La incoherencia del Gobierno
Felicitaciones por su columna en El Tiempo, 24-07-15, La paz pende de un hilo. He sufrido el horror de la guerra desde su origen, víctima de todas las formas de violencia y pensar que el accidentado proceso de paz fracase, me preocupa mucho. No hay derecho, no es aceptable que este país en medio de tantas injusticias y una brecha tan agobiante entre clases, tenga que sufrir un día más de guerra. Este proceso siempre me ha causado mucha desconfianza, el solo hecho de hablar de paz en La Habana mientras aquí el Presidente ordena arreciar la guerra, sin acallar la nociva guerra verbal, retaliaciones y una inocultable arremetida contra los jefes de las FARC y una vez desaparecidos, decirle al resto, o se rinden o los barro, como ordenó asesinar a Alfonso Cano en estado de indefensión. También inquieta que si estamos en un proceso de paz, por qué todo el mundo señala y condena solo a las FARC por lo que hace y por lo que deja de hacer, pero nadie dice una silaba de las atrocidades de los “paras”, los que han rebasado con creces a la insurgencia en todo, sobre hechos de los “héroes que nos defienden a todos”: torturas, desapariciones forzadas y falsos positivos. ¿Qué posibilidades hay de que el proceso se destrabe y nos dé una leve esperanza? De no ser así, se eternizará la guerra. José Uriel Pérez (vía Internet).
De Feliciano Valencia
Algún desprevenido que vio el programa de Séptimo Día, el 2 de agosto del presente año, tal vez llegó, o se está preguntando así: ¿De verdad Feliciano Valencia es un guerrillero como lo afirman el señor Manuel Teodoro y la señora María Lucía Fernández, más un fulano raro encapuchado? Permítanme decirles que no es así, jamás he cargado un arma y tampoco he estado enrolado con alguna de las guerrillas que operan en el país. Todo esto me ha puesto a pensar, si ahora, en pleno siglo XXI, cuando los indígenas podemos gozar de derechos y fuimos reconocidos e incluidos en la sociedad y la norma, cómo sería en la época de la conquista y la colonia. Está claro, nos van, y me van a joder a como dé lugar, me han dicho de todo últimamente y me han tendido sendas celadas para aniquilarme, las he logrado sortear hasta ahora y espero seguirlo haciendo con la ayuda de la gente por quienes decidí jugarme la vida. De manera categórica responsabilizo al canal Caracol, al señor Teodoro, las personas entrevistadas y los demás periodistas por lo que me llegue a pasar. A pesar de estos infames ataques, mientras tenga una gota de fuerzas, reitero mi compromiso para seguir luchando. Feliciano Valencia (vía Internet).
Por justicia íntegra
Pide el establecimiento, en cabeza de Santos, acelerar el proceso de paz y además fija plazos. En contrapartida, no ve uno al presidente promoviendo en el congreso las leyes de todo tipo, que no solo favorezcan la construcción de un camino de paz, sino llegar a una paz estable. ¿Dónde está la reforma agraria integral, necesaria para la paz del campesino? y ¿Dónde la restitución de tierras? Y la reforma política, que permita a la oposición al establecimiento, hacer política sin poner en riesgo su vida y la de los suyos, ¿Dónde está? Necesitamos un país sin fueros, sin privilegios. Porque los fueros solo sirven a hombres malvados, que utilizan las instituciones para delinquir. Necesitamos un país con una justicia íntegra y no una justicia para los de ruana, una justicia para roba gallinas. Beto (vía Internet).