jueves, septiembre 4, 2025
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“Espero que prime la razón”: Luis Guillermo Pérez

El Pacto Histórico enciende alarmas. Álvaro Hernández Prada utiliza al Consejo Nacional Electoral – CNE, para hacer oposición política. Peligra la unidad jurídica del Pacto Histórico. “Si no hay reconocimiento debemos activar el plan B” LGPC.

Zabier Hernández Buelvas

Luis Guillermo Pérez – LGPC, nació en el Líbano, Tolima, magistrado del Consejo Nacional Electoral, elegido por el Congreso en pleno para el período 2018-2022. Abogado de la Universidad Nacional, con maestría del Instituto de Altos Estudios para el Desarrollo en Análisis de Problemas Económicos y Políticos Contemporáneos. Defensor de derechos humanos, fue presidente del Colectivo de Abogados “José Alvear Restrepo” – CAJAR.

El 19 de julio de 2025 el Pacto Histórico en su convención, radicó formalmente la solicitud al Consejo Nacional Electoral, de unificación jurídica de todos los partidos que lo conforman ¿en qué estado está actualmente, esta solicitud?

La solicitud se presentó el 11 de junio al Consejo Nacional Electoral. Se repartió y quedó como magistrado ponente Altos Vaquero quien ordenó una serie de pruebas en relación con los estatutos de los partidos que conforman el Pacto Histórico y verificar que efectivamente la decisión de desaparecer como fuerzas políticas y de fusionarse en el nuevo movimiento político, partido Pacto Histórico y si se había hecho conforme a esos estatutos y las decisiones se habían tomado en la convención.

Estamos esperando que se radique la ponencia del magistrado ante el Consejo Nacional Electoral, CNE. Según la ley 130 de 1994, el CNE tiene 30 días para pronunciarse una vez radicada la solicitud, es decir, que ya se habría pasado el tiempo, es “normal” en las decisiones que toma el Consejo Nacional Electoral.

¿Qué se requiere?

Que la ponencia sea favorable, yo esperaría que fuese favorable dado que Altos Vaquero es un joven magistrado que ha demostrado que tiene ciertas tendencias progresistas, convicción de respeto por la democracia y esperaría una ponencia positiva de su parte.

Y en votos, ¿cómo está la situación?

Se necesitan cinco votos de los nueve que acompañarán esa ponencia para que el Pacto Histórico, movimiento político, tenga vida jurídica. Los tiempos están bastante estrechos de cara a la inscripción de los candidatos y precandidatos a la consulta presidencial y también en relación con la posibilidad de ordenar democráticamente las listas del Pacto Histórico para las elecciones al Congreso el 8 de marzo del año próximo. El 19 de septiembre se abre justamente la inscripción de esas candidaturas ante la Registraduría Nacional del Estado Civil y el 26 de octubre ya sería la elección.

Los tiempos están muy apretados, ¿qué hacer?

El CNE debe tomar decisiones con la debida diligencia para que no se limite lo que es un derecho constitucional y legal. De no hacerse, se estaría violentando la esencia de la democracia, el principio democrático, las garantías constitucionales para constituir partidos y movimientos políticos.

¿Y si no? Al no darse la decisión oportuna, ¿qué normas se estarían violentando?

Se estarían violentando los artículos 40, 107 y 108 de la Constitución Política y se estaría violentando también el espíritu de la ley 130 del 94 y de la ley 1475 de 2011, donde están contempladas las garantías para que una o varias fuerzas políticas puedan fusionarse en una sola. Es algo que debe estimularse por la organización electoral.

Pero el CNE ha concedido escisiones a partidos. ¿Esto no es ir en contravía de lo que se requiere en democracia?

Ambas figuras están contempladas en la legislación y en los estatutos de los partidos. Las últimas decisiones que ha tomado el Consejo Nacional Electoral para realizar escisiones tienen que ver justamente con la escisión del Polo Democrático Alternativo. El Consejo Nacional Electoral validó la decisión que había tomado este partido para eximir a una parte de su militancia, dirigencia y congresistas, para que pudieran irse y crear el movimiento Dignidad. Lo mismo hizo la Fuerza de la Paz de Roy Barreras, que se escindió del movimiento ADA, dirigido por Paulino Riascos.

¿Podemos decir entonces que el CNE está haciendo oposición al Partido de gobierno?

No todo el CNE. Los que se oponen al Gobierno Nacional, empezando por el señor Álvaro Hernández Prada, una persona hoy enjuiciada por la Corte Suprema de Justicia, es decir, que ya fue acusado, en un proceso en el que también se le vincula por favorecer falsos testimonios a favor de Álvaro Uribe Vélez y en contra del senador Iván Cepeda. Por eso está enjuiciado hoy en la Corte Suprema de Justicia. Este personaje, que es un enemigo del gobierno, que es del Centro Democrático, que pretendió escapar de la justicia del máximo tribunal, renunciando a su condición de representante a la Cámara y quien hoy, sigue siendo, de manera irregular, presidente del Consejo Nacional Electoral.

Argumentos mentirosos

¿Y cuál es el argumento para oponerse a esta fusión del Pacto Histórico?

Él y quienes se oponen han dicho que no permitirían la fusión porque las fuerzas políticas que quieren conformar el nuevo partido unitario, tienen investigaciones y eventuales sanciones del Consejo Nacional Electoral. Traen a colación el artículo 14 de la ley 1475, que lo mencionan de manera exegética y utilitarista, Pero en el caso del Polo Democrático Alternativo – PDA, que estaba siendo investigado, el mismo CNE dio una interpretación garantista para esa decisión, dado que el hecho de reconocer la decisión no implicaba que el pueblo democrático escapara a su responsabilidad de responder por cualquier eventual sanción ante el Consejo Nacional Electoral.

¿O sea, que una cosa no tiene que ver con la otra?

Asi es. No podría ser el argumento, porque esta fusión del Pacto Histórico, no lo exime de sus responsabilidades ante cualquier eventual sanción contra cualquiera de las cuatro fuerzas políticas con personería jurídica que han solicitado justamente integrarse al Pacto Histórico. No habría impunidad en relación con eso, pues esta nueva entidad mayor, tiene la obligación de dar garantías administrativas de poder pagar cualquier eventual sanción que imponga el Consejo Nacional Electoral.

En estos días está en la palestra pública, justamente la ponencia que han presentado Álvaro Hernán Prada y Benjamín Ortiz, sancionando a la Colombia Humana y sancionando a la Unión Patriótica. Si se impusiese la tesis de estos dos integrantes del CNE, nunca podría reconocerse la fusión de algún partido, porque siempre habrá investigaciones administrativas contra los partidos políticos, por cualquier razón. Así que eso no puede ser un motivo para desconocer derechos constitucionales y legales que ampararían, justamente, el reconocimiento de la personería jurídica del Pacto Histórico-Movimiento Político.

Dos escenarios posibles

Ha hecho usted una radiografía muy precisa del proceso legal y formal. Políticamente, ¿qué intereses hay detrás de esta oposición?

El establecimiento que ha manchado de sangre esta democracia, que ha excluido a sangre y fuego a numerosos liderazgos sociales, que no dudó en patrocinar un genocidio contra la Unión Patriótica, contra el Partido Comunista, ese establecimiento que no ha dudado en promover también más homicidios. Ellos están en contra y no quieren, justamente, que el Pacto Histórico pueda consolidarse como la principal fuerza política del país, y a toda costa lo quieren evitar.

Ahora, estos magistrados tendrán que enfrentarse de cara a una responsabilidad histórica y de cara a millones de colombianos y colombianas que esperan que se cumpla con la garantía de sus derechos políticos, porque hay derechos políticos de naturaleza individual y hay derechos políticos de naturaleza colectiva.

Espero que prime la razón y que prime el respeto de la Constitución Política, que prime el respeto también de nuestra democracia participativa, que prime el respeto del Estado Social de Derecho y del principio democrático en su interpretación universal y expansiva, que varias veces ha reiterado la Corte Constitucional como imprescindible para poder profundizar la democracia colombiana. De lo contrario, sería un mensaje muy violento contra la democracia misma, no solamente contra los militantes del Pacto Histórico.

Observando los escenarios posibles, si se aprueba la unificación, ¿cuál sería el paso siguiente?

Lo primero es aprobarse, pues se allana efectivamente la inscripción de todas las listas de Colombia Humana, del Polo Democrático Alternativo, del Partido Comunista y de la Unión Patriótica, en esta nueva fuerza política. Cada uno de estos partidos sería una tendencia dentro del Pacto Histórico-Movimiento Político. Esto consolidaría justamente la consulta del 16 de octubre y elegir un candidato o candidata que iría a la consulta del Frente Amplio del 8 de marzo de 2026.

Empezaríamos a organizar las listas cerradas que irían al Senado y a la Cámara para el 8 de marzo de 2026. Eso es lo que se aspiraría, porque la gente en los territorios no soporta más que desde Bogotá, con un lapicero, les vayan a organizar quiénes pueden ser sus candidatos y candidatas. La gente no tolerará eso, ese ejercicio causó muchos problemas en la elección regional. Se dejaron de dar muchos avales. Se dieron avales equivocados.

Y lo que pudo haber sido una gran victoria en las elecciones regionales terminó en una espantosa derrota, porque mucha gente se quedó incluso sin ser avalada para poder competir. Y eso debilitó, por supuesto, a las propias fuerzas del Pacto Histórico en ese momento. La realidad del país muestra que hoy el 40% de la población votaría esta consulta del Pacto Histórico el 26 de octubre, entonces, ese es el escenario adecuado.

Plan B

Y si no se aprueba, ¿qué debe hacer el Pacto Histórico?

Si no hay reconocimiento debemos activar el plan B. Acudir a las tutelas que presentar. Aunque debemos reconocer que este es un camino muy incierto. ¿Qué quedaría entonces? Bueno, yo redacté estos parágrafos de la solicitud que se hizo ante el Consejo Nacional Electoral, en nombre del Pacto Histórico, para evitar justamente un descalabro.

¿Qué fue lo que propuse y quedó incorporado en el texto? En caso de que no se reconozca la personalidad jurídica del Pacto Histórico, las fuerzas que lo integran podrán ir separadamente en consulta y coaligarse como a bien tengan, sin superar el 15% del umbral de la votación al Senado y a la Cámara. Es decir, que la Colombia Humana haría su propia consulta, podría coaligarse con el Partido Comunista o con la Unión Patriótica, el Polo Democrático haría su propia consulta, también podría coaligarse con una de las dos fuerzas.

Esas consultas llevarían a que a las elecciones del 8 de marzo se presentasen listas cerradas por un lado de la Colombia Humana y por otro lado del Polo Democrático. Esa es la opción. Tal y como quedó redactado, tendría que facilitar la organización electoral en caso de que no permitiese la personalidad jurídica al Pacto Histórico – Movimiento Político.

Ante este último escenario negativo, ¿cómo afectaría esto la perspectiva de creación de un Frente Amplio de las fuerzas que hoy conforman el pacto con otras fuerzas progresistas y de centro?

El Frente Amplio se va a conformar, no hay duda de que eso va a suceder. Por un lado, está la fuerza de Unitarios, que congrega 15 partidos políticos, organizaciones sociales que están allí y que aspiran también en listas abiertas a mantener la personalidad jurídica de los cinco partidos que hoy la integran. Están algunas candidaturas presidenciales, precandidaturas que se han anunciado, que irían ese 8 de marzo también en su aspiración de llegar a tener las mayorías. Estamos hablando de Clara López, de Carlos Caicedo, entre otros.

Así que el Frente Amplio es algo que ya está caminando, es algo que va a ir, y los que no van a ir a la consulta el 26 de octubre, como Roy Barrera, Luis Alberto Murillo, entre otros, van a ir a esa consulta del Frente Amplio, donde estará la candidatura de toda la izquierda y del movimiento progresista para que vaya a la elección el 31 de mayo. Ese es el escenario.

Sin duda, esto impacta la posibilidad de la continuidad del proyecto de cambios y reformas. ¿Usted cree que por encima de esas dificultades volveremos a ser gobierno?

Yo creo que sí. Incluso si se niega la personería jurídica del Pacto Histórico, eso generaría una gran indignación. Lejos de que los partidos que lo integran se debiliten, yo creo que esa indignación va a generar también que se fortalezcan. Ahora, se fortalecerán en la medida en que democráticamente permitan que el pueblo se exprese para ordenar esas listas. La gente está esperando de las regiones que muchos liderazgos, que son muy auténticos, que han quedado por fuera, pues tengan la posibilidad de tener un respaldo político, un respaldo electoral directo de la población.

Yo creo que ese es el camino más expedito para profundizar la democracia y para profundizar también la fuerza de estos partidos. Eso es lo que veo. Sin duda, la popularidad del presidente hay que verla en el impacto que tiene también sobre los partidos de la coalición que lo llevaron al poder, que lo llevaron al gobierno. En la encuesta de Invamer, donde Petro ha tenido casi el 40% de popularidad, 58% de impopularidad, a un año de terminar su gobierno.

¿Qué es lo que se ha visto? La tendencia es a que crece la popularidad del presidente. Comparadas con las mismas encuestas de Invamer del último año de gobierno, en el segundo periodo de Juan Manuel Santos, este tenía una impopularidad del 71%, o de Duque, que en el último año de gobierno tuvo una impopularidad del 76%.

Aquí tenemos un presidente que va a incidir en que efectivamente se puedan tener las mayorías en el Congreso, y va a incidir en quién puede ser el próximo presidente de Colombia.

Elecciones

¿Usted va a ser candidato a alguna de las instancias que hoy se van a jugar en el proceso electoral?

Sí. Me he inscrito en la Colombia Humana, en el Pacto Histórico, para ser precandidato al Senado de la República. Nunca he pertenecido a ningún partido político. De hecho, cuando me eligieron como magistrado del Consejo Nacional Electoral en el 2018, fue un consenso entre Gustavo Petro Urrego, Gustavo Bolívar, Iván Cepeda, e incluso las distintas tendencias del Partido Verde, que me eligieron con 44 votos, el único magistrado de la oposición de esas fuerzas progresistas del 2018 al 2022.

Ahora, pues mucha gente, muchos liderazgos sociales, indígenas, afros, comunitarios, sindicales, me han pedido que, dada mi trayectoria y mi experiencia, me presente como candidato al Senado en esta consulta del 26 de octubre.

Quiero decir y reconocer que cualquiera de las candidatas y candidatos, en el espectro de la izquierda y progresismo, mujeres extraordinarias, como Gloria Ramírez, con la que trabajé yo siendo Superintendente del Subsidio Familiar de este gobierno, una mujer con una gran capacidad de gestión, de liderazgo y de visión.

Están también Carolina Corcho, Susana Mohammad, María José Pizarro, Gloria Flórez, son mujeres muy valientes, grandes lideresas de este país, pero también tenemos a Gustavo Bolívar, a Liban Tou, que representa a las comunidades afro. Está también nuestro compañero Iván Cepeda, un hombre también de grandes calidades éticas y con una gran capacidad de liderazgo.

Gente con mucha experiencia y mucho liderazgo, que han tenido una trayectoria y un reconocimiento nacional, internacional. Cualquiera de ellos podría representarnos en la posibilidad de llegar al Frente Amplio y de ganar esa consulta el 8 de marzo del 2026.

Mientras se dan las decisiones que necesitamos ¿cuál sería su mensaje para todas las bases sociales y territoriales del Pacto Histórico?

Lo ha dicho ya el presidente de la República, este es un proceso electoral que es de vida o muerte, o ganamos o el fascismo nos vence, y si el fascismo nos vence ya sabemos de qué son capaces, hoy están aplaudiendo el genocidio contra el pueblo palestino por el Estado de Israel, por el gobierno de Netanyahu, y hablan de restablecer relaciones inmediatamente con el gobierno genocida de Israel, si llegan a ganar las elecciones. Esa inhumanidad absoluta pues ya la hemos sufrido.

Ya sabemos cómo mandan sacarles a los ojos a los muchachos y muchachas en las manifestaciones. Sabemos cómo mandan torturar y desaparecer personas y el desprecio absoluto que tienen por la vida humana y por la justicia. Así que es un asunto de vida o muerte.

Tenemos que movilizarnos y ser capaces de anteponer los intereses del pueblo colombiano por encima de los intereses personales, de los caudillismos personales, de esas envidias entre unos y otros, para entender que no podemos jugar con el destino del pueblo colombiano, cuando este pueblo ya ha entregado muchísima sangre, muchísimos han sido sacrificados, sacrificadas, para lograr justamente la victoria popular del 2022.

No la podemos perder en el 2026, cuando todas las reformas que se han hecho permiten ese apoyo al presidente de la República y a la continuidad de este proyecto y aún nos falta profundizar esas reformas, falta avanzar en la conquista de la paz para el país y hacer respetar nuestra soberanía nacional.

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