Paro Nacional
Estoy de acuerdo con el Paro Nacional contra el gobierno neoliberal y pro yanqui de Juan Manuel Santos Calderón. Pero debe ser un paro social y popular, dirigido por líderes de las comunidades en el país. Las centrales sindicales, cooptadas por la concertación y el colaboracionismo, no están en capacidad de movilizar al pueblo colombiano en un gran paro de protesta. La dirigencia está burocratizada, sin iniciativa y sin autoridad ante las bases. El Paro Nacional debe tener una plataforma mínima, el apoyo a la paz negociada, el rechazo al neoliberalismo, el repudio a funcionarios como Alejandro Ordóñez y Jorge Armando Otálora, reaccionarios y corruptos, que convirtieron a la Procuraduría a la Defensoría en botines burocráticos, el reajuste salarial justo y equitativo. Para el movimiento sindical, trabajar por la renovación de los dirigentes vendidos, incapaces de defender los intereses de los trabajadores. Daniel Bello (vía Internet).
Sobre la reunión de la Celac
Con motivo de la reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, que se realiza en Quito, es pertinente hacer las siguientes reflexiones sobre el acuerdo tripartito a que llegaron el Gobierno, las FARC y la ONU. Este acuerdo tripartito es un paso adelante gigantesco en el camino de la solución política negociada del conflicto armado. Gana el Gobierno porque blinda el proceso contra posibles interferencias, ya que es la comunidad internacional la que queda vinculada institucionalmente a la solución política del conflicto; ganan las FARC porque se les da el estatus político como contendiente armado no derrotado, y de paso, asume un mayor protagonismo que, en el mismo sentido, les aumenta el compromiso de llegar a la terminación del conflicto armado; y gana la ONU, en el sentido que puede restituir en parte su prestigio con la posibilidad real de llegar a la solución negociada en Colombia. Por parte del bloque de poder dominante, está claro para dónde va el Gobierno de Santos. En eso no hay discusión, con la excepción del sector guerrerista que se va a tener que inventar otro enemigo. Pero en esencia, es decir, sobre el modelo neoliberal no hay diferencias de fondo. A las mayorías no les queda otra alternativa que la unidad, para poder conformar un “sujeto político” con posibilidades reales de Gobierno y de Poder. Es difícil pero no imposible. Tenemos que conformar un movimiento muy amplio basado en un programa mínimo sobre lo fundamental. No es una visión voluntarista y subjetiva. No señor. Es una necesidad objetiva. Tiberio Gutiérrez (vía Internet).
“Maldito comunista”
La derecha en Ecuador y en otras latitudes en su afán golpista no hace sino repetir que el presidente de Ecuador Rafael Correa es un “maldito comunista”, pero los agravios chocan con las obras de progreso adelantadas por la Revolución Ciudadana. Las enormes e impecables autopistas en las regiones dan un panorama de comodidad en el desplazamiento de los viajeros. Contrasta con las vías en la frontera colombiana, en el departamento de Putumayo, que ni siquiera están asfaltadas. Para no hablar de la estabilidad económica, del crecimiento económico distributivo y de las mejores condiciones sociales a los más desprotegidos. Creo que habrá “Correa para rato”. Miguel Salazar (vía Internet).