Más de cien lideresas y líderes de todo el país se reunieron en Bogotá para acordar una agenda común y una ruta de movilizaciones
Prensa CPDH
“Este Movimiento Social por la Paz nace de comunidades locales que viven en la conflictividad armada, que han desarrollado iniciativas humanitarias y de paz. Desde allí, como una espiral han ido impactando a organizaciones medias y sociales, y han impulsado su construcción. Eso es lo nuevo, que nace de abajo, de lo pequeño, de lo que a veces es desconocido y ahí está el origen y la razón de ser de este gran movimiento por la paz”, de esta manera, el ex comisionado de paz, Danilo Rueda, explicó el naciente escenario.
Y es que el 30 de abril se reunieron en Bogotá más de cien asistentes de organizaciones del orden nacional y territorial para discutir la identidad, los principios, los criterios, los enfoques y los precedentes; que se deben tener con base en las agendas locales y territoriales de paz para consensuar una agenda común y una ruta que permita movilizaciones y una ruta hacia la paz.
Para Rubiel Vargas, director Ejecutivo del Comité Permanente para la Defensa de los Derechos Humanos, CPDH, el nuevo escenario responde a la crisis que se vive en varias regiones por la confrontación armada, “pero igualmente a todos los problemas sociales que tienen los territorios. Además, este año llegamos a una gran crisis humanitaria en Catatumbo, por la confrontación entre dos grupos armados lo que generó una crisis humanitaria”.
Algunas justificaciones
Todo lo anterior produjo que más de 150 organizaciones convocaran a la creación del Movimiento Social por la Paz, se reunieran y discutieran sobre su carácter y agenda.
Uno de los participantes fue el sacerdote Henry Remigio Salazar, del movimiento de Sacerdotes de la Iglesia de los Pobres, con representación en varios departamentos del país: “Somos un espacio con presencia en sectores que sufren los rigores de la guerra y de allí hemos venido aportando a la construcción de paz y de acciones humanitarias para la sobrevivencia de las comunidades en los territorios”.
Por otra parte, el analista de temas de violencia y construcción de paz, Luis Eduardo Celi, anotó: “La situación del país tiene complejidades y que hay regiones donde la población sufre mucho, por lo que la convocatoria tiene el sentido de compartir experiencias, valoraciones y trazar una ruta de trabajo”.
Solo el comienzo
Acerca de las tareas de las organizaciones participantes, Danilo Rueda dijo: “Socializar las conclusiones. Esas conclusiones tienen un mapa de articulación de las iniciativas humanitarias y de construcción de paz que se vienen adelantando en diversas regiones del país”.
Y, sobre cómo hacerlas llegar a Gobierno y grupos armados comentó que se ha creado un grupo responsable de comunicación con la sociedad: “Vamos a desarrollar estrategias de interlocución con el Estado y con los diversos grupos armados que siguen apostando por la paz, activando iniciativas de diálogo ciudadano con los actores de la violencia. El reconocimiento de que la paz solamente es posible si una sociedad se empodera y asume el derecho constitucional del deber y el derecho a la paz”.