El Consejo de Redacción del semanario VOZ presenta los nombres de las personas, grupos, organizaciones y procesos que se destacaron en el año que termina
Redacción VOZ
En 1927 la revista Time creó la distinción “personaje del año”. La propuesta editorial que tuvo en ese momento el reconocido magazín fue exaltar anualmente a la persona, grupo, idea u objeto con más influencia en los acontecimientos mundiales.
El seleccionado fue Charles Lindbergh, quien realizó en ese año el primer vuelo transatlántico sin escalas desde Nueva York hasta París. El viaje se hizo en un avión monoplano de un solo motor, bautizado como el Spirit of St. Louis. Este hecho tuvo un impacto mundial y convirtió al piloto de Detroit en una figura global en la primera mitad del siglo XX.
Fue tan innovador el ejercicio periodístico, que desde ese momento y hasta nuestros días, todos los medios de comunicación han adoptado el esquema del “personaje” con múltiples propósitos, como interpretar el año que termina, establecer temas centrales, provocar debates o reforzar el enfoque editorial.
En ese orden de ideas y luego de una reflexión colectiva, el consejo de redacción del Semanario VOZ no solo quiere reconocer a una persona central en los acontecimientos políticos del país y al deportista más destacado del momento, sino también a una mujer protagonista del principal caso judicial de la década; a una campaña impulsada por las organizaciones defensoras de los derechos humanos; a un proceso que priorizó la unidad del pueblo y hoy se posiciona como la principal fuerza política del país, y a un pueblo que resiste con dignidad al genocidio.
Iván nos une
Iván Cepeda Castro es filósofo, defensor de los derechos humanos, senador de la República y candidato presidencial del Pacto Histórico. Es seleccionado como el personaje del año porque hoy lidera a la izquierda en su propósito por continuar con el proceso del cambio; es un símbolo en la lucha por la justicia y la memoria histórica, y es un referente en la búsqueda de la paz democrática y la solución política al conflicto social y armado.
Sin duda el 2025 ha sido uno de los años más intensos en la larga trayectoria política de Iván Cepeda Castro. En primer lugar, en el juicio contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez, el senador del Pacto Histórico ha sido la principal víctima de este mediático proceso.
Recordemos que durante todo el 2025 se desarrolló el juicio penal en contra de Uribe Vélez por los delitos de soborno y fraude procesal. El país pudo seguir en vivo y en directo el largo y tortuoso proceso, que en primera instancia condenó al exmandatario para después exonerarlo.
“Es el momento de conocer la verdad plena. Este caso siempre se ha tratado sobre las víctimas de la violencia y los genocidios que se han practicado en Colombia”, concluyó en su momento Cepeda Castro en una extensa entrevista que concedió a esta casa periodística.
Sin embargo, no solo fue su protagonismo en el llamado ‘Caso Uribe’ el que lo catapultó como un nombre presidenciable. En los últimos tiempos, la ciudadanía ha destacado la labor parlamentaria del senador Cepeda Castro por su incidencia, control político a la corrupción y el decidido apoyo a las reformas sociales impulsadas por el Gobierno nacional que lidera Gustavo Petro.
Este notable liderazgo permitió que en la consulta interna del Pacto Histórico más de un millón y medio de personas votaran por él, consolidándose como el candidato más fuerte del progresismo y la izquierda colombiana para las elecciones presidenciales de 2026.
La jueza
Sandra Liliana Heredia Aranda fue una de las mujeres protagonistas del 2025. Nacida en Alpujarra, Tolima, la abogada es la actual jueza 44 penal del circuito de Bogotá con funciones de conocimiento. Su nombre se hizo mediático porque dirigió el juicio en primera instancia en contra del expresidente Álvaro Uribe Vélez.
Durante el transcurso de la diligencia, se caracterizó por ser prudente y firme, además de no ceder ante las presiones externas del uribismo y los medios corporativos de comunicación que criticaron su imparcialidad en el caso. Este perfil bajo frente a la opinión pública, especialmente frente a los medios, le permitió tener rigor en la dirección del turbulento juicio.
“El derecho no puede temblar ante el ruido y la justicia no se arrodilla ante el poder”, fue la poderosa frase que emitió Heredia Aranda en el inició de la extensa lectura de fallo que condenó a doce años de prisión a Uribe Vélez por los delitos de soborno y fraude procesal.
Si bien meses después el fallo fue revocado por el Tribunal Superior de Bogotá, la honorable actuación de la jueza Heredia quedará en la memoria de las víctimas de los crímenes de Estado y del paramilitarismo.
Además, establece un importante precedente, pues no solo la conducción del proceso estuvo a cargo de mujeres, históricamente silenciadas al interior de la rama judicial, sino porque su actuación fue en cumplimiento a la obligación constitucional de administrar lo que ordena el derecho, en un país caracterizado por la impunidad y las injusticias.
Las cuchas tienen razón
Entre julio de 2024 y enero de 2025, la Jurisdicción Especial de Paz, JEP, y la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, UBPD, ubicaron los primeros cuerpos y estructuras óseas en La Escombrera, Comuna 13 de Medellín. Después, en septiembre de 2025 se recuperaron dos cuerpos en excavaciones ampliadas.
Estos hallazgos forenses confirmaron las denuncias de desaparición forzada que por años dijeron las organizaciones defensoras de los derechos humanos, pero en especial las víctimas de la Operación Orión, ocurrida en octubre de 2002, una de las más polémicas acciones de la política de ‘seguridad democrática’.
De acuerdo con estas acusaciones, que terminaron siendo confirmadas, en este sitio trágico de la Comuna 13 de Medellín se encontraría una fosa común a cielo abierto con los cuerpos de las personas detenidas, torturadas y ejecutadas extrajudicialmente por parte de las Fuerzas Armadas y estructuras paramilitares que se tomaron a sangre y fuego el enclave urbano.
Estos hechos desataron la campaña “Las cuchas tienen razón”. La frase nació de un mural en Medellín, pintado en enero de 2025, como un homenaje a las madres buscadoras de la Comuna 13 y como un símbolo de resistencia, memoria y solidaridad con las víctimas de desaparición forzada en Colombia.
Rápidamente el mural se replicó en distintos puntos de Bogotá, así como en ciudades como Cali, Barranquilla, Manizales, Cúcuta, entre otras, convirtiéndose en un fenómeno social que convocó a distintos sectores, en especial a los jóvenes.
Y aunque algunas intervenciones artísticas fueron vandalizadas por sectores de la extrema derecha, la acción se transformó en un patrimonio inmaterial de los movimientos sociales en defensa de los derechos humanos, la memoria y la justicia.
El instrumento del pueblo
Con la aprobación de la personería jurídica al Pacto Histórico, la oficialización de las listas parlamentarias para la contienda electoral de 2026 y la presentación de la candidatura presidencial de Iván Cepeda Castro en la iniciativa del Frente Amplio, concluye uno de los procesos unitarios más interesantes al interior de los sectores de izquierda y progresistas del país.
El camino emprendido comenzó con el inicio del Gobierno que lidera Gustavo Petro. Obligados por la ley electoral, pero fundamentalmente por el propósito colectivo de darle continuidad al proceso de cambio político, distintos sectores comenzaron una difícil ruta para alcanzar el instrumento político unitario, ajustado a los tiempos y que represente los intereses del pueblo colombiano.
En este proceso fue clave la voluntad política. Las direcciones de la Colombia Humana, el Polo Democrático Alternativo, la Unión Patriótica, Progresistas y el Partido Comunista Colombiano pusieron al servicio de la unidad sus distintas personerías jurídicas para lograr un acuerdo.
Y aunque el proceso fue tortuoso por cuenta de las evidentes actuaciones de sabotaje por parte del Consejo Nacional Electoral y la Registraduría Nacional del Estado Civil, la fusión del Pacto Histórico consolida a esta atípica convergencia como la principal fuerza política del país. Los positivos resultados de la consulta interna de octubre, así como los distintos sondeos de opinión pública, refuerzan esta idea.
Para este proceso unitario fueron claves los liderazgos de Claudia Flórez y Jaime Caycedo, secretaria general y presidente del Partido Comunista Colombiano, así como del representante a la Cámara y secretario general de la Unión Patriótica, Gabriel Becerra, quienes representaron con principios y coherencia los intereses de las fuerzas revolucionarias que integran el Pacto Histórico.
Palestina vencerá
Elegimos al martirizado, pero siempre digno pueblo de palestina, como el personaje internacional del año. Desde octubre de 2023, las más de dos millones de personas que habitan la Franja de Gaza han sido víctimas de un genocidio atroz que tiene conmovida a la humanidad.
De acuerdo con el último reporte del Ministerio de Salud de Gaza, desde el inicio del genocidio hay un total de 68.613 personas asesinadas (la mayoría mujeres y niños) y cerca de 170 mil personas heridas. Además de la destrucción total de la Franja de Gaza, principal enclave urbano de Asia Occidental y uno de los dos territorios palestinos ilegalmente ocupados por la entidad sionista.
Distintas instancias internacionales, ya sean organismos del sistema de Naciones Unidas, organizaciones no gubernamentales o iniciativas de solidaridad internacionalista (como la Flotilla de la Libertad de Gaza), han denunciado a Israel como el responsable de crímenes de guerra y de lesa humanidad, incluido el delito de genocidio en contra del pueblo palestino. Asimismo, han acusado a Estados Unidos por ser cómplice de la entidad sionista en todo este episodio de barbarie.
Y aunque en la actualidad se encuentra en marcha un frágil y violentado acuerdo de paz entre Israel y Hamas, el sufrimiento Palestina continua. Por ello, identificar a este valiente y resistente pueblo como personaje internacional del año, significa también no bajar la guardia en solidaridad y denuncia. Desde el río hasta el mar, Palestina vencerá.
Lucho, la esperanza del mundial
Finalmente, elegimos al guajiro Luis Díaz como el deportista del año en el país. El delantero de 28 años es el principal referente de la selección colombiana de fútbol que participará en la Copa Mundial de la FIFA de 2026, a desarrollarse en México, Canadá y Estados Unidos.
Díaz es la principal carta que tiene el seleccionado tricolor. De excelente rendimiento deportivo en 2025, ha logrado 28 goles y 13 asistencias, tanto en su antiguo equipo Liverpool, como en el actual Bayern Múnich, destacándose en el ecosistema futbolístico europeo como uno de los más eficientes delanteros.
De igual forma, Díaz fue pieza fundamental en la clasificación de Colombia al mundial. Anotó siete goles en la eliminatoria y fue decisivo en los partidos clave contra Argentina, Brasil y Paraguay. Además, ascendió dentro de los goleadores históricos del seleccionado nacional, superando a figuras históricas sobrevaloradas como Faustino “el Tino” Asprilla.
Del buen momento que viva “Lucho” Díaz dependen las esperanzas que tenga la selección Colombia en la máxima competencia del fútbol. Su rol en el desequilibrio ofensivo y la generación de juego, serán fundamentales para el futuro mundialista del proceso que lidera el técnico argentino Néstor Lorenzo.
