Un consorcio internacional de instituciones académicas y editoriales, con un enfoque riguroso y científico, busca reunir y poner a disposición de la humanidad toda la obra de Carlos Marx y Federico Engels. ¿Como lo están haciendo, que criticas, dificultades y avances hay en el proyecto?
Zabier Hernández Buelvas
¿Que obras de Marx y Engels hemos leído?, ¿Hemos bebido de los originales o de manuales?, ¿que traducciones consultamos?, ¿Cuanto tiempo hemos dedicado a leerlos?, ¿existe un lugar o archivo donde tengamos acceso a la totalidad de la obra los dos filósofos?, son preguntas que siempre han estado presentes tanto en ámbito de lo teórico como en las militancias comunistas y socialistas. El sociólogo marxista canadiense, Marcello Musto, afirma al respecto, que “Sobre mil socialistas, quizás uno solo haya leído una obra económica de Marx, sobre mil antimarxistas, ni siquiera uno ha leído a Marx”.
El proyecto MEGA, por sus siglas en alemán, Marx – Engels – Gesamtausgabe, traducido al español significa Obras completas de Marx y Engels,busca reunir y poner a disposición de la humanidad las obras completas de Karl Marx y Friedrich Engels. Su objetivo es publicar todos los escritos de ambos pensadores, incluyendo manuscritos, artículos, cartas y notas, de la manera más fiel y exhaustiva posible, incluyendo no solo obras publicadas, sino también borradores, cuadernos de estudio y correspondencia aun desconocida.
La tarea del MEGA no es solo reunir obras y manuscritos, sino, que va mas allá, hacia un proceso de edición histórico crítica, basada en manuscritos originales y desarrollar reconstrucción de textos a partir de los originales, mostrando variantes y correcciones. Se han descubierto y publicado manuscritos desconocidos, como los cuadernos etnológicos de Marx.
Según Gerald Hubmann, filósofo y editor principal del MEGA, “cuando Marx murió en el año 1883, no había concluido gran parte de su trabajo. Dejó en herencia una obra inacabada, y muy fragmentaria. Esto es válido no solamente para El capital; sino también a muchos otros proyectos -como los manuscritos para La ideología alemana- que no fueron terminados, sino que fueron dejados a la «crítica roedora de los ratones» en palabras de Marx.
Origen
El MEGA no es un proyecto nuevo. Ya había iniciado desde la época de existencia de la URSS. Constituyéndose una primera etapa entre 1920-1930, lo que algunos han llamado MEGA1, liderado por el Instituto Marx-Engels de Moscú y dirigido por David Riazánov, pero interrumpido ya que Riazánov fue ejecutado por Stalin en 1938, y el Instituto Marx-Engels pasó a control del Partido Comunista, que editó los textos con fines propagandísticos.
Se reinicia una segunda etapa entre 1970 y 1990, esta vez liderado por dos estados, la República Democrática Alemana – RDA y la URSS. La caída del muro y la disolucion de la URSS selló esta segunda crisis del proyecto.
Se inaugura una tercera etapa desde 1991. La Fundación Internacional Marx-Engels – IMES, asume el liderazgo con un enfoque académico riguroso y “sin censura”.
Estas etapas estuvieron marcadas por los cambios geopolíticos. Sin duda el debilitamiento y crisis del movimiento comunista internacional en las décadas del 80 y los 90, permitieron que las obras de Marx y Engels se difundieran a través de traducciones y selecciones que de alguna manera escondían al Marx político e ideológico, debilitando al tiempo, el debate y la lucha de clases de los pueblos en lucha contra los poderes capitalistas.
Estructura y dirección del MEGA
El proyecto esta sostenido sobre un complejo sistema de secciones que agrupan formas y contenidos que se articulan a periodos de tiempos en los que Marx y Engels iniciaron sus elaboraciones.
Se divide en en cuatro secciones: Sección I. Obras, artículos y discursos (excepto El Capital). Sección II. El Capital y trabajos preparatorios (incluyendo versiones inéditas). Sección III. Cartas (intercambio epistolar de Marx y Engels). y Sección IV. Extractos y notas al margen (cuadernos de estudio).
En este ambicioso proyecto, por su complejidad y profundidad ha sido necesaria una red internacional colaborativa en donde participan académicos, teóricos y filósofos de Alemania, Rusia, Japón, Francia, Canadá, Portugal, Brasil, México y otros países.
El MEGA actualmente es dirigido por un consorcio internacional de instituciones académicas y editoriales, con un enfoque riguroso y científico. En la primera linea de dirección están Gerald Hubmann, filósofo y editor principal, Christoph Sander experto en manuscritos económicos de Marx y Regina Roth especialista en la historia del MEGA.
Criticas y preocupaciones
La primera preocupación y punto de debate sobre el MEGA, es la insistencia de sus lideres, en desarrollar una compilación total de las obras de Marx y Engels “libre de interferencias políticas directas”.
Por ejemplo, Gerald Hubmann, coordinador general del proyecto, en la revista Tabula Rasa afirmo que, “la obra de Marx y su recepción se han encontrado desde el inicio en el centro de contextos e intereses políticos de partido. Es por esto que los editores posteriores intervinieron a veces en gran medida en los escritos y cartas publicados. Debido a razones políticas, aquí se arreglaba, seleccionaba y manipulaba, lo que llevó como resultado a una imagen de Marx muy ideologizada, (…) Por ejemplo, los primeros escritos filosóficos de Marx no eran bienvenidos, y no fueron impresos al principio, como tampoco las cartas dirigidas a Marx (y Engels)”.
Si bien las intensiones y enfoques de realizar un trabajo riguroso con estándares filológicos, “sin censura” y respetando su originalidad, mostrado como un proyecto académico independiente, sin vinculación a partidos políticos, puede ser plausible, la idea de una especie de tratamiento quirúrgico, desechando aspectos ideológicos y políticos de la obra, genera sospechas en quienes ven en Marx y Engels el sustento teórico para la lucha política de contra el capitalismos. Algunos críticos argumentan que el MEGA es demasiado especializado para el público general asumiéndolo como un proyecto de carácter «demasiado académico».
Avances y dificultades
El MEGA no es un proyecto en ivernación, que espera a estar completado para que el mundo académico, filosófico y político pueda acceder a él. Hoy, según el director Gerald Hubmann, “ya han sido publicados, a un ritmo lento por su complejidad, más de 70 volúmenes editados e impresos, (Están proyectados 114 tomos, cada uno con un promedio de 800 a 1000 páginas) y una parte de la edición es continuada en forma digital, en que la correspondencia y el legado manuscrito serán publicados solamente en línea y están accesibles en acceso abierto https://megadigital.bbaw.de/ ”.
A pesar de las dificultades, económicas, políticas, de derechos y propiedad intelectual, (con la caída de la URSS, muchos manuscritos fueron vendidos a comerciantes que hoy cobran por entregar lo que tienen), a pesa r dela dispersión de materiales, manuscritos, regados entre archivos de Moscú, Ámsterdam, Berlín y Londres y algunos particulares, lo que complica su acceso y estudio, a pesar de ello, el Mega avanza, recuperando textos inéditos.
Una dificultad no prevista, es la forma casi ilegible como escribía Marx, letra que solo entendían su esposa Johanna Bertha Julie von Westphalen y Federico Engels. La estructura y organización de sus análisis son complejas, sus textos están llenos de correcciones, abreviaturas y referencias cruzadas que requieren un trabajo minucioso. Por ejemplo, las notas Los cuadernos de extractos (Sección IV), al margen, las escribía en alemán, inglés, francés, griego y ruso, lo que exige equipos multilingües.
Conclusiones
Mas allá de las intensionalidades de quienes financian, apoyan y lideran El MEGA es un proyecto gigantesco necesario. En medio de todo el financiamiento, la colaboración internacional y el trabajo filológico extenuante, avanza. Su mayor desafío hoy es mantener el equilibrio entre rigor académico y relevancia histórica, sin caer en instrumentalizaciones políticas de los poderes.
Roberto Fineschi, filosofo y profesor italiano quién ha editado la nueva edición del primer libro de El Capital accediendo a la MEGA, afirmó que “en el proyecto Marx-Engels-Gesamtausgabe – MEGA2, las novedades son tales y tantas que acreditan cuanto se ha dicho en el título, esto es, que nos encontramos ante un momento de ruptura: el objeto de investigación se ha visto modificado por la publicación de una parte fundamental del legado que hasta hoy era inaccesible. Se puede aventurar el término de «revolución científica”.
Gerald Hubmann en su texto El proyecto del MEGA. El Marx desconocido, plantea: “¿En qué consiste, entonces, el resultado de la investigación del MEGA? En primer lugar, el MEGA proporciona al estudio de Marx una base textual segura y ofrece numerosos materiales nuevos para la investigación. Además, hace que el programa de investigación enciclopédico de Marx sea por primera vez reconocido. Pero, más allá de eso, vuelve comprensibles los movimientos del pensamiento de Marx. Ahí donde antes, mediante compilaciones de textos, selecciones e incluso, ocasionalmente, manipulaciones de la obra de Marx, se dio la impresión de que él ofrecía sobre todo respuestas y soluciones, se esclarecen ahora los temas y preguntas en los cuales trabajaba, sin llegar necesariamente a soluciones. Y los contextos y debates en los cuales actuó se tornan visibles. Con ello es posible enlazar el pensamiento de Marx de una nueva manera, pues tan solo ahora puede ser plenamente reconocible la amplitud, pero también el potencial analítico y crítico de sus trabajos”.