí vio la luz también Arnoldo Palacios, autor de Las estrellas son negras, y figuras como Tomás Aquino Mosquera y Daniel Palacio.

Su padre comerciaba con oro; su madre era del Baudó. Mosquera Palacio hizo la primaria en la Escuela Modelo y luego cursó estudios en el Colegio Carrasquilla.

El 9 de abril de 1948, junto con otros estudiantes, se tomó el colegio en protesta por el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán. Durante tres días retuvieron a los conservadores del pueblo, lo que les valió el remoquete de “nueveabrileños”. La reacción del poder no se hizo esperar: como retaliación política, le quitaron una beca. Así, en 1949, terminó trabajando en un aserradero del Chocó, con el abuelo del joven Jairo Varela.

Estudio, Partido y célula

En 1950, se trasladó a Medellín, donde estudió en la Universidad de Antioquia para obtener los títulos de farmacéutico y químico farmacéutico. Ese mismo año ingresó formalmente al Partido Comunista, por influencia del camarada Joaquín Moreno, quien solía llegar con el periódico Voz de la Democracia bajo el brazo.

Aunque su militancia se gestó desde mucho antes, pues en el Chocó había organizado una célula con Yamil Meluc Aluma; en Antioquia consolidó su formación con referentes como Pastor Pérez, Hernando Gutiérrez y Mario Solórzano. “La escuela antioqueña era vertical, de obreros y profesionales; aprendí una cosa que practico hasta hoy: disciplina, militar en una célula, difundir la prensa y aportarle al Partido”, recuerda Mosquera.

Del pueblo no se fue

Era la medianoche del 4 de noviembre de 1972 cuando llegó a Armenia, mientras sonaban las campanas en la plaza. Allí pensó “de este pueblo no me voy”. Su primer contacto fue con Braulio Herrera, quien le ofreció un ejemplar de VOZ en una droguería donde formulaba.

Más adelante, Pastor Pérez lo conectó con la dirección regional del Partido, después en una casa de la carrera 16 con calle 23 conoció a Domingo Taborda, entonces secretario político.

En 1975, se radicó en el municipio de Córdoba, Quindío, y comenzó su militancia activa con Chepe Aguirre y Pastor Giraldo; luego se integró a la célula que lleva el nombre de Hernando Gutiérrez, donde aún milita.

En 1980, asistió al XIII Congreso del PCC y participó en la organización de la Quinta Conferencia del Partido en el Quindío, realizada en el edificio de ColCuba. Fue allí donde ingresó a la dirección departamental del Partido, cargo que ejerce hasta hoy.

Durante la vigencia del Estatuto de Seguridad de Turbay Ayala, en 1979, organizó un evento de masas en Armenia que reunió a más de 300 personas, incluyendo figuras religiosas.

En 1988, viajó a Moscú junto con cinco camaradas, entre ellos Renán Vega, y regresó ese mismo año, poco antes de la caída del bloque socialista.

La UP, la Marcha y la CUT

Asimismo, participó activamente en la fundación de la Unión Patriótica en el Quindío entre 1984 y 1985. “Cometimos un error como comunistas: coordinamos directamente la UP”, fue una de las decisiones que facilitó el genocidio político, reflexiona Mosquera.

Sobre la Marcha Patriótica, sostuvo que representaba una esperanza política que debía estar acompañada de estructura organizativa, formación ideológica y vigilancia revolucionaria.

Su pensamiento sobre la Central Unitaria de Trabajadores en el Quindío es categórico, hay que recuperar el criterio clasista: “Aquí deben estar representados los trabajadores agrarios, bancarios, informales, el magisterio, el Sena, la Contraloría… Todos” y “Vale más 20 personas organizadas que 100 desorganizadas”.

En un momento en que el Partido Comunista enfrenta múltiples desafíos organizativos, la vida del camarada José Isaac Mosquera Palacio se levanta como una referencia concreta y luminosa. No solo por su longevidad militante ─96 años de vida, 74 de militancia─, sino porque ha vivido el Partido desde la célula, con disciplina, estudio, entrega y lealtad de clase.

Lenin enseñó que sin organización no hay acción revolucionaria y sin células, no hay Partido. No basta con la mística ni con la retórica, lo que sostiene a una organización comunista es su estructura viva, su base activa, su dirección colectiva. Mosquera lo sabe, practica y transmite.

El 17 de julio de 2025 el Partido Comunista Colombiano cumplió 95 años, y Jorge Mosquera, uno más.

Quizás no sea coincidencia que sus trayectorias recorran casi el mismo siglo, porque si el Partido sigue vivo, es por camaradas como él.

* Se incluyen notas de la entrevista realizada por el camarada Nelson Guzmán Baena en el libro Reminiscencia Fraternal de Clase, 2017

RELATED ARTICLES

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Most Popular

Recent Comments

Fernando Acosta Riveros en Reunión de urgencia del Grupo de La Haya
Fernando Acosta Riveros en Proteger a Petro, lo quieren matar
Fernando Acosta Riveros en Manifiesto por la paz mundial
esperanza moreno gutierrez en Carta de lector
Fernando Acosta Riveros en La democracia judicial mexicana
William Fortich Palencia en Cortar el césped, arrasar la tierra
Fernando Acosta Riveros en El megaproyecto del siglo XXI
Fernando Acosta Riveros en Francisco, el papa del sur
Fernando Acosta Riveros en Solidaridad con RTVC
LUZ HELENA VARGAS en Una jueza indómita
Fernando Acosta Riveros en Las chazas de la Che
WLDARICO FLOREZ -PEÑA en La metamorfosis del conflicto armado
Andrés Arévalo en Una serie con tedio anunciado
Eder José Scaldaferro Silvera en 50 ediciones de amor y lucha
Isaac Rafael Garcia en 50 ediciones de amor y lucha
Jorge Albeiro Gil Panesso en ¿Qué hay detrás de la COP16?
Alba Rocío Gomez Ramírez en El comunismo decrecentista
Luis Alfredo en Una ministra de racamandaca
Rodrigo en No hay dos demonios
Rodrigo en Petro en la mira
Rodrigo en 30 años sin Manuel
Rodrigo en ¿No se dan cuenta?
Rodrigo Carvajal en Elefantes blancos en Coyaima
Rodrigo Carvajal en No Más Olé
Rodrigo Carvajal en ¡A hundir el acelerador!
Rodrigo Carvajal en Semana contra el fascismo
Rodrigo Carvajal en Ucrania, ¿Otro Vietnam?
Rodrigo Carvajal en ¿Quién es Claudia Sheinbaum?
Rodrigo Carvajal en Odio y desinformación
Rodrigo Carvajal en La inflación y sus demonios
Rodrigo Carvajal en No cesa la brutalidad sionista
Rodrigo Carvajal en Putin gobernará hasta el 2030
Rodrigo Carvajal en De Bolsonaro a Lula