La Tercera Vía
Un abrazo fraterno y combativo. ¡Qué circo este de la Tercera Vía! La Tercera Vía es un burdo disfraz neoliberal, que de lejos se le ven los cachos y la cola. Consiste este disfraz neoliberal en que, ante las presiones sociales provocadas por la miseria y la represión, se dejan caer un poco más de migajas de la mesa capitalista y asunto arreglado. Pero los colombianos estamos cansados de recoger migajas, lo que queremos definitivamente es sentarnos a la mesa y si a alguien le queda alguna duda que le pregunte a las marchas campesinas en todo el país. Quiero felicitar al maestro Calarcá por sus 80 años y por todo su amor por los sin voz del país. Gracias, siempre gracias por todo lo que eres y representas para los pueblos de Colombia. Beto (vía Internet).
La Constituyente
Muy interesantes los foros ante las víctimas, no solo la participación, sino para que confiesen por su propia boca la manera y las personas que les violaron sus derechos y florezca así el esclarecimiento de los victimarios.
Dándole finalidad a las conversaciones de La Habana y comienzo a la creación de la asamblea nacional constituyente, de donde saldrá el nuevo estatus político para Colombia, si la dicha asamblea la integran las organizaciones populares, agrarias, sindicales, estudiantiles, laborales, donde los gloriosísimos partidos tradicionales no sigan haciendo de las suyas; ojala que participen los limpiabotas, y -¿por qué no?- la Santísima Iglesia Católica.
Como de allá mismo deberá salir la determinación del diálogo con el ELN ya que lo que se dice que ellos piden primeramente la reparación a las víctimas como la nacionalización de las riquezas que les tienen entregadas a los extranjeros… eso no se conseguirá mientras estén gobernando quienes se las entregaron. Fraternalmente. Julio Esteban Ochoa Pinilla (vía Internet).
El Inventor de juegos
Es satisfactorio encontrar en cartelera (al menos hasta esta semana), una película argentina como “El inventor de juegos” (2014), basada en el libro homónimo de Pablo de Santis (Alfaguara, 2003). Su trama es algo así como una bofetada a la excesiva tecnología que nos agobia, y a la que confronta y derrota, como lo hace El Chapulín Colorado con Supermán, o como lo hizo El Quijote con los caballeros andantes. Dentro de la terminología de la novela y del cine, es un filme fantástico, que nada tiene que envidiarle ni a la clásica “El mago de Oz”, ni al “Laberinto del fauno”, ni a la trilogía de Matrix.
Así de complicada y profunda es esta película, que pasó por aquí, en donde el consumismo no ofrece sino historias a veces estúpidas, de reyes, princesas, y brujas malévolas (¡que menos mal no juegan fútbol!) y destrucción masiva de la humanidad con máquinas androides, que son temas recurrentes en los últimos 30 años, y que se repiten en juegos electrónicos o “maquinitas” en cada tienda de barrio pobre. Es una excelente película para los amantes del buen cine, y para aquellos que pueden pensar mucho más allá de las tele bovelas y estupidizantes realities, y a quienes no se les escurren las babas por las tetas de cualquier actriz de pacotilla, ni por los goles de James. Víctor Julio Sánchez Mora (vía Internet).
