Margarita Guerra de la coalición Fuerza Ciudadana con 188.722 votos, ganó las elecciones a la gobernación de Magdalena. En segundo lugar, estuvo Rafael Noya de la coalición En El Magdalena Cabemos Todos, con 124.291 votos (36,91%)
Raúl Pacheco Granados
Este resultado marcó un punto de quiebre entre el Pacto Histórico y Fuerza Ciudadana, por el apoyo del Pacto a Noya, y por los ataques y señalamientos que Fuerza Ciudadana ha hecho contra el Pacto, atizados especialmente desde que el presidente en consejo de ministros del 25 de noviembre dijera que no puede apoyar la izquierda que divide.
Los candidatos
Las elecciones atípicas fueron convocadas el 25 de septiembre, luego del proceso en que el consejo de estado declaro nula la elección de Rafael Martínez como gobernador del Magdalena 2024 – 2027, por doble militancia en modalidad de apoyo a dos aspirantes del Partido de la U. Esta figura viene siendo utilizada por el Consejo de Estado de modo diferencial para sacar mandatarios de forma discrecional.
En elecciones participaron los candidatos Rafael Noya, ex diputado de Fuerza Ciudadana, inscrito por la coalición conformada por el movimiento En El Magdalena Cabemos Todos y co avalado por los partidos ASI, Colombia Renaciente y Cambio Radical; el ex concejal de Santa Marta Miguel el mono Martínez de la coalición ALMA de los partidos ADA, Colombia Justas Libres, y Liga de gobernantes Anticorrupción, y Luis Santana Galeth del Partido Dignidad y Compromiso.
La gobernadora Margarita Guerra fue electa por la coalición Fuerza Ciudadana compuesta por los Partidos Comunes, y Ecologista Colombiano. Esta figura jurídica fue la escogida por Carlos Caicedo para mantener vigente su marca política y adelantar la campaña en todo el departamento, después que el Consejo de Estado revocara la personería jurídica al partido en marzo de 2024.
El pulso
La elección se entendió como un pulso entre dos candidaturas cuyo origen está en los sectores alternativos. De un lado estaría Margarita Guerra, candidata escogida por el pre candidato presidencial Carlos Caicedo, y por el otro Rafael Noya, quien inició su proceso al interior del Pacto Histórico, pero finalmente recogió firmas por la incertidumbre sobre la personería por parte del CNE.
Margarita Guerra prometió dar continuidad a una serie de obras iniciadas por sus predecesores como las sedes universitarias, los centros de vida, y las vías que la derecha nunca hizo en el Magdalena. Vale decir que con el triunfo de Caicedo en 2019 se inició un nuevo modelo con innegables beneficios a la población, que también tiene sus lunares como el estado de algunos hospitales departamentales, de retrasos en obras, y la no entrada en funcionamiento una vez culminadas.
Rafael Noya intentó la construcción de un gran frente post caicedista bajo la consiga de la paz política, prometiendo mejorar la conflictiva relación entre gobernación y alcaldías, así como un relacionamiento más directo y fluido con el gobierno nacional, que a pesar de ser de izquierda traduce en inversiones por la poca disposición y escasa interlocución con el departamento. En esa idea aglutinó partidos opositores al gobierno nacional, el centro político, y desde el inicio un sector importante del Pacto Histórico.
La comunicación en campaña estuvo poco acentuada en propuestas, y se enfocó por parte de Fuerza Ciudadana en señalar a Noya como el candidato de la derecha, y en supuestos acuerdos de este con grupos paramilitares de la Sierra Nevada y del sur del departamento. Por su parte desde la campaña de Noya se denunció el posible constreñimiento a contratistas de hospitales y de la gobernación para la campaña de Margarita, así como el uso de recursos estatales.
El resultado
El resultado fue amplio, tanto por la diferencia de 64.431 votos, como por los municipios donde se impuso la candidata Guerra, 23 de 30 municipios. Un hecho notorio es que la gobernadora perdió en el antiguo bastión de Fuerza Ciudadana, el distrito de Santa Marta. Quedó claro que el Magdalena no votó a la derecha, pues, aunque ambas candidaturas tenían apoyos de partidos tradicionales ganó la que supo evidenciarlos en la contraparte.
La victoria fue presentada por sus protagonistas como un logro de las fuerzas alternativas del departamento. Sin embargo pasada la euforia del triunfo se conocen los apoyos recibidos por Margarita Guerra de los diputados coavalados por el Centro Democrático Yohan Pinedo (ficha de Eduardo Pulgar y esposo de la aspirante a cámara Elizabeth Molina) y Cesar Pacheco Aaron (hijo de la ex diputada Claudia Aaron, opositora a Caicedo en su gobernación), del representante a la cámara por el Centro Democrático Holmes Echeverría (esposo de la alcaldesa de Zona Bananera coavalada por el Centro Democrático); Luis Tete Samper, ex alcalde de Ciénaga y líder del llamado Pacto de ese municipio; y de la representante liberal Kelyn González y su esposo el parapolítico Rodrigo Roncallo.
Los resultados del 23 de noviembre fueron un pulso por la unidad del proyecto alternativo de cara a las elecciones de marzo de 2026. Hubo un pulso entre Fuerza Ciudadana que tiene candidato presidencial que no estará en el Frente Amplio, y aspira a tener lista al Senado, y el Pacto Histórico que busca la mayor representación propia al Congreso y definir como candidato a Iván Cepeda en el Frente Amplio. Pasados los resultados la división quedó planteada, se requiere dialogo y reflexión para tender nuevamente los puentes de unidad.







