Una invitación
Señor Director: Desde hace más de un año, la Biblioteca Nacional de Colombia y la Pontificia Universidad Javeriana han venido desarrollando una investigación sobre historia de las bibliotecas sindicales bogotanas, tema que prácticamente ha sido inexplorado en la ciudad y sobre el cual existen aún varios desconocimientos. Precisamente, el próximo miércoles 5 de octubre, en el Auditorio Aurelio Arturo de la Biblioteca Nacional (Calle 24 # 5 – 60), a partir de las 10:00 a.m., se realizará una jornada en la cual se socializarán con los asistentes los avances de este proyecto y la necesidad de vincular a la comunidad sindical colombiana en un tema que resulta de vital importancia para comprender otra cara de la historia de los movimientos sindicales nacionales.
Dado lo anterior, y teniendo en cuenta su experiencia y conocimiento en el tema, nos gustaría mucho contar con su presencia en este evento. Creemos firmemente que las bibliotecas sindicales pueden llegar a constituirse en importantes herramientas para la preservación, conservación y difusión de la memoria escrita de los sindicatos.
Pero esto sólo podrá ser posible mediante la activa participación de la comunidad sindical, los expertos académicos en el tema, los investigadores, y en general, todas aquellas personas conscientes de la importancia que tiene para el país el fortalecimiento de los movimientos sindicales para la consecución de mayores niveles de equidad, justicia y solidaridad social. De antemano, mil gracias por su valiosa colaboración. Atentamente, Nelson Enrique Veloza Torres. Biblioteca Nacional de Colombia. Grupo de Selección y Adquisiciones (vía Internet).
Las víctimas de la derecha
Con algunas honrosas excepciones en el fragor de la campaña, el MOIR y los Verdes en sus discursos por el Sí, para congraciarse con los sectores de la derecha, se empeñan en reducir los acuerdos de La Habana a la simple y hueca consigna de que hay que desarmar a las FARC. Nada dicen de desarmar el andamiaje de la guerra y de la doctrina de la seguridad nacional impuesta por los Estados Unidos, que ha convertido al ejército colombiano en una especie de fuerza de ocupación en su propio país, dando pie a hechos tan aberrantes como la corrupción desaforada en sus filas, los falsos positivos y su vergonzoso maridaje con las bandas del narco paramilitarismo.
Nada dicen de quienes azuzaron y patrocinaron el genocidio de la Unión Patriótica y el asesinato de más de tres mil dirigentes y activistas sindicales invisibilizados hoy por quienes en su versión sesgada de la guerra, solo ven las víctimas del otro bando. Ignoran la esencia de unos acuerdos que bien podrían ser el comienzo para desarmar definitivamente los ánimos guerreristas de la agresiva y violenta ultraderecha colombiana. Walter Castaño Zapata (vía Internet).
Fuerza compañeros
Soy de la ciudad de Medellín. la verdad es que el pasado viernes fui al centro de la ciudad a hacer una diligencia, y en una caseta vi que uno de los tantos ejemplares de periódicos que vende allí decía VOZ, la voz del pueblo, y me llamó mucho la atención, así que decidí comprar uno de esos tantos ejemplares. me he sorprendido con el contenido de su periódico, principalmente porque creí que no había nada ni nadie, que en Colombia, un país lleno de ultraderechistas, existiese un informador de izquierda que resaltase de manera tan sobria y real a la clase obrera, la gente pobre, la estudiantil, la campesina, la indígena, las negritudes, la gente del común.
Me he sentido muy identificado con su proceso informativo que ya pisa sus 60 años. Fuerza compañeros y hasta la victoria siempre, venceremos. Juan David Gutiérrez (vía Internet).