20% de la mayor empresa de los colombianos pasó a manos del sector privado y financiero, en tanto Ecopetrol se descapitalizó en esta misma proporción.

Iván Posada P.
El petróleo junto con el gas natural y el carbón hacen parte de los llamados recursos no renovables. El uso masivo de estas tres fuentes de energía desde el inicio de la Revolución Industrial del siglo XIX ha jugado un papel esencial en la industria a nivel mundial.
En Colombia la actividad de exploración, producción de crudo y gas, y la refinación de hidrocarburos se han realizado a través de la estatal Ecopetrol, creada en 1951. Es la primera empresa a nivel nacional por ingresos, utilidades, activos, exportaciones y patrimonio. Hoy día es una de las 50 compañías de petróleo y gas más grandes del mundo.
En 2013 la producción de crudo se mantuvo por encima de un millón de barriles/día, equivalentes al 62% de la producción nacional; en refinación el promedio es de 315 mil barriles/día que se realiza en las plantas de Barrancabermeja y Cartagena, donde se procesan los crudos y se obtienen los combustibles con los cuales se atiende la mayoría de la demanda nacional; también se cubre cerca del 80% de la demanda de productos petroquímicos e industriales.
A partir de 2004 Ecopetrol desarrolla actividades de exploración y producción de hidrocarburos mediante las siguientes modalidades: operación directa, es la que realiza Ecopetrol con sus propios recursos técnicos, humanos y financieros; operación asociada, que se lleva a cabo a través del trabajo asociado entre Ecopetrol y las compañías privadas; participación de riesgo, es un mecanismo asociado en el que Ecopetrol y las compañías privadas comparten riesgos; producción incremental, mecanismo a través del cual se busca incrementar los volúmenes de producción de un campo.
Economía política
Hace 30 años Ecopetrol venía operando bajo la figura del contrato de asociación con las multinacionales para la explotación de este vital recurso. En el marco de la globalización se adoptaron dos cambios fundamentales para insertar a la compañía en el mercado mundial de los hidrocarburos: primera, a partir de 2003 se retornó a la figura del contrato de concesión; y la segunda, mediante la ley 1118 de 2006 se modificó el carácter de empresa comercial e industrial del Estado al de una sociedad de economía mixta, de carácter comercial, organizada bajo la forma de sociedad anónima, del orden nacional, vinculada al Ministerio de Minas y Energía.
Esta ley le permitió colocar acciones en el mercado para ser adquiridas por personas naturales y jurídicas. La primera emisión de acciones, correspondiente al 10% de la compañía, se llevó a cabo en 2007 por valor de 5,6 billones de pesos; la segunda emisión en 2011 por un valor de 2,5 billones de pesos. En el mercado financiero los grandes accionistas terminan absorbiendo a los pequeños propietarios. Así las cosas, 20% de la mayor empresa de los colombianos pasó a manos del sector privado y financiero, en tanto Ecopetrol se descapitalizó en esta misma proporción.
Por otro lado se han venido adoptando medidas de privatización consistentes en ceder operaciones propias de la compañía.
Por ejemplo, la escisión de la red de oleoductos, poliductos y de los terminales de almacenamiento de crudo y derivados, facilitando así a las multinacionales la utilización de las redes de Ecopetrol para introducir combustibles al mercado interno; libertad de precios e importaciones de los combustibles, con lo cual se abre la posibilidad de que la Refinería de Barrancabermeja pierda su condición dominante en el mercado de derivados hacia el interior del país; escisión de las redes de transporte de gas natural, creando Ecogás, afectando en más de 600 millones de dólares el patrimonio de la empresa; se vendió la participación en Terpel, la cuarta empresa más grande de Colombia.
En turbias transacciones se escindió, se vendió parte y luego se recompró la Refinería de Cartagena; igual suerte corrieron las participaciones de Ecopetrol en Invercolsa, Promigás y otras empresas.
Otra forma de privatización fue la constitución de un holding conformado por 28 empresas filiales y subsidiarias; en ninguna de estas empresas hay sindicato ni convención colectiva. Recientemente se negó el trámite de pliegos de peticiones y fueron despedidos los obreros que se sindicalizaron en Propilco, Comai, Ecodiesel y Oleducto Bicentenario, todas empresas de propiedad de Ecopetrol S.A. (Fuente: Informativo Sindical USO, mayo de 2013).
En 2013 Ecopetrol contaba con unos diez mil trabajadores de planta y cerca de 26 mil tercerizados, y si se incluyera a los empleados de los proveedores, la cifra de personas dependientes de la compañía podría llegar a cien mil.
La principal fuerza de los trabajadores en defensa de la estatal petrolera y de las reivindicaciones obreras la constituye la USO, Unión Sindical Obrera, organización que ha sido víctima de toda clase de persecución, desde la penalización de la protesta social, la declaratoria de ilegalidad de los movimientos huelguísticos, hasta el asesinato de sus directivos y activistas.