Se conmemoran cien años del nacimiento del padre de la sociología en Colombia. Recordado como el científico social del Caribe, investigó temas como la violencia, el campesinado de los Andes y la Costa, la reforma agraria y las subversiones, entre otros
Óscar Sotelo Ortiz
@oscarsopos
Orlando Fals Borda nació en Barraquilla el 11 de julio de 1925 y falleció en Bogotá el 12 de agosto de 2008. Reconocido como uno de los más respetados científicos sociales en América Latina, es considerado además el padre de la sociología en Colombia. Su obra académica, junto con su militancia política, lo ubican como un férreo defensor de la justicia y la transformación social en el país.
De su cosecha son los fundamentos de la Investigación Acción Participativa, IAP, método cualitativo que le permitió innovar en su disciplina e investigar distintos fenómenos complejos del país como la Violencia, el campesinado de los Andes y la costa, los procesos de reforma agraria, las subversiones en la historia, entre otros temas.
El sociólogo
De familia presbiterana, Fals Borda creció maravillado tanto por la majestuosidad de la música coral como por los sonidos populares del Caribe inmenso. Aunque inicialmente optó por la carrera militar, terminó estudiando en los Estados Unidos.
Realizó estudios de pregrado en Literatura inglesa e Historia en la Universidad de Dubuque, en Iowa. Posteriormente, cursó una maestría en Sociología en la Universidad de Minnesota y, en 1955, obtuvo el doctorado en Sociología en la Universidad de Florida.
Consciente de las difíciles realidades del país, Flas Borda comenzó rápidamente a trabajar en terreno. Sus experiencias con las comunidades rurales en la vereda de Saucío en Chocontá, Cundinamarca, inspiraron su primer libro Campesinos de los Andes (1955).
Se desempeñó entre 1959 y 1960 como director general del Ministerio de Agricultura y, en 1959, fundó, junto con el sacerdote Camilo Torres Restrepo, la facultad de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia, siendo su primer decano. Para 1971, constituyó la Fundación Rosca de Investigación y Acción Social y, en sus últimos años de vida, promovió el Centro Estratégico de Pensamiento Alternativo.
En su larga trayectoria como sociólogo, Fals Borda publicó una prolífica obra académica en la que se destacan textos fundamentales como La violencia en Colombia: Estudio de un proceso social (1962), coescrito con monseñor Germán Muñoz Campos y el abogado Eduardo Umaña Luna; La subversión en Colombia: El cambio social en la historia (1967); Historia de la cuestión agraria en Colombia (1975); Historia doble de la Costa (1979-1987) obra monumental en cuatro tomos, entre otros trabajos.
La IAP
La innovadora propuesta de Fals Borda consistía en ampliar la clásica indagación sociológica con el compromiso político en favor de los sectores populares. Este método cualitativo, bautizado como IAP, busca conocer las necesidades sociales de una comunidad, promoviendo en los sujetos la transformación de la realidad a partir de la organización y la acción colectiva.
Como método de transformación social, política y cultural, la IAP se considera una técnica original, con la que la investigadora o investigador se tienen que involucrar con las comunidades a partir de un proceso de conocimiento, acción transformadora y autoorganización, partiendo del aprendizaje activo.
En la IAP, todas las personas participantes son sujetos activos del proceso. Se valora la sabiduría popular, la acción transformadora ocupa un lugar central, y la participación abre la posibilidad de interactuar como iguales dentro de la colectividad. Además, se trabaja de manera local con una mirada global.
Kaziyadu
Pero, además de sociólogo y académico, Fals Borda también fue un importante dirigente político de la izquierda.
Al lado de Camilo Torres Restrepo, impulsó el Frente Unido en 1964. Participó en la Asamblea Constituyente de 1991 como miembro de la Alianza Democrática M-19, espacio donde incentivó los estudios y propuestas sobre un nuevo ordenamiento territorial para el país.
Fue dirigente del Frente Social y Político, para después ser una de las piezas fundamentales en el proceso de unidad de la izquierda colombiana que confluyó en el Polo Democrático Alternativo, partido político que lo hizo presidente honorario hasta el día de su muerte.
Precisamente, en el debate fundacional del Polo, Fals Borda introdujo la palabra Kaziyadu, que para los pueblos amazónicos significa ‘despertar’ ‘amanecer’ y ‘salida al sol’. Con esta categoría, el sociólogo desarrolla su propuesta de democracia radical y socialismo raizal, aportando todo el acumulado político, social y cultural de sus investigaciones sobre el país.
Sobre la democracia radical, el socialismo raizal y ecológico, Fals Borda plantea la necesidad de construir más espacios decisorios en las comunidades organizadas y formas de control colectivo de los poderes delegados. El objetivo es que los pueblos indios, negros, mestizos y blancos sean reconocidos y valorados. La ampliación de esta propuesta se puede encontrar en el texto Hacia el socialismo raizal y otros escritos (2007).
Sentipensantes
Fals Borda siempre recordó que el ser sentipensante que aparece en sus libros no fue un invento suyo. En su investigación para Historia doble de la Costa, cerca de San Benito Abad, Sucre, un pescador le dijo que ellos creían desde sus prácticas ancestrales que pensaban con el corazón y sentían con la cabeza.
“Cuando combinamos las dos cosas, somos sentipensantes”, expresó en aquella oportunidad el pescador, mientras navegaban por una imponente ciénaga de esos particulares territorios anfibios.
Tiempo después, en la tercera etapa de la revista Alternativa (1996-1999), Fals Borda escribió un editorial en el que criticó el eslogan ‘Atreverse a pensar es empezar a luchar’. Allí sintetizó un nuevo lema que modificó el espejismo conceptual de antes por tres poderosas palabras: sentir, pensar, actuar.
“Además de reconocernos como seres de afectos y emociones, trabajar simultáneamente en los frentes del intelecto y la práctica, sacándolos tanto del plano académico, como en el demagógico en el que se les tiende a dejar. Ello quiere decir: combinar, sumar, converger, solidarizar, reconstruir, consolar, amar y confiar en nosotros mismos con discernimiento y pasión”, planteó en aquella nota editorial.
Quizás, entre líneas, el sociólogo también proponía la necesidad de pensar en un nuevo periodismo sentipensante.