viernes, julio 18, 2025
InicioOpiniónLa militanciaEl tiempo de los derechos

El tiempo de los derechos

Gloria Inés Ramírez Díaz
Ex ministra del Trabajo de Colombia

La llegada del Gobierno del Cambio sin duda ha sido uno de los momentos más representativos de la historia política en Colombia. Este es un gobierno con arraigo en el movimiento popular, social y sindical, y tiene una especial connotación política. El Presidente Gustavo Petro, en su discurso de posesión del 7 de agosto de 2022, recordó la importancia de los derechos de las y los trabajadores, así como su compromiso para recuperar todo aquello que la derecha institucional y las clases políticas tradicionales le han arrebatado al pueblo.

Su propuesta se centró en una reforma laboral bajo una perspectiva de lucha contra la desigualdad y la pobreza, con soporte en una economía basada en la producción, el trabajo y el conocimiento: “Solo si producimos seremos ricos y prósperos como sociedad. La riqueza está en el trabajo y el trabajo es cada vez más de la inteligencia”. Hacer realidad el mandato constitucional del Estatuto de Trabajo, consignado en el artículo 53 de la Carta Política, es parte de los deberes del Gobierno del Cambio.

Con el objetivo claro y bajo la consigna ética y política de recuperar derechos humanos laborales arrebatados por gobiernos neoliberales, emprendí como Ministra del Trabajo, la tarea de construir una reforma que reuniera la voz de las y los excluidos, de quienes por lo general no son escuchados por las élites políticas. Por eso, en el centro de la reforma estuvieron las propuestas de las mujeres, la juventud, los informales, personas con discapacidad, artistas, transportadores, el campesinado y de quienes viven en relaciones de trabajo sustentadas en la explotación o la precarización, y claro está, fueron incluidas las propuestas del movimiento sindical.

El diálogo tripartito en Colombia había estado caracterizado por ignorar o estigmatizar al sindicalismo, pero nuestra agenda estuvo motivada en hacer realidad un diálogo tripartito donde empresarios y sindicatos tuvieran equilibrio en la discusión y construcción del proyecto que llevaríamos al Congreso de la República. Entonces, tuvimos por primera vez en el país, una Comisión de Concertación de Políticas Salariales y Laborales con voces diversas y plurales del mundo laboral y del trabajo. El gobierno reconoció el valor de la representatividad sindical, pero sobre todo le otorgó la importancia al reto de modernizar las relaciones laborales desde un enfoque de derechos humanos y de género; así lo asumió el sindicalismo representado en las centrales CUT, CGT y CTC.

El 24 de octubre de 2022, se creó una subcomisión técnica de la reforma laboral para la elaboración del proyecto de ley, espacio tripartito entre el gobierno, sindicatos y empresarios. Trabajaron durante 4 meses y recibieron insumos técnicos territoriales y de mesas de trabajo para la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo.

Así mismo, de manera temática se ampliaron en la discusión temas relevantes como la regulación de plataformas digitales de reparto, la protección social y los derechos del trabajo del campesinado, de artistas, deportistas o transportadores, o cómo no recordar las propuestas de las personas en informalidad con quienes la promesa constitucional de tener un trabajo formal con estabilidad, era una deuda.

Sea esta la oportunidad de reconocer el trabajo tripartito de elaboración del texto de la reforma laboral, hoy es ejemplo en el mundo, así lo valoró en reiteradas ocasiones la Organización Internacional del Trabajo.

El Presidente Gustavo Petro, previa a la radicación del primer texto que le llevó el Gobierno al Congreso, y ante miles de trabajadores y trabajadoras en la plaza de armas de la Casa de Nariño, expresó que, el proyecto debería permitir, el: “cese al acoso sexual y laboral en el país; debe permitir que el salario real pueda crecer en Colombia para que se industrialice; debe permitir que la gente sea más feliz en esta sociedad y disfrutar de más tiempo libre”.

Ese proyecto se radicó en la comisión séptima de la Cámara de Representantes, y el debate se dió, pero Gracias al anti sindicalismo, se suprimieron alrededor de 20 artículos que eran la esencia de la modernización del derecho colectivo del trabajo.

Sin embargo, al final, se logró la aprobación de una reforma que devolvía la jornada diurna hasta las 7 pm, y el pago en un 100% de los recargos por trabajo suplementario que se realice en jornada nocturna. El gobierno le cumplió con derechos a sectores sociales como  las trabajadoras domésticas, de plataformas digitales, mujeres, deportistas, a las micro, pequeñas y medianas empresas, entre otros. Ese fue el primer éxito de la reforma laboral.

La calma duró poco. La estrategia de hundimiento de la reforma en el Senado por parte de ocho senadores/as, tenía el propósito de eliminar los derechos laborales de la clase trabajadora y bloquear el gobierno. Pero el anuncio sobre una consulta popular, por parte del Presidente Gustavo Petro, llevó a una movilización social, una de las más importantes en estos últimos años.

El 14 de mayo la plenaria de esta corporación negó la consulta popular como opción democrática. En medio de la movilización social y de este debate estuvo la decisión de resucitar el proyecto de la reforma por medio de la aprobación de un recurso de apelación que permitiría remitir a una nueva comisión del Senado el texto de los ocho senadores que nunca fue discutido.

Esa estrategia fue un éxito. Y lo que hoy se ha logrado, pese a todos los tropiezos, son nuevas reglas a favor de la estabilidad laboral, contratos a término indefinido como regla general, una nueva jornada diurna que va de 6:00am a 7:00pm y por consiguiente el reconocimiento de pagos al 100% de los recargos por trabajar en días de descanso obligatorio o días de fiesta, con gradualidad. Se refuerzan medidas protectoras a favor de trabajadores en temas relevantes como licencias o acciones afirmativas para mujeres en protección contra la discriminación, entre otras.

Por fin el trabajo digno y decente será el elemento cohesionador de la clase trabajadora y del sindicalismo, una nueva visión del derecho al trabajo llega a los hogares, a las empresas y al relacionamiento institucional. Queda la satisfacción de que un enfoque de derechos y de género instala una nueva narrativa de exigibilidad que de manera complementaria se fortalecerá con la recién aprobada Ley que permitió ratificar el Convenio 190 de la OIT, sobre violencia y acoso en el lugar de trabajo.

Colombia avanza hacia derechos laborales y sociales en medio de la lucha, la movilización y la más pugnaz oposición contra el presidente Gustavo Petro, el gobierno y el sindicalismo.

Ahora, a reglamentar una de las más importantes reformas que un Presidente le ha entregado al país y a la clase trabajadora.

¡No podemos aflojar, apenas estamos floreciendo!

RELATED ARTICLES

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Most Popular

Recent Comments

Fernando Acosta Riveros en Proteger a Petro, lo quieren matar
Fernando Acosta Riveros en Manifiesto por la paz mundial
esperanza moreno gutierrez en Carta de lector
Fernando Acosta Riveros en La democracia judicial mexicana
William Fortich Palencia en Cortar el césped, arrasar la tierra
Fernando Acosta Riveros en El megaproyecto del siglo XXI
Fernando Acosta Riveros en Francisco, el papa del sur
Fernando Acosta Riveros en Solidaridad con RTVC
LUZ HELENA VARGAS en Una jueza indómita
Fernando Acosta Riveros en Las chazas de la Che
WLDARICO FLOREZ -PEÑA en La metamorfosis del conflicto armado
Andrés Arévalo en Una serie con tedio anunciado
Eder José Scaldaferro Silvera en 50 ediciones de amor y lucha
Isaac Rafael Garcia en 50 ediciones de amor y lucha
Jorge Albeiro Gil Panesso en ¿Qué hay detrás de la COP16?
Alba Rocío Gomez Ramírez en El comunismo decrecentista
Luis Alfredo en Una ministra de racamandaca
Rodrigo en No hay dos demonios
Rodrigo en Petro en la mira
Rodrigo en 30 años sin Manuel
Rodrigo en ¿No se dan cuenta?
Rodrigo Carvajal en Elefantes blancos en Coyaima
Rodrigo Carvajal en No Más Olé
Rodrigo Carvajal en ¡A hundir el acelerador!
Rodrigo Carvajal en Semana contra el fascismo
Rodrigo Carvajal en Ucrania, ¿Otro Vietnam?
Rodrigo Carvajal en ¿Quién es Claudia Sheinbaum?
Rodrigo Carvajal en Odio y desinformación
Rodrigo Carvajal en La inflación y sus demonios
Rodrigo Carvajal en No cesa la brutalidad sionista
Rodrigo Carvajal en Putin gobernará hasta el 2030
Rodrigo Carvajal en De Bolsonaro a Lula