Condenado Uribe en Colombia y Bolsonaro en Brasil, son indicios de un cambio en la justicia latinoamericana. Ahora no les ha quedado fácil a las extremas derechas instrumentalizarla. La condena de Bolsonaro fortalece el movimiento social y popular
Zabier Hernández Buelvas
Ana Prestes, es una destacada integrante del Comité Central del Partido Comunista de Brasil, secretaria de relaciones internacionales, cientista política, socióloga y doctorada en Ciencias Políticas.
En el momento en que coincidimos en el Seminario Internacional de Partidos Comunistas convocado por el Partido del Trabajo de Bélgica, PTB, en el marco del Festival del periódico Manifesta, órgano del PTB, estaba reciente la condena al expresidente y golpista Jair Bolsonaro.
Hablamos del significado de la decisión de la justicia brasilera, de condenar a Bolsonaro, sobre los elementos parecidos tanto en su país como en Colombia, y sobre las prioridades de la lucha popular y el gobierno democrático de Lula Da silva
Significado
¿Qué significa esta condena a Bolsonaro en el contexto de la situación política actual de Brasil?
Gracias por la oportunidad de hablar en el periódico VOZ. Para Brasil es muy muy importante lo que acaba de pasar con la condena a Bolsonaro y cuatro generales, es un hecho histórico en nuestro país. Es la primera vez que tenemos militares de alto rango,y un expresidente, juzgados y condenados por intento de golpe de Estado.Y Brasil, así como otros países de América Latina, ya tuvieron otros momentos de golpe de Estado y nunca ha pasado nada con la justicia.Nosotros, tenemos una muy débil justicia de transición, teniendo en cuenta esta característica, es realmente una decisión que marca una nueva época en Brasil.
Ante el ascenso de la extrema derecha y neofascistas en América Latina, y en Brasil representada en el bolsonarismo, para nosotros es muy importante esta condena, porque es una señal de que la sociedad brasileña, las instituciones brasileñas tienen la fuerza para enfrentar y responder a esta ola de extrema derecha. La condena fortalece al movimiento social y popular y a las fuerzas democráticas que luchamos contra la extrema derecha neofascista.
¿Esta decisión del juez tiene un respaldo de la movilización del pueblo brasilero?
Sí, un gran respaldo. Fue una decisión muy popular que se expresó como una fiesta en las calles de las grandes ciudades de Brasil. Es necesario decir que ellas también tienen apoyo popular. La sociedad brasileña tiene una relativa división, todas las encuestas oscilan entre 56 a 60% de la población en favor del juzgamiento y de la condena.
En Colombia también fue condenado el expresidente Uribe. En ambos países hay decisiones judiciales que han sido muy importantes para este momento. ¿Crees que hay un cambio en la justicia latinoamericana contra la impunidad?
Esperamos que sí, porque en los últimos años lo que vivimos en América del Sur, en Sudamérica, con relación a la justicia, fueron procesos de lowfare, que buscan tumbar a gobiernos democráticos a través de la persecución jurídica. Cuando la derecha no puede ganar las elecciones, ha puesto a la justicia a ir contra nuestros líderes, como hizo con Lula, que se quedó 580 días encarcelado, Rafael Correa, Evo Morales, ahora Cristina Kirchner.
Entonces lo que pasó en Colombia con relación a Uribe, y lo que pasó en Brasil con relación a Bolsonaro y otros generales, es muy importante porque demuestra un cambio en la justicia. Ahora no les ha quedado fácil instrumentalizarla.
El pueblo brasilero en las calles
¿Cuáles son actualmente las prioridades del proceso popular y del gobierno democrático de Brasil?
La prioridad número uno del gobierno Lula es hacer justicia social y, combatir la desigualdad, el hambre y la pobreza. Ahora mismo las políticas del gobierno han sacado a Brasil del mapa del hambre mundial y los precios de los alimentos bajaron.Y la segunda prioridad, bueno, es aprobar una reforma en el parlamento para elevar el impuesto de renta a los más ricos, que ganan hasta 5 mil reales. Es necesario que los ricos paguen impuesto y los pobres menos. La democracia es una prioridad. Buscamos asegurar que nuestra democracia siga fuerte, que la extrema derecha y el bolsonarismo no puedan violar ni abusar de nuestra constitución.
En este momento Trump amenaza a América Latina, en especial a Venezuela, Brasil Colombia. ¿Cuál es la posición del gobierno frente a esta amenaza imperialista?
Lula ha repetido que defenderemos nuestra soberanía. Incluso el gobierno cambió su lema o su eslogan, antes era unión y reconstrucción, ahora es, “al lado del pueblo brasileño”.
Trump ha realizado ataques concretos, negando visas a funcionarios de gobierno y jueces de la Suprema Corte. El aumento de aranceles (tarifazo) en un del 50% de los productos brasileños que son exportados a Estados Unidos, es un ataque directo al pueblo. Ante toda esta amenaza y militarización de la región, el presidente Lula ha sido firme en defensa de nuestra soberanía y la autodeterminación de toda América Latina.
¿Cuál es estado actual del movimiento social y popular en Brasil?
Tenemos el reto de poner más gente en la calle, realizar movilizaciones más expresivas y potentes. Los retos del gobierno Lula, con una aprobación del 60%, son nuestros retos. Lula cuenta con el apoyo popular. El juzgamiento y la condena de Bolsonaro, para nosotros como militantes y dirigentes de la izquierda, en este momento, nos impone el reto de movilizar más a la población brasileña.