El Colapso del dragón
China, la segunda economía mundial y la fábrica del resto del mundo, presiona el resto de las economías. Hace un mes devaluó su moneda, el yuan, en 4,5 por ciento con respecto al dólar. El objetivo es incentivar las exportaciones, medida que provocó pánico entre los inversionistas. Después de un crecimiento sostenido del 10 por ciento en la última década, este se redujo al 7 por ciento.
El Congreso del Partido Comunista Chino lanzó su plan quinquenal en el que planteó un cambio en el modelo de desarrollo, consistente en privilegiar el consumo interno y el desarrollo de sus regiones, frente a las exportaciones.

Efecto regional
Hasta el 2013 la economía china jugó un papel clave en la compra de materias primas, impulsando el crecimiento de los países que suministraban estos insumos, entre ellos Colombia. Por eso la desaceleración del gigante asiático impacta fuertemente en nuestras economías. Según cálculos de la Cepal, Comisión Económica para América Latina, la región crecerá sólo 0,5 por ciento debido a la caída en los precios de las materias primas, como consecuencia de la caída del PIB chino. En los seis primeros seis meses de 2015, las exportaciones colombianas a China se redujeron un 72 por ciento, de 3.400 a 950 millones. Los productos afectados son el grupo combustibles y productos de las industrias extractivas.