Desde el pasado 4 de enero se iniciaron las labores del corte en el Ingenio Risaralda, en La Virginia, pero el contratista Sernalcorte pretendió hacer firmar a sus corteros un contrato de trabajo arbitrario e ilegal. Hasta llegar retardados al trabajo, según el mencionado contrato, sería causal de despido. Después de corregirse dichos contratos, cuando van a firmarlos se encuentran con la sorpresa de que solo hay 226 contratos de los 290 corteros que laboran desde hace muchos años en el ingenio, configurándose un despido masivo que viola flagrantemente la convención colectiva de trabajo firmada en el mes de octubre del año pasado.
En iguales circunstancias los contratistas del Ingenio La Cabaña han dejado sin contrato a más de 50 corteros y los han hecho firmar estos mismos contratos ilegales que representan un atropello a la ley laboral y la dignidad de los trabajadores.
