Carlos A. Lozano Guillén
Enviado especial
En La Habana se respiran vientos de paz en el escenario de los diálogos del Gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC-EP. El próximo jueves 20 de marzo comenzará el nuevo ciclo de las conversaciones en el Centro de Convenciones en Miramar, sobre el tema del narcotráfico y los llamados cultivos de uso ilícito, en torno al cual no hay todavía acuerdos ni siquiera parciales, aunque sí, según aseguran fuentes del gobierno y de la insurgencia, hay bastantes coincidencias y aproximaciones, aun sin concreción en un texto.
La delegación de las FARC-EP, que ha trabajado bastante, en opinión de los países garantes, pues ha entregado numerosos e interesantes documentos sobre el tema, ha dedicado estos últimos días a hacer el balance de los resultados electorales, a seguir de cerca el proceso político colombiano y a considerar otros aspectos no menos importantes, como el estudio por parte de la Corte Constitucional de la ley estatutaria “Por medio de la cual se dictan las reglas para el desarrollo de referendos constitucionales con ocasión de un acuerdo final para la terminación del conflicto armado”, cuya ponente es la magistrada María Victoria Calle Correa.
Iván Márquez, cabeza de la Delegación de Paz de las FARC-EP, nos dijo que quieren participar en una de las audiencias y en tal sentido han hecho llegar un documento jurídico a la Corte Constitucional, en el entendido que su propuesta es la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente. “Es la única que puede refrendar el acuerdo político, dirimir los desacuerdos y profundizar en las reformas políticas y sociales estructurales”, señaló.
Preguntado por su composición, respondió: “Tendrá que ser el resultado del acuerdo mismo, teniendo en cuenta que en su composición deben estar representadas las organizaciones sociales y la insurgencia”. La designación sería diferenciada, unas mediante sufragio, en el caso de los partidos políticos y otras por las organizaciones que darán representación a sus constituyentes.
Sin embargo, la nueva ronda comenzará en evidente tensión. La última terminó en medio de una declaración muy fuerte y salida de tono del jefe de la delegación gubernamental, Humberto de la Calle Lombana, quien rechazó declaraciones de los voceros farianos en respuesta a los insultos y provocaciones del ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón. Ricardo Téllez, de la delegación de las FARC, instó a los voceros gubernamentales a serenarse, a tomar con tranquilidad la controversia, porque lo más importante es el espíritu de trabajo y de superación de las diferencias que debe primar en la mesa.
El tercer tema seleccionado, que algunos analistas consideraban fácil y de pronta resolución, resultó más difícil de lo previsto. No se ha superado el primer subpunto, aunque abundan los documentos entregados por las FARC, que han sido considerados interesantes y juiciosos por la contraparte. Aunque hay el interés de las partes por avanzar, pero falta más decisión, sobre todo en la parte oficial, para construir los acuerdos. Hay vientos de paz en La Habana, pero…