Saludo de Aída Avella en la sede de la Unión Patriótica y el Partido Comunista Colombiano al finalizar la jornada electoral
“La gente muy sacrificada que dejó todo por la campaña, tratando de conseguir recursos modestos para atender las necesidades de una campaña que a la larga es una competencia desigual por los ríos de dinero que se mueven para la compra de los votos. Yo creo que esta es la campaña de la dignidad, la campaña de aquellos que no reciben dinero y que buscan los votos de conciencia. Votos puerta a puerta con un discurso y con una propaganda.
“La Unión Patriótica no está en la agenda mediática de las grandes empresas de la comunicación, nuestra opinión está censurada en la gran prensa, nunca nos hicieron una entrevista en Caracol o en RCN, la razón: no tenemos pauta para ellos. No nos financian las mafias que son capaces de elevar los costos de una campaña como si fuera una campaña a presidente.
Podemos decir que la UP resurge de un genocidio que la humanidad jamás podrá olvidar y que sus responsables siguen manteniéndose en el poder. Esa es una etapa oscura para el país. Pero vamos a seguir adelante. Estamos en la vida política y seguimos siendo una realidad presente en las calles, trabajando por la paz, para eso nacimos y aquí persistimos. No nos dejamos amilanar por el matoneo mediático o la censura de nuestra opinión. Seguiremos perseverando en nuestras ideas políticas que no son otras distintas a construir una nueva Colombia.
“Tenemos un partido que renace y tenemos una juventud que es el bastión de nuestra lucha. Una juventud que da ejemplo de trabajo porque se echó al hombro una campaña electoral con todas las desigualdades posibles y aun así pudimos recorrer toda la ciudad. Sin esa ayuda sería imposible. Como tampoco sería posible lograr renacer en la vida política de la capital, aun cuando el resultado no fue el esperado, de no ser por la campaña de las mujeres valerosas de la UP.
“Ganaron las mafias electorales y las empresas unipersonales que viven de la política. Camacol, los constructores y los grandes afiliados de la Cámara de Comercio, es decir el gran capital y la ultraderecha. La ciudad debe asumir que va a entrar en un momento de retroceso en lo social y en la garantía de derechos y libertades y a eso nos vamos a oponer con o sin concejo porque para nosotros la política es más que una curul.
“Gracias a los 35 mil ciudadanos que votaron a conciencia por nosotros en Bogotá. Son una reserva democrática por la que vale seguir luchando. Si la puerta del concejo se cerró, tengamos por seguro que la puerta de la UP no se cierra para seguir construyendo una opción de poder y el país de la paz con justicia social”.
