Doce trabajadores se atrevieron a sindicalizarse, por lo que son víctimas de acoso. Solo piden garantías de asociación y nivelación de salarios

Redacción laboral
Desde hace ocho años se hizo un intento para crear el sindicato en esta empresa, porque se pretendió vincular personal por agencias de empleo temporal. El intento se vino abajo por la persecución patronal. Ahora la historia se repite, con la diferencia de que por lo menos esta vez los fundadores de la subdirectiva lograron “blindarse” contra el despido.
“Nosotros sí esperábamos que la empresa pataleara y reaccionara con disgusto a nuestra afiliación al sindicato, pero no la arremetida tan tremenda que emprendió”, le dijo a la Escuela Nacional Sindical, ENS, Alexander García, vendedor en una de las farmacias de Distribuidora Pasteur, refiriéndose a las medidas y acciones que la empresa ha tomado para neutralizar y acabar con la subdirectiva sindical que recientemente crearon 12 trabajadores en Medellín.
La subdirectiva pertenece al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud de Colombia, Sintrasaludcol, organización creada en Sogamoso hace dos años con el nombre Sintrasaludcoop ya que asociaba a los trabajadores del grupo Saludcoop. Hace dos meses se convirtió en sindicato de industria por lo que puede afiliar a los trabajadores de Pasteur.
La respuesta de los patronos fue la misma que se acostumbra en la mayoría de empresas en Colombia, persecución, despidos y amedrentamiento de los trabajadores que quieren ejercer el derecho de asociación.
“Esta semana hubo una reunión de los administradores, donde el dueño les dijo que prefería acabar con la empresa antes que permitir un sindicato”, agrega Alexander.
Según la ENS, “Alexander es uno de los ocho sindicalizados que han resistido tal arremetida, y eso porque no los pueden echar, están protegidos con fuero circunstancial. Los otros cuatro optaron por desafiliarse del sindicato luego de ser amenazados con el despido de sus familiares y amigos que laboran en la empresa”. La semana pasada un trabajador (no afiliado a la subdirectiva sindical) fue despedido porque le escucharon conversaciones sobre el sindicato.
El temor a las represalias ha hecho que muchos trabajadores antes interesados en la organización ahora tengan miedo de afiliarse, ante la posibilidad de quedarse sin trabajo.
“Al principio, cuando conformamos la subdirectiva, la gente estaba motivada, pero ahora está asustada, apagada por las presiones, con temor de quedarse sin trabajo”, dice Alexander.
Las peticiones
La mayoría de los regentes de farmacia y técnicos de ventas que laboran para esta firma, son jóvenes graduados del SENA. Su principal reclamo es que sus salarios y comisiones por ventas no son equiparables a los que ganan sus colegas de otras farmacias del medio.
Un técnico vendedor en La Pasteur gana un poco más de $600 mil, mientras en otras empresas ese mismo técnico puede ganar $900 mil. Y un regente de farmacia, que en La Pasteur devenga $1´050.000, en otra parte puede devengar $1´300.000. De ahí que pidan una justa nivelación.
En el pliego también reclaman dotación puntual de uniformes y elementos de trabajo, y que se rebajen los topes de venta, de los cuales depende la comisión que reciben y que en algo les ayuda a mejorar sus salarios.
“Son topes tan altos que nadie los cumple. Llevamos un año sin saber qué es una comisión, pasando con el salario mínimo raspado”, explica Alexander.
“No estamos pidiendo nada que esté por fuera de las posibilidades de la empresa, que tiene grandes ganancias. Por eso con mis compañeros vamos a llegar hasta el final de la negociación, a crear un precedente. Yo personalmente estoy dispuesto a quedarme sin trabajo, a que me señalen, me satanicen, a que se me caiga el mundo encima, porque no tengo nada que perder y los otros compañeros tampoco”, le afirmó Alexander a la ENS.
Quiénes son
Distribuidora Pasteur es una empresa privada del sector farmacéutico; distribuye medicamentos, dispositivos médicos, cosméticos, droga blanca y demás productos farmacéuticos autorizados.
Es una de las más antiguas y emblemáticas de Medellín, con 800 empleados en 87 puntos de venta de diferentes ciudades del país. Mensualmente atiende 500 mil clientes y en 2011 se ubicó 521 en el ranking de las mil empresas más grandes de Colombia, y ocupó el puesto 166 entre las 500 más grandes de Antioquia.
De sus puntos de venta al detal cuatro están en Pereira; dos en Santa Marta; uno en Cali, Buga, Bucaramanga, Cartagena, Barranquilla, Apartadó, Manizales, Yopal, Caucasia y 71 en el área metropolitana de Medellín y municipios cercanos. Una bodega central en la cual se atienden los puntos propios y más de 500 clientes mayoristas en la ciudad de Medellín y departamentos de Antioquia y Chocó. Aun así, se niega a permitir el derecho de asociación a sus trabajadores, a darles salarios dignos y otras condiciones laborales.