Con representaciones de 133 países, el mayor grupo de cooperación dentro de las Naciones Unidas se relanza con críticas al modelo de desarrollo neoliberal
Alberto Acevedo
En la población de Santa Cruz de la Sierra y con el presidente de Bolivia Evo Morales como anfitrión, los pasados 14 y 15 de junio se reunió el Grupo de los 77 más China, establecido hace 50 años y que constituye hoy el más dinámico organismo de cooperación dentro de la Organización de las Naciones Unidas, con 133 países miembros, que cubren las dos terceras partes del globo terráqueo.
La reunión de Bolivia supone un relanzamiento de esta organización de medio siglo de cooperación entre pares, cuyo éxito se mide por el poder de convocatoria y el carácter de sus acuerdos finales, contenidos en la denominada Declaración de Santa Cruz, que presupone una agenda contrahegemónica, que cuestiona los actuales paradigmas de las relaciones internacionales, el modelo de desarrollo neoliberal, y sienta las bases para una nueva geopolítica en las relaciones Sur-Sur, que proyecten un mundo multipolar frente a los designios de las grandes potencias occidentales, con Estados Unidos y Alemania a la cabeza.
Los documentos de trabajo del G-77+China rechazan las acciones unilaterales de Estados Unidos contra Cuba, y en general todas las sanciones del Norte contra el Sur, en aspectos como la lucha contra el terrorismo, el trasiego de drogas, el tráfico de personas, la política de derechos humanos, y otros, donde las grandes potencias, beneficiarias de actividades ilícitas, se arrogan el derecho de juzgar y descalificar a los países en desarrollo.
Desarrollo sostenible
El foro, al que asistieron 13 presidentes, cuatro primeros ministros y especialistas en cooperación internacional de los cuatro continentes, rechazó el uso de tecnologías de la información y la comunicación en acciones violatorias al derecho internacional, refiriéndose a los recientes casos de espionaje, interceptación de teléfonos o planes desestabilizadores como el denominado ‘zunzuneo’ contra el pueblo y el gobierno cubanos.
La declaración de Santa Cruz renueva la intención del grupo de promover una agenda de equidad entre las naciones y sus pueblos, y el desarrollo sostenible y la solidaridad. En Bolivia se agregaron temas como metas en torno a la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. De hecho, en una de las reuniones preparatorias de la cumbre participaron alrededor de 1.500 mujeres que plantearon que si ‘el siglo XX acabó con la descolonización, ahora el siglo XXI debe poner fin a la discriminación contra las mujeres’, pasar de la descolonización a la despatriarcalización.
Democratizar las economías
En uno de los apartes de la declaración final, el Grupo de los 77+China consigna: “Destacamos que los desequilibrios de la economía mundial y la desigualdad de las estructuras y los resultados de los sistemas comercial, financiero, monetario y tecnológico dieron lugar a la creación de nuestro grupo”.
“Afirmamos -agrega el documento- que el siglo XXI es el momento para que los países y los pueblos del Sur desarrollen sus economías y sociedades a fin de cumplir las necesidades humanas de manera sostenible, en armonía con la naturaleza y respetando a la Madre Tierra y sus ecosistemas”.
Entre un abanico de temas, expresó preocupación por el efecto pernicioso de las empresas transnacionales en las economías y la soberanía de los países pobres y en desarrollo y manifestó: “Nos preocupa la situación actual de la economía mundial, el estado de la gobernanza económica mundial y la necesidad de una enérgica recuperación (…) Deben hacerse ahora nuevos intentos para establecer un sistema adecuado de gobernanza económica mundial, con plena expresión, representación y participación de los países en desarrollo en los debates y la adopción de decisiones”.
