Sintrateléfonos denuncia que la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá, ETB, hace transformaciones en favor del capital privado
Juan Carlos Hurtado Fonseca
@aurelianolatino
Martha Alejandra Wilches es Ingeniera en Telecomunicaciones, Especialista en Gerencia de Proyectos de Telecomunicaciones y desde mayo de 2025 presidenta de Sintrateléfonos, sindicato de la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá, ETB. VOZ habló con ella para conocer pormenores del proceso de deterioro del patrimonio de los bogotanos.
Desde hace años, desde diferentes alcaldías ha sido evidente el deseo de privatizar a la ETB, ¿por qué no han podido venderla?, ¿qué pasa ahora?
Recordemos que Peñalosa 1, Peñalosa 2 apenas llegó a la Alcaldía anunció la venta, y en 2016 ganamos una acción de nulidad que interpusimos desde Atelca, que luego se sumó una de Sintrateléfonos y otra del Polo Democrático, y dio como resultado la no privatización. En 2018 hubo un fallo de fondo y se tumbó el intento de venta de Peñalosa.
Arriendo de la infraestructura
¿Qué pasó con Claudia López?
Llegó con un discurso mentiroso. En campaña hizo un acuerdo con la mayoría de la junta directiva de Sintrateléfonos que decía que haría un fortalecimiento de ETB, que no iba a despedir personal. Solo dos integrantes nos opusimos.
A los seis meses, la señora empezó a hacer unas alianzas leoninas y lo primero que intentó hacer fue entregarle toda la fibra óptica a una empresa recién creada con Ufinet. Iban a integrar todos los activos de fibra -que oscilaban en esa época en casi 1.4 billones de pesos, que puso Gustavo Petro siendo alcalde-, con una empresa que tenía un patrimonio de 1 millón, 1.000 pesos. Denunciamos y lo tumbó la Superintendencia. Era una privatización.
Como se cae la integración, acuerdan un supuesto arrendamiento de la fibra. Entonces, lo que está pasando es que muchas veces esas empresas utilizan nuestra infraestructura y cobran tarifas más baratas que las nuestras.
Tuvimos reportes de casos que el cliente llama a ETB, y después lo llama Millicom a instalarle el servicio que solicitó.
¿Qué más pasó con Claudia López?
Se disparó la burocracia y la corrupción, y empiezan a crecerse desmedidamente los contratos de tercerización; al punto que más o menos en 2022 había 17 mil tercerizados, y más o menos 2.000 trabajadores; era una proporción casi de ocho a uno. La información oficial es que había 9.500 tercerizados.
Son 17 mil personas metiendo la mano a la red sin ningún tipo de interventoría, auditoría, sin control.
Empieza a presentarse robo de cobre, y se pone crítica la situación de la empresa. Pero siempre mantuvimos la tesis de que el problema no era ese, sino el aumento de la tercerización y la falta de control sobre la red.

Pérdidas
¿Se afectaron los clientes?
Estábamos perdiendo casi 11.400 clientes mensuales. Escalamos esto a la empresa y nos decían que era normal. Empezaron a vender el cobre que no se habían robado, y con esa entrada inflaban ingresos en los estados financieros.
Llegó el momento que no les daba la plata ni para pagar nómina, y empezaron a sacar préstamos, especialmente, hay uno grandísimo con el grupo Scotiabank, que es de los hermanos Pacheco Cortés; Pacheco Cortés era integrante de la junta directiva de ETB. El préstamo fue de más o menos 524 mil millones de pesos y estamos pagando aproximadamente el 22% de intereses. Ante la crisis empezaron a despedir trabajadores.
¿Qué viene para la empresa?
El presidente Diego Molano habla de una transformación, pero la van a transformar en una empresa de tecnología, que va a tercerizar servicios con Google y con empresas que generan contenidos, siendo pues uno de nuestros fuertes la prestación de infraestructura.
ETB va a ser una empresa que no tiene trabajadores, están vendiendo 117 predios en este momento, tienen a la venta hasta el edificio del centro, absolutamente todo.
Le dan a entender a los trabajadores que no hay nada que hacer, que esto está en la inmunda para que se acojan a planes de retiro.
Persecución a trabajadores
¿Han utilizado la situación económica para presionar a los trabajadores?
Lo que hacen es presionar para tratar de justificar los despidos. Entonces, nosotros fuimos al Ministerio del Trabajo y mostramos la reducción de personal. Demostramos que los costos no son de los trabajadores, no es de la convención colectiva. Adicional, a nosotros nos siguen descontando un 4% que es convencional, con el que pagan nuestra convención colectiva. (Ver gráfica)
El año pasado pagamos 6.157 millones de pesos, y ETB tampoco nos quiere dar razón cómo distribuye esa plata.
Presionan al trabajador para que se vaya y como no se va, entonces, acuden a los despidos para seguir incentivando y motivando los planes de retiro.
Adicional a eso está la no entrega de materiales, la discriminación entre trabajadores nuevos -que son los que van a entrar en la transformación-, es decir, todos los que están metiendo para la empresa de tecnología tienen unas condiciones, y los trabajadores antiguos están totalmente relegados y discriminados.
Pero el Ministerio ya respondió.
Sí, le dice a la empresa: “Venga, usted no puede despedir, vamos a revisar cómo se ha dado el proceso de despidos y de planes de retiros en el último año”. Y, se conforma una mesa para nosotros sentarnos y decir: “Bueno, ahora sí hablemos de transformación, la transformación no puede costar en que voy a sacar a la mitad de la nómina”.
Eso es lo que nosotros vamos a aprovechar de esa mesa, y tratar de conseguir nuevamente condiciones dignas para los trabajadores.






