La Superintendencia Nacional de Salud auditó una de las bodegas del gestor farmacéutico Audifarma. Dentro de los hallazgos están varios de los medicamentos que en los últimos días se han reportados como escasos para miles de pacientes
Redacción VOZ
En cumplimiento con sus funciones de inspección y vigilancia, el superintendente, Giovanny Rubiano García, y un grupo de la Superintendencia Nacional de Salud adelantaron una auditoria al gestor farmacéutico Audifarma. La diligencia se desarrolló el viernes 21 de marzo en una bodega ubicada a las afueras de Bogotá.
Según dio a conocer la Supersalud, el acta de la auditoria revela que de una lista de 22 medicamentos de mayor demanda en usuarios, “ocho de estos tenían suficientes existencias en la bodega de Audifarma, entre los que se encuentran la insulina, medicamento que está en la lista de pendientes de los usuarios que acuden a los distintos puntos de dispensación de este gestor farmacéutico”.
Para el superintendente Rubiano es inaceptable que se encontraran 113 mil unidades de insulina en la bodega, pero que al mismo tiempo no se cuente con unidades disponibles en los puntos de atención para los usuarios.
“No existe justificación alguna, ni de tipo administrativo, ni por ninguna otra razón, para que estos medicamentos no estén disponibles para su entrega”, dijo el funcionario. De igual forma, la Supersalud le ordenó al gestor farmacéutico que en las próximas 24 horas traslade los medicamentos a los puntos de atención.
Culpa de las EPS, no del Gobierno
El gestor farmacéutico Audifarma fue uno de los primeros en reaccionar. En un comunicado publicado en sus redes sociales, señalaron que la bodega centralizaba los fármacos, lo cual “es completamente normal que algunos medicamentos se encuentren en proceso de recepción o despacho y, por tanto, no tengan existencias en determinadas farmacias en un momento dado”.
De acuerdo a la versión de Audifarma, “la situación es agravada por la cartera pendiente con los gestores farmacéuticos, que según la Asociación de Gestores Farmacéuticos, asciende actualmente a 4 billones de pesos, lo que genera intermitencias en el abastecimiento y hace que estos casos sean más frecuentes”.
Como era previsible, una vez se conoció el comunicado de Audifarma los sectores opositores empezaron a responsabilizar al poder ejecutivo. “El gobierno de Petro asfixió el sistema”, dijo Sofy Casas, columnista de la Revista Semana.
En respuesta a lo anterior, Vicente Calvo, activista y promotor de la iniciativa ¿Dónde está la plata?, comentó: “La deuda es de las EPS con los gestores farmacéuticos y por ende de estos con los laboratorios que los tienen bloqueados y es consecuencia del desvío constante y concurrente de las reservas técnicas. Lo que sucede es que nunca reconocerán que se las han robado. Esa deuda no es del Gobierno, es de las EPS”.
Reacciones
Frente a los hallazgos de la Supersalud, muchas han sido las reacciones. Una de ellas fue de la periodista Natalia Torres: “Tenían Levotiroxina y me hicieron recorrer cinco sucursales en un día para pedir Levotiroxina y me la negaron en todas”.
La representante a la Cámara y coordinadora ponente de la reforma a la salud, Martha Alfonso también reaccionó: “113.000 cajas de insulina escondidas y miles de pacientes diabéticos empeorando su condición. Miles de cajas de levotiroxina acaparadas y los pacientes con problemas de, o sin tiroides, en deterioro de su salud y su calidad de vida. Miles más necesitando los medicamentos que caprichosamente los negociantes de la salud retienen. Un gestor farmacéutico dominante en el sistema que esconde los medicamentos para hacer creer que es culpa del gobierno y de la reforma a la salud que ni siquiera se ha aprobado”.
