Los recientes golpes militares han debilitado a las estructuras armadas ilegales y permiten inferir que el Gobierno nacional ha endurecido su política
Redacción Política
En la mañana del 14 de abril, todos los medios presentes esperaban que el ministro de Defensa, general (r) Pedro Sánchez, confirmara la muerte en combate de Iván Lozada, conocido mediáticamente como “Iván Mordisco”, uno de los principales comandantes de las disidencias de las Farc.
Si bien Sánchez desmintió rápidamente la “neutralización” del jefe guerrillero, este aprovechó el espacio con la prensa para dar resultados del sector defensa contra los grupos armados ilegales. “Vamos avanzando sin pausa, pero con firmeza en la recuperación de la seguridad de cada territorio de Colombia”, dijo el jefe de la cartera.
Disidencias de las Farc
El primer dato que resaltó el ministro de Defensa es que entre el 1 de enero y el 10 de abril de 2025 han aumentado en un 70 por ciento las acciones de las Fuerzas Militares en contra de las estructuras armadas, en comparación con las mismas fechas del año 2024.
Sobre los operativos en el Caquetá y en Amazonas en contra de las disidencias de las Farc, Sánchez confirmó la muerte en combate de dos importantes miembros del Frente Primero Armando Ríos. Se trata de Edilberto Marín, conocido como el “Paisa Duver” e identificado como la mano derecha de “Iván Mordisco”, y de “Pollo Purino”, su jefe de seguridad.
El ministro reitero que los operativos se han dado en estricto cumplimiento de los derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario. De igual forma, Sánchez informó que en los combates realizados encontraron un fúsil, unas gafas y un computador, al parecer propiedad de “Iván Mordisco”.
Estos operativos militares se producen al mismo tiempo que se han conocido de posibles divisiones al interior de las disidencias que comanda Néstor Gregorio Vera Fernández, nombre real de “Mordisco”. Las tensiones serían con Ebimelec Eregua, alias “Alonso 45”, principal líder de la Carolina Ramírez con presencia en Putumayo.
Clan del Golfo
La ofensiva de las Fuerzas Militares no solo se ha concentrado con las disidencias de las Farc. En un operativo conjunto entre la Policía Nacional y la Fiscalía, el 5 de abril en La Apartada, Córdoba, cayó en combate José Miguel Demoya Hernández, conocido como “Chirimoya” o “Comandante Julián”, miembro del Estado Mayor Conjunto del autodenominado Ejército Gaitanista de Colombia.
Con la muerte de “Chirimoya”, quién además era el jefe de la estructura Arístides Mesa Páez del “Clan del Golfo”, la fuerza pública concluye que es el objetivo de más alto valor “neutralizado en lo corrido de 2025”.
La reacción del “Clan del Golfo” fue anunciar la suspensión de cualquier diálogo socio-jurídico con el Gobierno nacional, sumándose a las tensiones con las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada, quienes también frenaron cualquier acercamiento por cuenta de los recientes bombardeos ejecutados por las Fuerzas Militares.
Todas estas acciones, que han sido autorizadas directamente por el presidente Gustavo Petro, permiten inferir que la política de seguridad y defensa del Gobierno nacional cambió. Pero en esta ecuación, ¿dónde queda la Paz Total en este giro guerrerista?