Por: Juan David Vargas – Prensa Rural
Casi un mes completan las concentraciones y bloqueos en las vías del Putumayo. Más de 50 comunidades reunidas en la Mesa Regional de Organizaciones Sociales acuden a las vías de hecho por el incumplimiento del Gobierno, que ha acudido a la erradicación forzada de coca con glifosato.
No son nuevos los incumplimientos, pero en 20 años de protestas de cocaleros se han logrado importantes avances en su reconocimiento como sujetos políticos y sociales, además de lograr hacer firmar decenas de actas al Gobierno, en las cuales se compromete a la sustitución gradual y concertada con las comunidades, de la mano con inversión social en el departamento, respeto a los derechos humanos y discutir la economía minero-energética en la región.

Además está la explotación indiscriminada al medio ambiente por parte de las multinacionales que extraen minerales de la región y no dejan riquezas al departamento. Por el contrario, se han visto fuertemente afectados los habitantes de la región, puesto que se perjudica el suelo y se contaminan las fuentes hídricas, a tal punto que seis comunidades del corredor Teteyé – Puerto Vega se encuentran sin agua potable.
Las protestas han estado marcadas por la violencia indiscriminada del Esmad, que ha dejado una cantidad considerable de heridos, por impactos de bolas y balas de goma, granadas lacrimógenas y un herido por impacto de bala. La Policía ha señalado a los líderes de las jornadas como “infiltrados de la guerrilla”, con el fin de deslegitimar la protesta, que ha sido pacífica.
Comunidades en paro hacen un llamado a defensores de derechos humanos y medios de comunicación para evitar muertes y “falsos positivos judiciales”, como ha sucedido en años anteriores.
Se han logrado acercamientos pero no hay acuerdos entre las partes. Anuncian que seguirán en paro hasta que no sea solucionado el tema de la sustitución y discutido el minero-energético. Se exige sustitución gradual y concertada de la mata de hoja de coca acompañada de inversión social que permita plantar otro tipo de cultivos; también, respeto a las comunidades y uso responsable de las riquezas naturales del departamento.